MENSAJE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL ECUATORIANA “LA VIOLENCIA NO PREVALECERÁ”

A todos los hombres y mujeres de buena voluntad que viven en Ecuador

Vivimos momentos de zozobra en nuestro país. La delincuencia organizada está sembrando, en la cotidianidad de nuestras vidas, caos y desesperación.

La violencia, venga de donde venga, debe encontrarnos unidos, mirando hacia adelante, y con la fortaleza necesaria para que el Ecuador sea lo que siempre ha sido, un lugar de paz, de trabajo, de fraternidad.

No caigamos ni en el pánico estéril que hace el juego de los violentos dando crédito a cualquier imagen alarmista compartida en redes sociales, ni en la ingenuidad de bajar los brazos creyendo que esta lucha es solo de quienes nos gobiernan.

Toda actividad reñida con la ley, en cualquier instancia de la sociedad y del Estado, debe ser considerada como una traición a la Patria, a los valores más sagrados de nuestra ecuatorianidad y a Dios que será el Juez de nuestras vidas.

Somos un país de fe. Desde niños aprendimos que todos somos hermanos llamando Padre a Dios; a Él le confiamos, una vez más, la integridad de cada ecuatoriano de bien, y la estabilidad del Estado como garantía de que la paz volverá lo antes posible.

En este 2024 en que celebramos los 150 años de la Consagración de nuestro país al Sagrado Corazón de Jesús nos comprometemos con la vida y la justicia y le pedimos a Él que “salve al Ecuador”.