Dr. Gonzalo Silva Hernández
EX MAGISTRADO DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
En los dos últimos años, los abogados en libre ejercicio sienten la antipatía de algunos sectores de la sociedad, del porqué aceptan y con frecuencia las defensas de procesados, en causas de carácter público dicen.
Si bien, no existe esta tipicidad en el catálogo penal, se identifica en contra de los funcionarios públicos o del Estado, que han incurrido en infracciones penales, supuestas.
Sin embargo, aprecio que los profesionales cumplen con su obligación defender, por más execrable que sea el delito confiado, con la ética y moral; no está en la ética y la moral dejar de defender con ética y con moral, por supuesto.
El Estado a través de la Defensoría Pública se está beneficiando de este sistema, sin la sanción pública, a esta conclusión arriba en los profesionales del derecho, que defienden a sus clientes frecuentemente afectados los letrados, libres de litigio profesional, preocupados no por su capacidad en el ejercicio puro y prístino, no?, que de la noche a la mañana, les involucren en delitos de delincuencia o crimen organizado.
Vista las últimas reformas del mes de marzo del 2023, en el tiempo del presidente Lasso, además que sus estudios profesionales y hogares sean víctimas de allanamientos insensatos y despreciables, con el único y trayectorio fin se alejen de las defensas; o ultrajarlos públicamente por sus intervenciones en el campo judicial, estamos viviendo en un mundo de manicomio en el país.
Los abogados no vivimos en un mundo de los ponis, están los funcionarios judiciales léase Fiscalía, jueces proscribiendo derechos confundiendo que como representan a la bendita pública, no término acuñado que no corresponde a la Administración de Justicia.
La administración de justicia no es de venganza, ni de selectividad imponense alejar estos pensamientos nefastos, lástima decir de abogados fósiles que sostenían estos ex abruptos, disque en base de la ley, los que acuden a estas violaciones están recurriendo a disposiciones represivas, con el aval del COIP que constituye el ripio de la justicia penal.
Prostituyendo el debido respeto y creando un ambiente de terror, no a la ciudadanía, también a los profesionales por su condición de abogados, en obligación no un deberse atender, sino media una razón para declinar el tiempo es inexorable señores, transcurre Lope de Vega nos recuerda nunca tengo golpes de mi dolor porque cuando el mío sea viejo el tuyo será nuevo y yo le añado y peor.