EE.UU. anuncia apoyo financiero a Ucrania si emprende reformas

Kiev.- (EFE).- La secretaria de Estado adjunta de EEUU para Asuntos Europeos, Victoria Nuland, afirmó hoy que su país y la comunidad internacional respaldarán financieramente a Ucrania si emprende reformas políticas y avanza hacia la defensa de los derechos humanos.

«La comunidad internacional y Estados Unidos están dispuestos a ofrecer respaldo a Ucrania si avanza rápidamente por la vía de la defensa de la dignidad y los derechos humanos, del arreglo del conflicto y de las reformas políticas», dijo en una rueda de prensa en Kiev la diplomática norteamericana.

Recalcó que «nadie, ni EEUU ni el Fondo Monetario Internacional ni Europa, va a ayudar a una Ucrania que no emprenda reformas».

Nuland, que durante su visita a Kiev se reunió con el presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, y con los líderes de la oposición, agregó que la ayuda de EEUU y el Fondo Monetario Internacional a Ucrania «puede ser muy importante para sus reformas».

Preguntada sobre las denuncias formuladas desde Rusia acerca de que en el territorio de la embajada de EEUU en Kiev son adiestrados militarmente activistas opositores, la diplomática contestó: «Eso es ciencia ficción».

«Estados Unidos desarrolla una política muy transparente en relación a Ucrania», recalcó.

Agregó que Washington está interesado en que Kiev y Moscú tengan relaciones políticas y económicas pacíficas, «pero Ucrania debe actuar como ella considere necesario, hacer su opción y tener su propia postura».

La actual crisis en Ucrania se desató a finales de noviembre pasado, después de que Yanukóvich aplazara la firma del Acuerdo de Asociación que se estaba negociando con la Unión Europea.

Ante las crecientes manifestaciones europeístas en el centro de Kiev, ocupado por la oposición, la mayoría parlamentaria progubernamental aprobó el pasado día 16 una serie de leyes para restringir el derecho de reunión y otras libertades civiles.

Tres días después, se registraron en la capital violentos choques entre manifestantes y policías antidisturbios que causaron seis muertos y centenares de heridos.

Tras el derramamiento de sangre, las autoridades y la oposición iniciaron un proceso de negociaciones, al que siguió la dimisión del Gobierno encabezado por Nikolái Azárov y la revocación de las polémicas leyes.