Lima.- (EFE).- La extracción de recursos del yacimiento de gas de Camisea ha logrado un impacto mínimo en el ecosistema y las comunidades indígenas, donde hace 20 años existía una gran preocupación por las consecuencias que podrían generar sus operaciones en medio de la Amazonía peruana.
Operado por Pluspetrol, Camisea es el mayor yacimiento de gas del continente americano, ubicado entre zonas naturales protegidas en La Convención, en la región sureña de Cuzco, que comenzó a diseñarse en el año 2000 y, por su situación geográfica especialmente sensible, ha afrontado numerosos retos para minimizar su impacto.
«Desde el principio del proyecto, frente a las diversas preocupaciones por parte de las poblaciones indígenas sobre una posible migración no deseada a su territorio o el impacto en la calidad de sus aguas y a sus actividades, el diseño de Camisea fue un desafío logístico muy importante», admitió a Efe la gerenta de Medio Ambiente de Pluspetrol, Elena Mendoza.
TÉCNICAS PARA UN MÍNIMO IMPACTO
Por esta razón, la empresa implementó técnicas que han permitido un mínimo impacto desde su puesta en marcha en 2002 y le permitió ganar en diciembre pasado el Premio Desarrollo Sostenible 2021, de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía de Perú (SNMPE).
Para minimizar el impacto medioambiental de la instalación, Camisea cuenta con una logística «Offshore-inland», que implica que no se han abierto en ningún momento carreteras para el transporte terrestre en sus comunicaciones y solo se usan medios fluviales y aéreos.
También se necesitaba un sistema respetuoso con el medio para transportar el gas natural extraído hasta la planta de distribución Malvinas, a orillas del río Urubamba, en la también provincia cusqueña de La Convención.
«A través de estudios ambientales y talleres participativos con las comunidades nativas y autoridades de Gobierno se vio que la mejor opción eran los ductos enterrados con un impacto temporal, e inmediatamente terminada su construcción llevar a cabo una cobertura total de las áreas afectadas mediante la revegetación», explicó Mendoza.
Así se instalaron los primeros «ductos verdes» de Perú y, veinte años después, existe una red de unos 200 kilómetros, que Pluspetrol asegura que en la vista aérea de la zona, gracias a la reforestación desarrollada, no se puede distinguir de la naturaleza.
«La concepción del ducto verde fue saber que íbamos a causar un impacto en su construcción, pero que fuese el mínimo, así que se consideró buscar aquellas zonas que se pudiesen restituir en el menor tiempo, con una baja afectación de erosión y realizar una reforestación inmediata», aseguró Mendoza.
Además, precisó que es fundamental que el monitoreo de especies vegetales y animales sea constante y no abandonar la zona, para conocer cómo evoluciona la recuperación en un bosque intervenido.
Hasta la fecha, se han restaurado 36.550 hectáreas de cobertura boscosa nativa y seis millones de toneladas de CO2 fueron recapturadas gracias a procesos de «revegetación», además de haberse reforestado 182,75 kilómetros de líneas de conducción de hidrocarburos, para lo cual se usaron especies nativas y soluciones basadas en la naturaleza.
Gracias a otros proyectos, como el Programa de Monitoreo de la Biodiversidad y el Programa de Monitoreo Ambiental Comunitario, se han descubierto nueve especies, entre aves, reptiles y plantas, y se ha registrado algunas endémicas, como el jaguar negro.
PRÓXIMOS DESAFÍOS
La empresa remarcó que la situación de muchas de las comunidades nativas ha cambiado notablemente en estas dos décadas y ahora tiene la voluntad de conectarse con otros puntos y crear nuevas infraestructuras.
«Tenemos una responsabilidad social con estas comunidades de la zona y ponemos a su disposición herramientas, mapas y evaluaciones para ayudarles a conseguir una mejor conectividad de forma sostenible», anunció Mendoza.
Además de acompañar en esta etapa a las poblaciones indígenas, Pluspetrol reiteró su voluntad de seguir produciendo el gas natural e impulsar su masificación, para que llegue a la mayor cantidad de hogares peruanos, ya que ofrece ventajas en cuanto a precio y beneficios al medioambiente por ser una energía más limpia.