La tecnología y la digitalización son aliados fundamentales para capacitar a empresas y hogares en la toma de decisiones de consumo energético.
El compromiso conjunto de gobiernos, industrias y usuarios es fundamental para lograr una transición energética complementada por un uso responsable del recurso.
La transición hacia una matriz energética sostenible en Ecuador se presenta como un camino esencial para abordar los desafíos ambientales y maximizar las oportunidades para las generaciones futuras. En ese contexto, el país se enfrenta a desafíos significativos que van más allá de la adopción de tecnologías renovables. Se debate el futuro del cuerpo legal sobre competitividad energética para generar nuevas fuentes de energía, así como robustecer la infraestructura de transmisión y distribución, entre otros beneficios para el sector industrial, doméstico y otros.
Expertos de Schneider Electric, empresa líder en digitalización para la sostenibilidad y eficiencia energética, destacan la importancia del compromiso conjunto de gobiernos, industrias y usuarios para lograr una transición energética complementada por un uso responsable de la energía y marcos normativos que respalden la descarbonización y el acceso a la energía en hogares.
“Se proyecta que el 86% de las inversiones en generación de energía hasta 2040 estarán destinadas a combustibles libres de carbono, marcando un claro avance hacia fuentes energéticas más limpias y sostenibles. Dentro de este panorama, se prevé que el 71% de estas, tendrán como finalidad el desarrollo de proyectos de energía eólica, solar e hidráulica, subrayando la creciente importancia de las energías renovables en el futuro del sector”, menciona Daniel Garrido, Gerente General de Schneider Electric Ecuador.
¿Qué otras acciones se podrían implementar?
Desarrollo de sistemas alternativos de generación de energía: El desarrollo de sistemas solares, eólicos y geotérmicos resulta fundamental para la consolidación de una matriz energética diversificada capaz de responder a una demanda en crecimiento. Son modelos que fomentan la innovación y que proporcionan una fuente de energía estable y segura.
Empoderar a los usuarios para controlar y optimizar su uso de energía: La digitalización desempeña un papel fundamental en empoderar a los usuarios para controlar y optimizar su uso de energía. Mediante la implementación de tecnologías inteligentes y aplicaciones móviles, los consumidores pueden monitorear en tiempo real su consumo energético en casa o en la empresa.
Uso de información y datos para establecer patrones de consumo: Los datos derivados de la operación de una organización se convierten en un elemento fundamental para determinar patrones de consumo, lo que a su vez facilita la toma de decisiones informadas para reducir el consumo innecesario. Por su parte, los sistemas de automatización permiten a los usuarios apagar o regular dispositivos electrónicos de forma remota, optimizando así el consumo energético.
Establecer sistemas de microgrids: Se trata de sistemas energéticos integrados con los que es posible gestionar recursos de energía distribuidos e interconectados, como fuentes de producción solar, generadores de combustible y la red eléctrica, junto con sistemas de almacenamiento de energía, adaptándose dinámicamente a los límites de carga.
Comprar energía de forma estratégica: Es fundamental identificar las oportunidades estratégicas de compra de energía en una organización. Un enfoque de administración energética, implica establecer una estrategia de compra que incorpore proyectos de eficiencia y una estrategia de sostenibilidad completa. Esta aproximación no solo optimiza los costos, sino que también contribuye significativamente a la sostenibilidad y eficiencia operativa de tu empresa.
En este sentido, Schneider Electric ha desarrollado EcoStruxure Microgrid. Una solución que garantiza la continuidad y estabilidad del suministro de energía en entornos productivos. Realiza una gestión eficaz de las instalaciones y conexiones a la red, maximizando la confiabilidad y favoreciendo la integración de energías renovables. Reduce costos de capital y simplifica operaciones y mantenimiento, proporcionando una fuente de energía confiable y eficiente para operaciones de gran escala.
La digitalización y su rol fundamental en la transición energética
La digitalización del sector eléctrico se revela como el pilar fundamental para una transición energética eficiente en precios, recursos y funcionamiento. Garrido subraya que solo a través de una transformación más digital se puede lograr un mercado eléctrico con más información para tomar decisiones informadas. De esta manera, destaca la necesidad urgente de continuar invirtiendo en infraestructura energética digital.
La adopción de tecnologías como los Smart meters desempeña un papel crucial al permitir una medición precisa del consumo eléctrico y aprovechar al máximo la generación de energía renovable. Los algoritmos de big data respaldan la transición hacia hogares inteligentes y sostenibles, mientras que la inteligencia artificial y el aprendizaje automático presentan oportunidades para llevar al sector energético a contribuir significativamente a la descarbonización global.
“La verdadera transición energética no solo ocurre en los centros de generación, sino en la modulación de patrones de consumo a través de la digitalización. La migración hacia fuentes amigables con el medio ambiente se potencia con una transición digital, permitiendo un uso óptimo de la energía generada y la integración eficiente de sistemas eléctricos y de consumo”, manifiesta Garrido.
En ese contexto, es importante destacar que la tecnología y la digitalización son aliados fundamentales para capacitar a empresas y hogares en la toma de decisiones de consumo. Así, como concentrar sus esfuerzos en reducir costos, automatizar procesos y optimizar resultados en todas las líneas de acción, extendiéndose a los hogares y la industria.
Schneider Electric, empresa líder en la digitalización para la sostenibilidad y la eficiencia energética, ratifica su compromiso de empoderar a todos y construir puentes entre el progreso y la sostenibilidad, contribuyendo así a la transformación positiva del sector energético en Ecuador.