Loja.- Con el propósito de fortalecer el desarrollo y fomento agropecuario de los pequeños productores de la Agricultura Familiar Campesina; la Dirección Distrital de Loja, del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), realizó la primera Escuela de Formación Campesina Agropecuaria de los Barrios Naranjo-El Prado, de la parroquia de Malacatos, del cantón Loja,
Este proceso de capacitación y acompañamiento técnico a los agricultores se efectuó de forma coordinada entre el MAG y la Prefectura de Loja, más el Gobierno Parroquial de Malacatos, para fortalecer los sistemas productivos sostenibles y diversificados, utilizando tecnologías apropiadas, adaptadas a contextos específicos, y promoviendo emprendimientos rurales y la comercialización directa.
Augusta Correa, directora Distrital de Loja – MAG, sostuvo que el fin de este aprendizaje fue conjugar el rescate de conocimientos ancestrales y combinarlos con la innovación tecnológica, para mejorar sustancialmente el proceso de producción de la agricultura familiar campesina, haciéndola sustentable.
“Celebramos este importante logro y reconocemos el esfuerzo de nuestros agricultores, quienes son el pilar fundamental para garantizar sistemas agroalimentarios soberanos y el buen vivir rural en nuestra comunidad”, dijo Correa.
Escuela de capacitación
Este programa de capacitación es una iniciativa de la Subsecretaría de Agricultura Familiar Campesina, que implementó la estrategia de Comunidades de Aprendizaje, metodología no formal que permitió fortalecer las capacidades de los pequeños productores a través de 10 módulos de capacitación en diversos temas agrícolas y pecuarios. Los participantes recibieron una certificación y graduación al culminar este proceso formativo.
Durante el evento se entregaron certificados en conjunto con la Prefectura de Loja a 34 productores. Estos agricultores demostraron un gran compromiso y dedicación a lo largo del programa, y ahora están equipados con los conocimientos y habilidades necesarias para contribuir al desarrollo de una agricultura sostenible y sustentable.
Javier Guayllas, representante de los graduandos, destacó el compromiso con esta forma de cultivar la tierra. «Estamos comprometidos a un cambio de agricultura con el único afán de rescatar los saberes ancestrales de nuestros abuelos y de fortalecer el principio de cuidar la tierra, aire y el agua», señaló.
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