La EPOC: enfermedad silenciosa que puede prevenirse

Quito.– Cada noviembre, el mundo recuerda la importancia de enfrentar una enfermedad que avanza en silencio, pero que afecta a millones de personas: la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). La conmemoración del Día Mundial de la EPOC busca generar conciencia sobre una de las principales causas de discapacidad y muerte, así como promover su prevención, diagnóstico temprano y tratamiento oportuno.

La EPOC es un trastorno respiratorio progresivo que dificulta la entrada y salida de aire en los pulmones. Engloba afecciones como la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar, cuyos síntomas incluyen tos persistente con flema, falta de aire, cansancio y una mayor predisposición a infecciones respiratorias. Aunque no tiene cura, su avance puede controlarse si se detecta a tiempo y se adoptan medidas adecuadas.

Las cifras globales alertan sobre su impacto. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2021 la EPOC provocó más de 3,5 millones de muertes, convirtiéndose en la cuarta causa de mortalidad en el planeta. En América Latina, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que cerca del 70% de los casos en personas mayores de 30 años están relacionados con el tabaquismo.

Sin embargo, el cigarrillo no es el único riesgo. La exposición al humo de leña y biomasa en espacios cerrados, común en zonas rurales, incrementa significativamente la posibilidad de desarrollar EPOC, especialmente entre mujeres.

En Ecuador, especialistas advierten que hasta el 20% de los pacientes con síntomas respiratorios crónicos podría estar viviendo con EPOC sin diagnóstico. La falta de acceso a pruebas como la espirometría y la confusión con otros padecimientos respiratorios retrasan el inicio de un tratamiento efectivo.

El doctor Iván Stand, médico y vocero de Megalabs, resalta que la enfermedad puede manejarse adecuadamente con cambios en el estilo de vida y un seguimiento médico constante. Entre las medidas recomendadas están dejar de fumar, usar broncodilatadores recetados, mantener las vacunas al día, realizar actividad física y controlar infecciones.

A esto se suman alternativas de apoyo como los betaglucanos, compuestos naturales que fortalecen el sistema inmunológico y ayudan a reducir las infecciones respiratorias recurrentes. “Megalabs resalta el valor de los betaglucanos como una herramienta complementaria en la salud respiratoria, especialmente en pacientes vulnerables. Su acción inmunomoduladora puede ser clave para disminuir la recurrencia de infecciones y mejorar la calidad de vida”, explicó el doctor Stand.

Conmemorar el Día Mundial de la EPOC es más que una fecha simbólica: es un llamado a la acción. Prevenir, diagnosticar a tiempo y acompañar a quienes enfrentan a diario la dificultad de respirar es esencial para reducir el impacto de esta enfermedad silenciosa, pero prevenible.

Rover Perseverance descubrió una posible biofirma en Marte el año pasado

Equipo de redacción de Ciencia de la NASA

Una muestra recolectada por el rover Perseverance, el vehículo explorador de la NASA en Marte, en el antiguo lecho de un río seco en el cráter Jezero podría conservar evidencia de vida microbiana antigua. Tomada el año pasado de una roca llamada Cheyava Falls, la muestra, conocida como Sapphire Canyon, contiene posibles firmas biológicas, según un artículo publicado el miércoles 10 de septiembre en la revista científica Nature.

Una biofirma potencial es una sustancia o estructura que podría tener un origen biológico pero que requiere más datos o estudios adicionales antes de poder llegar a una conclusión sobre la ausencia o presencia de vida.

“Este hallazgo de Perseverance, una misión lanzada durante el primer mandato del presidente Trump, es lo más cerca que hemos estado de descubrir vida en Marte. La identificación de una posible biofirma en el planeta rojo es un descubrimiento revolucionario, que mejorará nuestra comprensión de Marte”, dijo el administrador interino de la NASA, Sean Duffy. “El compromiso de la NASA de llevar a cabo ciencia “de estándar de oro” continuará mientras nos dedicamos a nuestro objetivo de poner huellas estadounidenses en el suelo rocoso de Marte”.

Perseverance encontró a Cheyava Falls en julio de 2024 mientras exploraba la formación Bright Angel, un conjunto de afloramientos de rocas en los bordes norte y sur de Neretva Vallis, un antiguo valle fluvial de 400 metros (un cuarto de milla) de ancho que fue tallado por el agua que se precipitaba dentro del cráter Jezero hace mucho tiempo.

