Javier Taeño.- (EFE).- La situación se mantiene estable desde hace varias semanas. Rusia tiene desplazada a la frontera ucraniana miles de efectivos, mientras que Kiev recibe el apoyo de la OTAN. Han sido días de cruces de declaraciones y de amenazas, pero por el momento no se ha producido la temida invasión rusa.
Al mismo tiempo, los actores implicados en el conflicto intentan buscar soluciones dialogadas y Emmanuel Macron, presidente de Francia, se ha erigido como uno de los principales mediadores, intentando lograr la desescalada con sendas reuniones con los mandatarios ruso y ucraniano. Sin embargo, su labor no ha dado muchos frutos.
Cabe recordar que actualmente Francia ostenta la presidencia del Consejo de la Unión Europea y que Macron se encuentra a las puertas de unas elecciones presidenciales que se disputarán en el mes de abril de 2022. Así, su estrategia de mediador, con influencia internacional, podía darle réditos de cara a los comicios, pero Putin no le ha dado mucha opción, ya que la frialdad y los desprecios han sido la nota predominante del encuentro.
Macron viajó a Moscú el 7 de febrero para entrevistarse con el mandatario ruso. Tradicionalmente, cuando un presidente o primer ministro acude a un país extranjero, suele ser recibido por una comitiva, que le da la bienvenida. Sin embargo, en esta ocasión el político galo no tuvo ese tipo de recibimiento y su llegada fue igual de fría que la reunión que iba a tener lugar después.
De hecho, tal y como se aprecia en el vídeo, el propio Macron parece confundido ante la situación, algo poco frecuente y que refleja perfectamente el momento de tensión que se vive en el continente.
Esta primera toma de contacto ya fue significativa de lo que le esperaba a Macron en Moscú y la reunión posterior fue por los mismos derroteros. En la diplomacia son muy importantes los detalles y no ha pasado desapercibido el sitio en el que se han sentado a dialogar ambos mandatarios.
Una sala blanca sin ningún color cálido, un saludo a distancia y una mesa de varios metros que separaba a Putin y a Macron, un reflejo visible de la distancia que había entre las posturas de los dos. Curiosamente la extensión de la mesa era para evitar contagios covid, pero es notorio que Putin jamás se pone la mascarilla, por lo que no puede ser interpretado como un gesto más.
Esta reunión tan tensa no ha pasado desapercibida en la prensa francesa. Una de las portadas más significativas ha sido la del periódico Libération. ‘Diálogo a la rusa’ era el titular y la imagen del encuentro había sido retocada para mostrar la mesa con una forma laberíntica.
Respecto al contenido de la conversación, que se ha extendido durante varias horas, poco que decir. Macron ha apostado por un tono conciliador y ha intentado sacar el compromiso de Putin a la desescalada, aunque sin éxito.
Conviene recordar que la propaganda rusa suele retratar a Europa como una colección de estados débiles que actúan como perritos falderos de Estados Unidos. De ahí puede venir la frialdad de Putin y los desprecios a Macron.
No se puede olvidar que la única reunión que ha tenido Putin sobre Ucrania fuera de Rusia ha sido con Biden y se produjo en Ginebra (Suiza). Una muestra clara de que es a Estados Unidos al que considera su principal interlocutor en esta crisis y Europa para Moscú ocupa un papel totalmente secundario y poco relevante.
Así, los intentos de Macron de tener más protagonismo en este conflicto no han dado muy buenos resultados, a pesar de sus viajes a Ucrania y Rusia. No es descartable, no obstante, que a escasas semanas de las elecciones el presidente francés multiplique sus apariciones en el tablero internacional.
Por el momento, Macron lidera las encuestas de cara a las presidenciales, mientras que la derecha y la extrema derecha se disputan la segunda posición a cierta distancia. Pero todo está muy abierto.