La malnutrición infantil puede ser prevenida desde el embarazo, donde la educación nutricional juega un rol importante, promoviendo hábitos alimenticios correctos, evitando problemas como la desnutrición u obesidad infantil, dos de las enfermedades más importantes en salud pública a nivel mundial. En este contexto y en el marco del Día Mundial de la Alimentación (16 de octubre), Pasteurizadora Quito comparte información sobre los tipos de malnutrición, factores de riesgo y buenas prácticas para prevenir.
Sobre la malnutrición infantil y sus tipos:
● “Se conoce como malnutrición infantil al desequilibrio en la ingesta de nutrientes, especialmente en niños, misma que puede ser por déficit o por exceso de los mismos. Cuando es por déficit se identifica como una disminución de la estatura, retraso en el crecimiento o insuficiencia ponderal (peso inferior a la edad). Mientras que, la malnutrición por exceso se relaciona al sobrepeso u obesidad, característico por un aumento desproporcionado del peso de acuerdo a la edad o talla del niño”, explicó Ana Altamirano, Nutricionista de Pasteurizadora Quito.
● Existen cuatro tipos de desnutrición infantil: La primera es la emaciación, también conocido como insuficiencia de peso respecto a la estatura del niño; la segunda es el retraso del crecimiento o estura inferior a la que corresponde en su edad; la tercera es la insuficiencia ponderal, que es la deficiencia de peso con respecto a la edad; y por último la carencia debido a las insuficiencias en micronutrientes como vitaminas y minerales (que no es lo mismo que déficit o desequilibrio de vitaminas y minerales, ya que este último es una malnutrición).
● El déficit o desequilibrio de vitaminas y minerales es provocado por la ingesta insuficiente o inadecuada de vitaminas y minerales, generando un desequilibrio enzimático, incluso hormonal. Los micronutrientes más importantes son el yodo, vitamina A, hierro y calcio.
● Sobrepeso y Obesidad: Consiste en el aumento excesivo de tejido adiposo en relación con la estatura o edad de un niño, generado por una ingesta mayor de alimentos a lo que el individuo requiere de acuerdo con sus necesidades energéticas o gasto de energía. Esta enfermedad tiene consecuencias importantes a largo plazo, ocasionando enfermedades metabólicas como dislipidemia que consiste en la presencia de altos niveles de lípidos (colesterol, triglicéridos o ambos), diabetes, entre otras.
● La malnutrición también genera enfermedades que abarcan especialmente problemas metabólicos y cardiovasculares como diabetes o infartos de miocardio e hipertensión arterial.
Sobre los signos de alerta de la malnutrición infantil:
Existen señales a la vista que son fáciles de identificar como el bajo o excesivo peso y la talla baja. Además, existen otros síntomas claves que no deben ser pasados por alto como:
● Falta de interés por el juego.
● Irritabilidad y llanto imparable.
● Déficit de atención y pérdida de interés por el aprendizaje.
● Piel seca.
● Cansancio.
● Pérdida de cabello.
● Disminución de la fuerza y tonicidad muscular.
● Abdomen y piernas hinchadas.
● Sueño inhabitual en horas diurnas.
Sobre los hábitos alimenticios correctos para prevenir la malnutrición infantil:
● De acuerdo con la nutricionista Altamirano, “una correcta alimentación debe incluir todos los nutrientes de forma suficiente, equilibrada, variada y balanceada”.
● Se deben considerar todos los grupos de alimentos básicos para el organismo: lácteos, cereales, vegetales, frutas, carnes, grasas y azúcares. Cada grupo son de vital importancia en la dieta por su desempeño en diferentes funciones del cuerpo.
● Los lácteos, por ejemplo, proveen al cuerpo principalmente proteína de alto valor biológico, evitando así problemas de baja estatura. Además aporta un porcentaje de grasa importante a la dieta, evitando una disminución del peso en los niños. Su gran aporte de calcio también ayuda a otras funciones como el desarrollo de la masa ósea durante el crecimiento de los niños.
Recomendaciones generales:
● Asistir a controles prenatales para detectar restricción de crecimiento intrauterino y otras complicaciones del embarazo.
● Reconocer oportunamente signos y síntomas de malnutrición y acudir inmediatamente al pediatra y nutricionista.
● Tomar medidas preventivas de suplementación de micronutrientes prenatales y postnatales.
● Pedir información sobre cómo proporcionar una dieta saludable que incluya todos los nutrientes necesarios para el desarrollo y crecimiento de un niño.
● Consumir alimentos con proteína de origen animal para evitar un deterioro en la masa muscular. La leche y sus derivados lácteos son ideales para ello, se recomienda incluirlos en sus diferentes formas como leche entera o descremada, yogurt o queso en diferentes platos: batidos, sopas y/o salsas.
● Ingerir alimentos ricos en calcio para evitar la pérdida de masa ósea. La leche es uno de los alimentos más ricos en calcio.
● Mantener siempre hidratados a los niños.
● Consumir alimentos ricos en minerales como hierro, calcio, sodio, zinc, etc.
● Respetar siempre las porciones que cada niño ingiere, este aspecto es individualizado ya que solo el niño es capaz de detectar la capacidad que tiene su estómago de ingerir alimentos.