“Este hallazgo es el resultado directo del esfuerzo de la NASA para planificar, desarrollar y ejecutar estratégicamente una misión capaz de ofrecer exactamente este tipo de ciencia: la identificación de una posible biofirma en Marte”, dijo Nicky Fox, administradora asociada en la Dirección de Misiones Científicas de la sede central de la NASA en Washington. “Con la publicación de este resultado evaluado por pares, la NASA pone estos datos a disposición de la comunidad científica en general para su posterior estudio a fin de confirmar o refutar su potencial biológico”.

El conjunto de instrumentos científicos del rover descubrió que las rocas sedimentarias de esta formación están compuestas de arcilla y limo, los cuales, en la Tierra, son excelentes conservantes de la vida microbiana pasada. También son ricas en carbono orgánico, azufre, hierro oxidado (óxido) y fósforo.

“La combinación de compuestos químicos que encontramos en la formación Bright Angel podría haber sido una abundante fuente de energía para los metabolismos microbianos”, dijo el científico de Perseverance Joel Hurowitz, de la Universidad de Stony Brook en el estado de Nueva York y quien es autor principal del artículo. “Pero el hecho de que viéramos todas estas firmas químicas tan convincentes en los datos no significaba que dispusiéramos de una biofirma potencial. Necesitábamos analizar lo que podrían significar esos datos”.

Los primeros en recopilar datos sobre esta roca fueron el Instrumento planetario para la litoquímica de rayos X (PIXL, por sus siglas en inglés) y el instrumento Análisis de entornos habitables con Raman y luminiscencia para productos orgánicos y químicos (SHERLOC, por su acrónimo en inglés) de Perseverance.

Mientras investigaban Cheyava Falls, una roca en forma de punta de flecha que mide un metro por 0,6 metros (3,2 pies por 2 pies), encontraron lo que parecían ser manchas de colores. Las manchas en la roca Cheyava Falls podrían haber sido dejadas por la vida microbiana si esta hubiera utilizado los ingredientes puros —el carbono orgánico, el azufre y el fósforo— de la roca como fuente de energía.

En imágenes de mayor resolución, los instrumentos encontraron un patrón distintivo de minerales dispuestos en frentes de reacción (puntos de contacto donde se producen reacciones químicas y físicas) que el equipo llamó manchas de leopardo. Las manchas llevaban la firma de dos minerales ricos en hierro: vivianita (fosfato de hierro hidratado) y greigita (sulfuro de hierro).

La vivianita se encuentra con frecuencia en la Tierra en los sedimentos, las turberas y alrededor de la materia orgánica en descomposición. Del mismo modo, ciertas formas de vida microbiana en la Tierra pueden producir greigita.

La combinación de estos minerales, los cuales parecen haberse formado por reacciones de transferencia de electrones entre el sedimento y la materia orgánica, es una posible señal de vida microbiana, la cual utilizaría estas reacciones a fin de producir energía para su crecimiento.

Estos minerales también se pueden generar de manera abiótica, o sin la presencia de vida. Por lo tanto, hay formas de producirlos sin necesidad de reacciones biológicas, entre las que se cuentan altas temperaturas sostenidas, condiciones ácidas y la unión por compuestos orgánicos.

Sin embargo, las rocas en Bright Angel no muestran evidencia de que experimentaran altas temperaturas ni condiciones ácidas, y se desconoce si los compuestos orgánicos presentes habrían sido capaces de catalizar esta reacción a bajas temperaturas.

El descubrimiento fue particularmente sorprendente porque involucra algunas de las rocas sedimentarias más jóvenes que la misión ha investigado. Una hipótesis anterior suponía que las señales de vida pasada se limitarían a formaciones rocosas más antiguas. Este hallazgo sugiere que Marte podría haber sido habitable durante un período más largo o más tarde en la historia del planeta de lo que se pensaba anteriormente, y que las rocas más antiguas también podrían contener señales de vida que son simplemente más difíciles de detectar.

“Las aseveraciones astrobiológicas, particularmente las afirmaciones relacionadas con el posible descubrimiento de vida extraterrestre del pasado, requieren una extraordinaria cantidad de evidencia”, dijo Katie Stack Morgan, científica del proyecto Perseverance en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA en el sur de California.

