Dr. Gonzalo Silva Hernández
Ex Magistrado de la Corte Suprema de Justicia
¿A qué precio queremos la paz?, ¿a qué precio anhelamos el derecho y la justicia?, no sé cómo en estos días de crímenes y sicariatos con mayor publicidad en varias provincias del país, identificadas con la peligrosas, No, de terror.
Me pregunto, ¿no sé cómo conseguir la paz al precio de la anarquía a sabiendas que los delincuentes conocen las pírritas leyes y Constitución que les garantiza y favorece para su egreso de los centros carcelarios?, saben y conocen que la administración de justicia es un verdadero lastre, en su conformación de manera general la decepciones mínimas de jueces y fiscales que fijan e imponen en sus decisiones, el aval constitucional y legal descarados como ellos no, desvergonzados por cuanto su coraza de insensatez, les cubre y sostienen otros más poderosos y comprometidos con este flagelo que hoy, a esperas de fecha día y hora, para la formulación de cargos, me refiero al grupo mayoritario del Consejo de la Judicatura y los decidores en la misma función como jueces y fiscales.
Sin embargo se quiere conseguir el derecho con el Imperio doloso, de la fuerza jurídica que imponen, se quiere conseguir la justicia, que la realización del derecho y defensa social que debe ser real y efectiva, deben entender que la libertad no es patrimonio de ningún individuo para delinquir, no, a estos cuernos del toro, la inseguridad en particular o mayúsculamente sumado al desempleo antecedente de los delitos mayúsculos, se debe enfocar y que los gobernantes entiendan que se debe enfrentar y descender a límites tolerables, el caldo de cultivo de la delincuencia, las sabiendas que el microbio es el delincuente.
Requerimos un sistema de justicia moral, eficiente y efectivo en el que cada ciudadano se volque a respetarla, a acatarla sus decisiones, que se proscriban y deroguen estas disposiciones inconstitucionales que les favorece a los infractores en su ingreso, como egreso inmediato no obstante los delitos y que en flagrancia ejecutan y consuman; saben y conocen repito las pirritas leyes y Constitución que les favorece.
Urge por consiguientemente, insinuó comedidamente al señor presidente una consulta popular de entre las preguntas, que se cesen a los designados para representar los órganos de control desde el año 2018, designados, digo por el extinto Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, que desconoció el tenor literal de las preguntas de la consulta y perpetró el más lacerante sacrilegio en contra de todos los ecuatorianos, a la vista no requiere más pruebas son evidentes por supuesto y en mérito, primigenio las otras preguntas aprobadas por la Corte Constitucional en el año 2019, antecedente, la presentación y pronunciamiento favorable a la pretensión de un grupo selecto de profesionales de la provincia de Santo Domingo de los Tsachilas a cargo su representante el señor doctor Orlando amores.
José de Ingenieros el argentino en sus en su obra fuerzas morales expresó la justicia es un equilibrio entre la moral y el derecho insinuamos comedidamente un pronunciamiento gubernamental es imperioso.