Loja.- La noche del viernes 11 de octubre de 2024, en las inmediaciones de la Iglesia La Catedral, se celebró la Santa Eucaristía, presidida por Mons. Walter Heras Segarra, Obispo de la Diócesis de Loja, por los 430 años de Amor y Devoción a la Virgen de El Cisne.
Mons. Walter Heras Segarra, hizo un breve recorrido de la historia de esta advocación Mariana durante su homilía.
En esta Santa Misa estuvieron presentes niños con vestimentas típicas del Ecuador y de cada continente del mundo como símbolo de que nuestra Madre es Madre de todos.
Posteriormente se realizó el Lucernario Mariano, desde la Iglesia Catedral hasta el Coliseo Santiago Fernández García. A la luz de las velas y antorchas se rezó el Santo Rosario pidiendo a nuestra Buena Madre, la lluvia y la abundancia para nuestro país.
Como parte de la celebración también se realizó la Noche de Alabanza Eucarística y Mariana
Aparición de la Virgen de El Cisne
La aparición de la Virgen de El Cisne data del 12 de Octubre de 1594, fecha en la que la parroquia de El Cisne era azotada por una gran sequía y plaga de ratas que destruyeron todos los sembríos; consecuentemente se produjo una terrible hambruna.
En estas circunstancias los cisneños se vieron obligados a emigrar en busca de mejores tierras, por una parte y por otra lo hicieron huyendo de quienes querían esclavizarlos.
Se hallaban los ellos en esta determinación cuando se les aparece la Santísima Virgen y les dijo que fundasen allí una iglesia, pues Ella los habría de asistir para que no volviesen a tener hambre. He aquí la promesa: «𝑪𝒐𝒏𝒇𝒊𝒂𝒅 𝒆𝒏 𝒎𝒊, 𝒑𝒐𝒓𝒒𝒖𝒆 𝒐𝒔 𝒗𝒐𝒚 𝒂 𝒂𝒚𝒖𝒅𝒂𝒓 𝒚 𝒂 𝒑𝒓𝒐𝒕𝒆𝒈𝒆𝒓 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒎𝒂́𝒔 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒂́𝒊𝒔 𝒂 𝒕𝒆𝒏𝒆𝒓 𝒉𝒂𝒎𝒃𝒓𝒆; 𝒂𝒒𝒖𝒊 𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒂𝒔𝒊𝒔𝒕𝒊𝒓 𝒚 𝒍𝒆𝒗𝒂𝒏𝒕𝒂𝒅 𝒆𝒏 𝒆𝒔𝒕𝒆 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓 𝒖𝒏 𝒕𝒆𝒎𝒑𝒍𝒐, 𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒍𝒍𝒊 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒓𝒆́ 𝒔𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆 𝒄𝒐𝒏 𝒗𝒐𝒔𝒐𝒕𝒓𝒐𝒔»
En efecto hicieron así los naturales e inmediatamente comenzaron a caer las lluvias, se reverdecieron los campos y los habitantes de esa comarca recibieron muchos favores de la Bendita Madre de Dios.
Virgen de El Cisne
Según indican historiadores la imagen de la Virgen María tiene su trono más de cuatro siglos. En sus primeros años se encontraba dentro de una pequeña capilla que con el paso de los años se convirtió en una iglesia de características modestas, hasta que se construyó en forma definitiva la actual basílica de la Virgen de El Cisne, que se precia ser una de las mejores del sur del Ecuador.
La historia cuenta que en el año de 1584 se produjo una prolongada sequía que azotó a los pequeños poblados de esta provincia, originando hambre y desesperación, situación que empeoró por la presencia de plagas que consumían las pocas provisiones que servían para la alimentación de los habitantes de estos poblados.
En estas condiciones extremas a los habitantes de ese entonces se les ocurrió levantar un templo pequeño para venerar a María, madre de Dios, luego de lo cual se produjo el milagro de la lluvia que se derramó por los fértiles campos lojanos como signo de bendición que se recuerda hasta hoy.
Por orden de las máximas autoridades de la real Audiencia de Quito se mandó a incendiar la capilla, para luego los franciscanos empezar la construcción del santuario y lo concluyen después de 34 años.
El 28 de julio de 1824, el Libertador Simón Bolívar, en su calidad de presidente de la Gran Colombia, dictó un decreto estableciendo en Loja la fiesta del 8 de septiembre, disponiendo que la imagen sea trasladada todos los años con toda pompa a Loja.
En 1930 por Decreto fue coronada canónicamente la Santísima Virgen de El Cisne, con una preciosa corona de oro, trabajada por el orfebre azuayo San Martín. Es de destacar que la pequeña imagen de la Virgen mide 66 centímetros y fue esculpida en un viejo cedro entregado por los pobladores a Diego de Robles, quien plasmó en el madero la divina imagen con enormes ojos y triste mirada; el cabello negro y la piel bronceada.
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