“Hacer un hallazgo tan significativo como una posible biofirma en Marte y llevarlo a una publicación revisada por pares es un paso crucial en el proceso científico porque garantiza el rigor, la validez y la importancia de nuestros resultados. Y aunque las explicaciones de que haya ocurrido un proceso abiótico para lo que vemos en Bright Angel son menos probables, dados los hallazgos del artículo, no podemos descartarlas”.

La comunidad científica emplea herramientas y marcos teóricos, como la escala de confianza de detección de vida (escala CoLD, por sus siglas en inglés) y los estándares de evidencia, para evaluar si los datos relacionados con la búsqueda de vida realmente responden a la pregunta: ¿Estamos solos? Dichas herramientas ayudan a mejorar la comprensión de cuánta confianza se debe depositar en los datos que sugieren una posible señal de vida hallada fuera de nuestro propio planeta.

Sapphire Canyon es uno de los 27 núcleos de roca que el rover ha recolectado desde que amartizó en el cráter Jezero en febrero de 2021. Entre el conjunto de sus instrumentos científicos se encuentra una estación meteorológica que proporciona información del entorno para futuras misiones con seres humanos, así como muestras de material de trajes espaciales que la NASA está estudiando para observar su desempeño en Marte.

JPL, administrado para la NASA por Caltech, construyó y gestiona las operaciones del rover Perseverance en nombre de la Dirección de Misiones Científicas de la agencia, como parte de la cartera del Programa de Exploración de Marte de la NASA.

Curiosity detecta las moléculas orgánicas más grandes halladas en Marte

Equipo de redacción de Ciencia NASA

Investigadores que analizan roca pulverizada a bordo del vehículo explorador Curiosity de la NASA han encontrado los compuestos orgánicos más grandes en el planeta rojo hasta la fecha. El hallazgo, publicado el 25 de marzo en la publicación científica Proceedings of the National Academy of Sciences, sugiere que la química prebiótica podría haber avanzado más en Marte de lo que se había observado anteriormente.

Los científicos realizaron pruebas con una muestra de roca existente dentro del minilaboratorio de Análisis de Muestras en Marte (SAM, por sus siglas en inglés) de Curiosity y encontraron moléculas de decano, undecano y dodecano. Se cree que estos compuestos, que están formados por 10, 11 y 12 átomos de carbono, respectivamente, son los fragmentos de ácidos grasos que se conservaron en la muestra. Los ácidos grasos se encuentran entre las moléculas orgánicas que forman los componentes químicos básicos de la vida en la Tierra.

Los seres vivos producen ácidos grasos para ayudar a formar las membranas celulares y realizar otras funciones. Pero los ácidos grasos también se pueden producir en ausencia de vida, mediante reacciones químicas desencadenadas por diversos procesos geológicos, incluyendo la interacción del agua con minerales en respiraderos hidrotermales.

Si bien no hay forma de confirmar la fuente de las moléculas identificadas, encontrarlas es emocionante para el equipo científico de Curiosity por un par de razones.

Los científicos de Curiosity habían descubierto anteriormente moléculas orgánicas pequeñas y simples en Marte, pero hallar estos compuestos más grandes aporta la primera evidencia de que la química orgánica avanzó en Marte hacia el tipo de complejidad requerida para el origen de la vida.

Esta gráfica (en inglés) muestra las moléculas orgánicas de cadena larga decano, undecano y dodecano. Estas son las moléculas orgánicas más grandes que se hayan descubierto en Marte hasta la fecha. Fueron detectadas en una muestra de roca perforada conocida como “Cumberland” que fue analizada por el laboratorio de Análisis de Muestras en Marte dentro del vientre del rover Curiosity de la NASA. Este rover, cuya selfie está en el lado derecho de la imagen, ha estado explorando el cráter Gale desde 2012. Una imagen del agujero de perforación de Cumberland se ve tenuemente en el fondo de las cadenas de moléculas. NASA/Dan Gallagher

Este nuevo estudio también aumenta las probabilidades de que las moléculas orgánicas grandes que solo se pueden producir en presencia de vida, conocidas como “biofirmas”, pudieran conservarse en Marte, disipando las preocupaciones de que dichos compuestos hayan sido destruidos después de decenas de millones de años de exposición a la radiación intensa y la oxidación.

Este hallazgo es un buen augurio para los planes de traer muestras de Marte a la Tierra para analizarlas con los instrumentos más sofisticados que se encuentran disponibles aquí, dicen los científicos.

