Loja.- Ecuador es el tercer país de la región con el mayor número de refugiados y migrantes. Según datos del Grupo de Trabajo para Refugiados y Migrantes (GTRM), ha recibido hasta la fecha a 502.214 migrantes.
El 20 de Junio conmemoramos el Día Mundial del Refugiado. Es una iniciativa de las Organización de Naciones Unidas (ONU) tendiente a evidenciar la realidad que afecta a millones de personas en los cinco continentes.
Se celebró lo por primera vez en 2001, por el 50 aniversario de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951.
Ecuador es parte de esa realidad. Acogemos a numerosas personas y familias que buscan garantías a sus vidas e integridad. En Fundación Familia Sin Fronteras, somos una organización de la sociedad civil, con 17 años de labor social especializada y profesional, en pro de vida digna de migrantes, refugiados, desplazados, víctimas de conflictos armados, de desastres.
Somos parte de un Sistema Universal de Derechos Humanos; ello nos faculta a desarrollar iniciativas dentro del principio de Protección Internacional, al igual que todos los países.
En Informe Operacional 2022, de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados- ACNUR, nuestro país registró un total de 74.000 personas de tránsito y de destino.
“Ecuador sigue albergando el tercer número más alto de refugiados y migrantes de Venezuela en la región, con 502.200 residiendo actualmente en el país, según el Grupo de Trabajo para Refugiados y Migrantes (GTRM)”, señala el documento.
Desde la Sociedad Civil asumimos importantes roles dentro de estos procesos. Uno de ellos y esencial es el de información y asesoría dada a las personas y familias que buscan refugio. Las decisiones dependen de los países de acogida que cuentan con rigurosos mecanismos de análisis y verificación de las situaciones que motivarían las solicitudes.
Como país, acogemos a cientos de personas cada año en los parámetros establecidos por el Derecho Internacional Humanitario. Los desafíos son crecientes. De una parte, el cumplir con las obligaciones que implica ser parte de esos mecanismos de protección universalmente reconocidos y vinculantes y de otra, el asumir aquello desde la certeza que es necesaria una inclusión real y profundamente humana de personas y familias, que han sido víctimas de guerras, persecuciones, crisis sociales y humanitarias e incluso desastres naturales.
Como Fundación Familia Sin Fronteras, en su desempeño social y humanitario, constatamos que es imperativa la re articulación de sinergias inter institucionales y multinivel para responder mucho más adecuadamente a esas realidades.
En esa perspectiva, realizamos el llamado a re encontrarnos en el objetivo de ratificar a Ecuador y su capital: Quito en su condición de país/ciudad de acogida y de tradición humanitaria. Ello implicaría el re definirnos en identidades y caminar hacia la de una Ciudad Santuario, donde sea posible seguir garantizando y mejorar significativamente la acogida y acompañamiento a personas y familias que requieran protección internacional. Así consolidaríamos el Ecuador resiliente y fraterno que se enriquece de la diversidad cultural y humana.