Loja.- “Han pasado 10 años, incluso la pandemia del COVID 19, la pase aquí en Loja, soportando la vicisitudes de un ambiente solido y sin contar con nadie. El cambio administrativo o disposición dictatorial en ese entonces se dio, causando un grave perjuicio a mi estructura y por supuesto a ustedes los usuarios de este lugar”, comenta el famoso Puente Bailey.
En marzo de 2014, comenzó mi vía crucis, según las autoridades del Ministerio de Transporte y Obras Púbicas (MTOP), con la complicidad del GAD Municipal de Loja, me supieron manifestar “que solo era por ocho días, este cambio administrativo y técnico”, pero han pasado 10 años, de que se emitiera esta disposición arbitraria en mi condición de puente Bailey, que por cierto me estoy debilitando cada día, por el paso constante de todo tipo de automotores, hasta de bicicletas.
Mi traslado se dio en un momento de incertidumbre política, el objeto era de ubicarme en el sector “La Argelia”, en la avenida Reinaldo Espinosa entre la Pio Jaramillo Alvarado y Eduardo Kigman. Lugar de mi residencia actual.
Argumentos que quedaron en el aire
Para ese entonces, según los informes del Municipio determinan el flujo de tránsito de vehículos pesados por parte de la compañía Técnica General de Construcciones (TGC), que tenía a su cargo la construcción de la vía lateral de paso, el constante paso de estas volquetas, ocasionó los daños en la infraestructura del puente.
Entre los años 2014 y 2015, mientras se realizaba la construcción del Paso Lateral de Loja y del IV Eje Vial, circulaba por el sitio transporte pesado con material pétreo, por ello se procedió a la ubicación del puente bailey de emergencia y para mayor seguridad.
Se oficia reclamo
El pasado 17 de marzo de 2014, el alcalde de ese entonces (Jorge Bailón Abad fallecido), ofició al Ministerio de Obras Públicas para que intervenga en el puente de la avenida Reinaldo Espinosa ubicado, en el sector La Argelia, en la vía principal a Malacatos, pedido que era provisional hasta gestionar los recursos para la reconstrucción del mismo, situación que nunca se cumplió.
Según Marco Carpio, jefe de Obras Públicas de ese entonces manifestaba que en dicho lugar se debe construir una aleta que proteja la estructura del puente y hacer muros de gaviones para que el río no socave la tierra. Además, explicaba que los pilones que soportan la losa del puente no están afectados, por lo que no hay peligro de que colapse el mismo.
Otros argumentos técnicos
Jorge Muñoz, director de Planificación del Municipio de Loja, en la administración del alcalde José Castillo Vivanco (2017), decía “que por pedido del alcalde se realizó una nueva inspección al puente el 8 de noviembre de este año, para observar las condiciones en las que se encuentra en la actualidad, así como para determinar las posibles causas que originaron el problema que se presenta en el carril norte”.
Informe técnico de 2017
En el 2017, se presentó un informe técnico suscrito por Xiomara Encalada, técnico de planificación del Municipio, se resalta en primer lugar que no existen muros de ala aguas arriba y aguas abajo, dejando sin protección los estribos del puente, los cuales se encuentran socavados.
También que existen fisuras y grietas en el estribo oriental, mientras que en el estribo occidental aguas abajo, al desprenderse el muro de ala, ha quedado a la intemperie el acero estructural que se encuentra con óxido.
Más informes y no hay solución
El informe hace notar que existe socavación bajo el estribo occidental donde se acumula palizada y otros objetos que arrastra el agua, destacando que tanto las grietas y el deslizamiento del muro de ala pueden ser originados por el incremento notable de cargas, entre las causas principales.
Jorge Muñoz hace notar que todas estas fallas se presentan en el carril donde circulaban las volquetas cargadas provenientes de Malacatos, no así en el carril sur por donde las mismas volquetas regresaban sin carga, lo cual también es obvio en el resto de la avenida.
Proceso judicial
Señala que el riesgo de colapso en esas condiciones fue inminente, por lo que la colocación del puente Bailey era necesaria, mientras se realizan medidas preventivas, las cuales no se han podido ejecutar debido a que sobre persiste aún un proceso judicial en marcha.
Soluciones a medias
Las recomendaciones ante este tipo de situaciones es realizar obras de rehabilitación, protección y limpieza para evitar el colapso total, restringir el paso de vehículos pesados, señalar las alturas permisibles, así como el peso máximo que puede soportar el puente según el informe, pero además Muñoz considera que es necesario construir un azud en el río con el objetivo de que se vuelva a cubrir las bases del puente y se puedan estabilizar.
Construir nuevo puente
No obstante, lo ideal en este caso sería reconstruir el puente en su totalidad, pero eso dependerá del presupuesto con el que se cuente y las decisiones que se tomen una vez resuelto el juicio, de lo cual dependerá el futuro de esta estructura que enlaza la parte sur del cantón con la ciudad.
“Esto no se debe a la vetustez del puente pues caso contrario estarían colapsados el resto de puentes de la ciudad que son más antiguos”
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