“Nuestro estudio demuestra que, incluso hoy en día, al analizar muestras de Marte, pudiéramos detectar firmas químicas de vida pasada, si alguna vez existió en Marte”, dijo Caroline Freissinet, autora principal del estudio y científica investigadora del Centro Nacional Francés de Investigación Científica en el Laboratorio de Atmósferas y Observaciones Espaciales en Guyancourt, Francia.

En 2015, Freissinet codirigió un equipo que, en un primer estudio, identificó de manera concluyente moléculas orgánicas marcianas en la misma muestra que se utilizó para el estudio actual. Apodada “Cumberland”, la muestra ha sido analizado con SAM muchas veces, utilizando diferentes técnicas.

NASA’s Curiosity rover drilled into this rock target, «Cumberland,» during the 279th Martian day, or sol, of the rover’s work on Mars (May 19, 2013) and collected a powdered sample of material from the rock’s interior. Curiosity used the Mars Hand Lens Imager (MAHLI) camera on the rover’s arm to capture this view of the hole in Cumberland on the same sol as the hole was drilled. The diameter of the hole is about 0.6 inches (1.6 centimeters). The depth of the hole is about 2.6 inches (6.6 centimeters). NASA/JPL-Caltech/MSSS

En mayo de 2013, Curiosity perforó la muestra Cumberland proveniente de una zona del cráter Gale de Marte llamada “Yellowknife Bay”. Los científicos estaban tan intrigados por Yellowknife Bay, que parecía ser el antiguo lecho de un lago, que enviaron el rover allí antes de dirigirlo en la dirección opuesta hacia su destino principal, el monte Sharp, que se eleva desde el suelo del cráter.

El desvío valió la pena: Cumberland resulta estar repleta de prometedoras pistas químicas sobre el pasado del cráter Gale, el cual tiene unos 3.700 millones de años de antigüedad. Los investigadores han encontrado previamente que esta muestra es rica en minerales de arcilla, los cuales se forman en el agua. Tiene abundante azufre, el cual puede ayudar a preservar las moléculas orgánicas. Además, Cumberland tiene muchos nitratos, que en la Tierra son esenciales para la salud de las plantas y los animales, y metano, hecho con un tipo de carbono que en la Tierra está asociado con los procesos biológicos.

Quizás lo más importante es que los científicos determinaron que Yellowknife Bay era, de hecho, el sitio donde existió un antiguo lago y que proporcionaba un entorno que podía concentrar moléculas orgánicas y conservarlas en una roca sedimentaria de grano fino llamada lutolita, o fangolita.

“Existe evidencia de que existió agua líquida en el cráter Gale durante millones de años, y probablemente mucho más tiempo, lo que significa que hubo tiempo suficiente para que ocurriera la química de formación de vida en estos entornos de cráteres y lagos de Marte”, dijo Daniel Glavin, científico principal para la misión de retorno con muestras en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, y coautor del estudio.

El reciente descubrimiento de compuestos orgánicos fue un efecto secundario de un experimento no relacionado para examinar Cumberland en busca de señales de aminoácidos, los cuales son los componentes básicos de las proteínas. Después de calentar la muestra dos veces en el horno de SAM y luego medir la masa de las moléculas liberadas, el equipo no observó evidencia de aminoácidos. Pero sí vieron que la muestra liberaba pequeñas cantidades de moléculas de decano, undecano y dodecano.

Debido a que estos compuestos podrían haberse desprendido de moléculas más grandes durante el calentamiento, los científicos trabajaron a la inversa para descubrir de qué estructuras podrían haber provenido. Postularon que estas moléculas eran restos de los ácidos grasos ácido undecanoico, ácido dodecanoico y ácido tridecanoico, respectivamente.

Los científicos pusieron a prueba su predicción en el laboratorio, mezclando ácido undecanoico en una arcilla similar a la de Marte y llevando a cabo un experimento similar al realizado por SAM. Después de calentarse, el ácido undecanoico liberó moléculas de decano, como se predijo. Luego, los investigadores consultaron experimentos ya publicados por otros científicos para demostrar que el undecano podría haberse desprendido del ácido dodecanoico y el dodecano, del ácido tridecanoico.

