Luis Casal.- (Business Insider España).- La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido este lunes que, a pesar de las grandes esperanzas depositadas en la vacuna contra el COVID-19, puede que nunca llegue a haber una «bala de plata» que solucione el virus, además de que el camino hacia la normalidad será largo y tedioso.
Más de 18 millones de personas en todo el mundo se han infectado con la enfermedad y 688.080 han muerto, según el recuento de Reuters. A la vista de la vuelta a los malos resultados, países que pensaban que habían superado su pico en la pandemia están volviendo a experimentar rebrotes masivos y ya vislumbran los primeros vestigios de la segunda olas a finales de año.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y el jefe de emergencias de la organización, Mike Ryan, exhortaron a todas las naciones a aplicar rigurosamente medidas sanitarias como el uso de mascarillas, el distanciamiento social, el lavado de manos y la monitorización de casos y pruebas.
«El mensaje a los pueblos y gobiernos es claro: ‘Hagan todo lo que sea necesario [para contener la enfermedad]'», concretó Tedros. Según el doctor, las mascarillas deberían convertirse en un nuevo símbolo de solidaridad en todo el mundo.
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Por contra, la fiabilidad de una futura vacuna no está todavía comprobado que pueda funcionar como solución final contra el virus: «No hay una bala de plata en este momento, y puede que nunca la haya», resumió, anticipando un papel primordial en las nuevas investigaciones y destino de recursos sanitarios.
Ryan, a su vez, asegura que los países con altas tasas de transmisión, incluyendo Brasil e India, necesitaban prepararse para una gran batalla contra el virus: «La salida será larga y requiere un compromiso sostenido». Los funcionarios de la OMS, por su parte, esperan noticias de su equipo de investigación avanzado en China, donde todavía permanecen asentados.
Un equipo más grande de expertos chinos e internacionales, dirigido por la OMS, lleva ya meses estudiando los orígenes del virus en la ciudad de Wuhan, aunque el momento y la composición del mismo aún no están claros. por su parte, Tedros ha instado a las madres a que sigan amamantando a sus hijos aunque tuvieran el COVID-19, ya que los beneficios «sustancialmente» superaban los riesgos de infección.
El jefe de la OMS ha indicado que, si bien el coronavirus era la mayor emergencia sanitaria mundial desde principios del siglo XX, la búsqueda internacional de una vacuna también supone un hecho histórico a nivel de relevancia y cooperación.
«Hay muchas vacunas en proceso de prueba, un par en la etapa final de los ensayos clínicos y todavía mantenemos la esperanza, pero eso no significa que vayamos a tener la vacuna, ni significa que vaya a haber buenos resultados pronto, ni mucho menos que sea la solución final para acabar con la pandemia», arguyó.
A sus ojos, existe la preocupación de que la vacuna o bien no funcione o que su protección pueda ser sólo por unos meses, no más. «No obstante, hasta que no terminemos los ensayos clínicos no lo sabremos con certeza», sentenció Tedros.
Luis Casal