Los autores encontraron un intrigante detalle adicional en su estudio, relacionado con el número de átomos de carbono que componen los presuntos ácidos grasos en la muestra. La columna vertebral de cada ácido graso es una cadena larga y lineal que tiene de 11 a 13 átomos de carbono, dependiendo de la molécula. En particular, los procesos no biológicos suelen producir ácidos grasos más cortos, con menos de 12 carbonos.

Es posible que la muestra de Cumberland tenga ácidos grasos de cadena más larga, dicen los científicos, pero SAM no está optimizado para detectar cadenas más largas.

Los científicos dicen que, en última instancia, existe un límite a cuánto pueden inferir a partir de los instrumentos “cazadores” de moléculas que pueden enviarse a Marte. “Estamos listos para dar el siguiente gran paso y traer muestras de Marte a nuestros laboratorios para resolver el debate sobre la vida en Marte”, dijo Glavin.

Esta investigación fue financiada por el Programa de Exploración de Marte de la NASA. La misión del Laboratorio Científico de Marte con el rover Curiosity está dirigida por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JLP, por sus siglas en inglés) de la NASA en el sur de California; el JPL es administrado por Caltech. El instrumento de Análisis de Muestras en Marte (SAM) fue construido y puesto a prueba en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland. La CNES (Agencia Espacial Francesa) financió y proporcionó el subsistema de cromatógrafo de gases en SAM. Charles Malespin es el investigador principal a cargo de SAM.

Por Lonnie Shekhtman
Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, Greenbelt, Maryland

Un estudio descubre que el pequeño asteroide visitante de la Tierra podría ser un trozo de roca lunar

Redacción. Equipo de Ciencia
NASA

El objeto cercano a la Tierra probablemente fue expulsado al espacio después de un impacto hace miles de años. Ahora, podría aportar nuevos conocimientos a las investigaciones sobre asteroides y la Luna.

El pequeño objeto cercano a la Tierra 2024 pT5 captó la atención del mundo después de que un telescopio financiado por la NASA descubriera que este permanecía cerca de nuestro planeta, pero nunca lo orbitaba, durante varios meses. El asteroide, que mide unos 10 metros (33 pies) de ancho, no representa un peligro para la Tierra, pero su órbita alrededor del Sol coincide estrechamente con la de nuestro planeta, lo que sugiere que podría haberse originado cerca de él.

Según se describe en un nuevo estudio publicado el 14 de enero en la publicación científica Astrophysical Journal Letters, los investigadores han reunido más pruebas de que 2024 pT5 tuvo su origen cerca de nosotros: parece estar compuesto de roca desprendida de la superficie de la Luna que fue expulsada al espacio después de un gran impacto.

“Teníamos una idea general de que este asteroide podría haber provenido de la Luna, pero la prueba irrefutable fue cuando descubrimos que era rico en minerales de silicato, no del tipo que se ve en los asteroides, sino de los que se han encontrado en muestras de rocas lunares”, dijo Teddy Kareta, astrónomo del Observatorio Lowell en Arizona, quien dirigió la investigación.

“Parece que no ha estado en el espacio durante mucho tiempo, tal vez solo unos pocos miles de años más o menos, ya que hay una falta de meteorización espacial que habría causado que su espectro se enrojeciera”.

El asteroide fue detectado por primera vez el 7 de agosto de 2024 por el telescopio del Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Hawái situado en Sutherland, Sudáfrica, y financiado por la NASA. Luego, el equipo de Kareta utilizó los resultados del telescopio Lowell Discovery y la Instalación del Telescopio del Infrarrojo de la NASA en el Observatorio Mauna Kea en Hawái para mostrar que el espectro de la luz solar que se refleja desde la superficie del pequeño objeto no coincidía con el de ningún tipo de asteroide conocido; en cambio, la luz reflejada coincidía más con rocas de la Luna.

No es ciencia espacial (antigua)

Una segunda pista se obtuvo al observar cómo se mueve el objeto. Los desechos de la era espacial, como antiguos cohetes de lanzamientos históricos, también se pueden encontrar en órbitas similares a la de la Tierra.

La diferencia tiene que ver con la forma en que cada tipo de objeto responde a la presión de la radiación solar, la cual proviene del impulso de los fotones —partículas cuánticas de luz del Sol— que ejercen una pequeña fuerza cuando chocan contra un objeto sólido en el espacio.

Este intercambio de impulsos de muchos fotones a lo largo del tiempo puede empujar un objeto muy ligeramente, haciendo que gane o pierda velocidad. Mientras que un objeto hecho por los humanos, como un propulsor de cohete hueco, se desplazará como una lata vacía en el viento, un objeto natural, como un asteroide, se verá mucho menos afectado.

Para descartar que 2024 pT5 fuera basura espacial, los científicos del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS, por sus siglas en inglés) de la NASA, el cual es administrado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la agencia en el sur de California, analizaron su movimiento.

Calcularon con precisión el movimiento del objeto bajo la fuerza de la gravedad, lo que finalmente les permitió buscar movimientos adicionales causados por la presión de la radiación solar. En este caso, se encontró que esos efectos eran demasiado pequeños para que se tratara de un objeto artificial, lo que demuestra que 2024 pT5 es muy probablemente de origen natural.

“Los desechos espaciales y las rocas espaciales se mueven de manera un poco diferente en el espacio”, dijo Oscar Fuentes-Muñoz, becario postdoctoral de la NASA en el JPL, quien trabaja con el equipo del CNEOS y es coautor del estudio. “Los desechos creados por los humanos suelen ser relativamente livianos y son empujados por la presión de la luz solar. El hecho de que 2024 pT5 no se mueva de esta manera indica que es mucho más denso que los desechos espaciales”.

Estudios sobre los asteroides lunares

El descubrimiento de 2024 pT5 duplica el número de asteroides conocidos que se cree que tienen su origen en la Luna. El asteroide 469219 Kamo’oalewa fue descubierto en 2016 con una órbita similar a la de la Tierra alrededor del Sol, lo que indica que también podría haber sido expulsado de la superficie lunar después de un gran impacto.

A medida que los telescopios se vuelvan más sensibles a los asteroides más pequeños, se descubrirán más rocas lunares. Esto crea una oportunidad emocionante no solo para los científicos que estudian una población rara de asteroides, sino también para los científicos que estudian la Luna.

Si un asteroide lunar puede vincularse directamente con un cráter de impacto específico en la Luna, el estudio del material del asteroide podría proporcionar información única sobre los procesos de formación de cráteres en la superficie lunar, que está cubierta de cicatrices.

El material de las profundidades de la superficie lunar en forma de asteroides que pasan cerca de la Tierra podría ser accesible para que los futuros científicos lo exploren.

“Esta es una historia sobre la Luna contada por científicos de asteroides”, dijo Kareta. “Es una situación rara en la que hemos salido a estudiar un asteroide, pero luego nos hemos desviado hacia un nuevo territorio en términos de las preguntas que podemos hacer sobre 2024 pT5”.

Los jóvenes cometen más errores ortográficos que las personas de mediana edad

Quito.- El Centro de Investigación Nebrija en Cognición (CINC), ha lanzado una plataforma interactiva que examina la ortografía de los usuarios y en la que han participado más de 47 000 personas en un mes, gracias a que se hizo viral a través de diferentes redes sociales.

Uno de los principales resultados de una prueba llevada a cabo, los menores de 20 años tienen una nota media de “bien” (un 63 %) en conocimiento ortográfico. La calificación va mejorando de modo gradual hasta los 50 años, cuando la puntuación alcanza el 84 % y se mantiene estable hasta los 70 años.

Según el catedrático Jon Andoni Duñabeitia, director del CINC y creador de la plataforma, “estos datos demuestran que el conocimiento ortográfico y léxico es más bajo en los jóvenes, y nos invitan a plantear medidas para mejorar esta realidad”.

La nota media en conocimiento ortográfico de las personas que han completado el test es de «notable» (un 80 %).

Los resultados no muestran diferencias por origen geográfico ni por sexo (las mujeres obtuvieron una puntuación del 80 %, y los hombres del 81 %), aunque la población femenina completó la prueba en un tiempo significativamente menor que la masculina, lo que sugiere un conocimiento ortográfico similar pero más accesible para ellas.

La prueba

La prueba, accesible a través de https://nebrija.com/ortografia, se compone de 80 pares de palabras presentados en pantalla. Los usuarios deben seleccionar cuál de los dos elementos de cada par es ortográficamente correcto (agente/ajente, tienpo/tiempo).

Para calcular la puntuación se suman 1.25 puntos por cada respuesta correcta y se restan 1.25 puntos por cada una incorrecta.

Al finalizar, los usuarios pueden revisar sus aciertos y errores, y acceder a las definiciones según el Diccionario de la Real Academia Española, para fomentar así el aprendizaje continuo.

El test se basa en el conocimiento ortográfico y la ortografía arbitraria, no en reglas ortográficas predefinidas.

La ortografía arbitraria se refiere a aquellas normas que no siguen una lógica aparente y deben ser memorizadas, como es el caso de las manipulaciones ortográficas presentes en el test, incluyendo la ge y la jota, la be y la v pequeña, la y griega y la doble ele, y la h intercalada.

Desafíos ortográficos

Los resultados han revelado algunas curiosidades: el 36 % piensa que “exaltar”; debería llevar una hache intercalada, el 41 % eliminaría la hache de “huraño”, y el 26 % la quitaría de “inhóspito”.

Además, cuatro de cada diez personas no saben que “cavilar”; se escribe con v pequeña, y el 32 % escribiría “absorber”; con v pequeña (absorver). Los errores parecen llegar incluso a palabras relativamente comunes, ya que dos de cada diez personas escribirían “jirafa”; con ge.

Esta innovadora plataforma no solo valora el conocimiento ortográfico, sino que también ofrece una valiosa oportunidad de aprendizaje y mejora. “La participación masiva y el entusiasmo mostrado por los usuarios nos motiva a seguir desarrollando herramientas que no solo evalúen, sino que también ayuden a mejorar las habilidades ortográficas de las personas”, concluye Duñabeitia.

Para saber

Los menores de 20 años consiguen una puntuación media del 63 % en conocimientos de ortografía, pero el resultado mejora gradualmente hasta los 50 años, cuando la calificación alcanza el 84 %.

Más de 47 000 personas hispanohablantes han completado una prueba diseñada por el Centro de Investigación Nebrija en Cognición y han obtenido una media de notable.

El 36 % piensa que “exaltar”, debería llevar una hache intercalada y cuatro de cada diez personas no saben que “cavilar”; se escribe con v pequeña.

No hay diferencias por sexo, pero las mujeres completan la prueba en un tiempo significativamente menor que los hombres, lo que sugiere un conocimiento ortográfico similar pero más accesible para la población femenina.

 

La NASA confirma un año de temperaturas mensuales récord

BILL NELSON
Bill Nelson, administrador de la NASA

Mayo de 2024 fue el mayo más caluroso en el registro moderno de temperaturas y ha marcado un año completo de temperaturas mensuales récord, según hallazgos de científicos de la NASA. Las temperaturas globales promedio de los últimos 12 meses alcanzaron máximos récord para cada mes respectivo, lo cual es una racha sin precedentes, según científicos del Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS, por sus siglas en inglés) de la NASA en Nueva York.

“Es evidente que nos enfrentamos a una crisis climática”, dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson. “Comunidades en diferentes lugares de Estados Unidos —como Arizona, California, Nevada— y del mundo están sintiendo de cerca un calor extremo en cifras sin precedentes.

La NASA y la Administración Biden-Harris reconocen la urgencia de proteger nuestro planeta natal. Estamos proporcionando datos críticos sobre el clima para mejorar la vida y los medios de subsistencia, y para beneficio de toda la humanidad”.

La serie de temperaturas récord se corresponde con una tendencia al calentamiento a largo plazo impulsada por la actividad humana, principalmente por las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta tendencia se ha hecho evidente en las últimas cuatro décadas, y los últimos 10 años consecutivos han sido los 10 más cálidos desde que comenzó el mantenimiento de registros a finales del siglo XIX.

Descarga esta visualización del Estudio de Visualización Científica Goddard de la NASA: https://svs.gsfc.nasa.gov/5311

Antes de esta racha de 12 meses consecutivos de temperaturas récord, la segunda racha más larga duró siete meses, entre 2015 y 2016.

“Estamos experimentando más días calurosos, más meses calurosos, más años calurosos”, dijo Kate Calvin, jefa científica de la NASA y asesora sénior para asuntos climáticos. “Sabemos que estos aumentos de temperatura son impulsados por nuestras emisiones de gases de efecto invernadero y que están afectando a gente y ecosistemas de todo el mundo”.

En el análisis de la NASA, una línea de base de la temperatura se define por varias décadas o más, generalmente 30 años. La temperatura promedio global en los últimos 12 meses se ubicó 1,30 grados Celsius (2,34 grados Fahrenheit) por encima de la línea de base del siglo XX (1951 a 1980).

Esto está ligeramente por encima del nivel de 1,5 grados Celsius (2,69 grados Fahrenheit) con respecto al promedio de finales del siglo XIX.

Para calcular la temperatura global de la Tierra, los científicos de la NASA recopilan datos provenientes de decenas de miles de estaciones meteorológicas en tierra, además de miles de instrumentos en barcos y boyas en la superficie del océano.

Estos datos brutos se analizan utilizando métodos que tienen en cuenta el distanciamiento variado de las estaciones de medición de temperatura en todo el mundo y los efectos del calor urbano que podrían sesgar los cálculos.

El Niño se debilita: ¿llega La Niña?

Fenómenos como El Niño y La Niña, que alternativamente calientan y enfrían el océano Pacífico tropical, pueden contribuir con una pequeña cantidad de variabilidad en las temperaturas globales de uno a otro año.

El fuerte episodio de El Niño que comenzó en la primavera boreal de 2023 contribuyó a avivar el calor extremo del verano y el otoño del año pasado.

A partir de mayo de 2024, los científicos del Centro de Predicciones Climáticas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) proyectaron una probabilidad del 49% de que La Niña se desarrolle entre junio y agosto, y una probabilidad del 69% de que se desarrolle entre julio y septiembre.

Al enfriar una gran franja del Pacífico tropical, un evento de La Niña podría contener parcialmente las temperaturas promedio globales de este año.

Es difícil saber si 2024 establecerá otro récord mundial de calor. Factores como las erupciones volcánicas y las emisiones de aerosoles que bloquean el Sol pueden afectar nuestro clima en un año determinado. Las misiones de la NASA están estudiando activamente estas influencias, dijo Gavin Schmidt, director del GISS.

“Hay cuestiones sin resolver que pueden afectar nuestras predicciones en los próximos años y en las próximas décadas, y estamos en modo de recopilación de evidencia”, dijo Schmidt. “Este año bien podría terminar marcando otro récord global de temperatura. En este momento, está en camino de acercarse a 2023”.

Temperaturas del océano y huracanes

Los científicos están observando cómo las temperaturas de los océanos pueden influir en la temporada de huracanes de este año. Las temperaturas se mantuvieron altas mientras comenzaban las temporadas de huracanes y tifones de 2024.

A lo largo del hemisferio norte, las temperaturas oceánicas para el período de enero a abril estuvieron 1,18 grados Celsius (2,12 grados Fahrenheit) por encima de promedio, según la NOAA.

A pesar del debilitamiento de El Niño, en muchos lugares las temperaturas en la superficie del mar y en aguas más profundas todavía están por encima del promedio, dijo Josh Willis, oceanógrafo del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA en el sur de California.

Willis mencionó el aumento de las emisiones de dióxido de carbono como el principal impulsor del calentamiento del océano. Hasta el 90% del exceso de calor atmosférico en las últimas décadas ha sido absorbido por el océano, y gran parte de ese calor se ha almacenado cerca de la superficie del agua.

El océano es el volante de inercia de nuestro clima”, dijo Willis. “Dado que el océano cubre más de dos tercios de la Tierra, cualesquiera que sean las temperaturas de la superficie del mar, el resto del planeta se verá afectado».

Los años de La Niña también pueden contribuir a temporadas de huracanes más activas en el Atlántico.

Esto se debe a que las condiciones de La Niña debilitan los vientos del oeste en la atmósfera cerca de las Américas, por encima del mar Caribe y el océano Atlántico tropical.

La cizalladura del viento (los cambios abruptos en su velocidad y dirección) puede atajar los huracanes antes de que estos se desarrollen. La Niña suprime este freno con eficacia, permitiendo que las tormentas tropicales se formen e intensifiquen sin obstáculos.

conjunto completo de datos de la NASA acerca de las temperaturas globales de la superficie, así como los detalles de cómo los científicos de la NASA realizaron su análisis, están disponibles públicamente (en inglés) en el GISS, un laboratorio de la NASA que es administrado por el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la agencia en Greenbelt, Maryland.

Por Sally Younger
Escritora de ciencia sénior

Read this story in English here.
https://ciencia.nasa.gov/cambio-climatico/analisis-de-la-nasa-confirma-un-ano-de-temperaturas-mensuales-record/