Quito.- (@srradioEc).- Durante el pico de la pandemia por el brote del COVID-19, no solo se vio afectada la rutina de la ciudadanía, al verse imposibilitada de salir de casa o realizar un paseo familiar, sino que niños, jóvenes y adultos tuvieron que cambiar las aulas y oficinas por clases virtuales y teletrabajo.
Estos factores tuvieron un impacto directo en los hábitos de vida de las personas, obligándoles a pasar mucho más tiempo que antes frente a la pantalla del computador y/o de dispositivos móviles, lo que derivó en un importante incremento de problemas visuales.
Según Alejandro Lalama, jefe de Optometría de Óptica Los Andes, la pandemia aumentó las patologías visuales en toda la población, sin importar edad o género. “Las consultas y diagnósticos que hemos realizado en este tiempo reflejan un auge exponencial de pseudomiopías, aumento de medidas en lentes, y varios casos de sequedad ocular”, manifiesta el especialista.
Además, indica que se ha evidenciado una repercusión más elevada en la salud visual de aquellas personas que padecieron de COVID-19.
A continuación, el experto de Óptica Los Andes, detalla los principales problemas visuales que provocó la pandemia en la población, y brinda algunas recomendaciones para prevenirlos.
- Sobre los problemas visuales más comunes pospandemia
● Pseudomiopía: Se trata de una miopía que se produce por un exceso de fijación de la vista en distancias cercanas, provocada por el excesivo trabajo en visión próxima, causado tanto por el teletrabajo, como por las clases virtuales.
● Aumento de medidas: Se incrementó de manera acelerada en los pacientes el aumento de medidas, causado por el trabajo excesivo en visión intermedia (visión a distancias intermedias entre lejos y cerca), y en visión próxima (visión de objetos cercanos, generalmente a una distancia inferior a la longitud de un brazo extendido).
● Sequedad ocular: Este defecto, también conocido como síndrome de ojo seco, es uno de los trastornos oculares más frecuentes. Los síntomas aparecen cuando el ojo no produce la suficiente cantidad de lágrimas, o estas no tienen los componentes necesarios para hidratar y lubricar el ojo. Esta patología se derivó por la falta de parpadeo, como consecuencia del uso constante de dispositivos móviles.
● Problemas visuales presentados en personas contagiadas con COVID-19: Según el especialista, el 30% de los pacientes con coronavirus presentaron problemas oculares como conjuntivitis (inflamación o infección en la membrana transparente que recubre el párpado y la parte blanca del globo ocular), hiperemia conjuntival (que se produce durante conjuntivitis, provocando liberación de histaminas en la sangre, lo que hace que los capilares se expandan), ojo rojo o seco (afección frecuente que aparece cuando las lágrimas no pueden lubricar los ojos de forma adecuada), quemosis (es un signo de irritación del ojo que, cuando es grave, genera una hinchazón muy fuerte en el tejido, que evita que se pueden cerrar los ojos apropiadamente), lagrimeo (exceso de lágrimas saliendo de los ojos), dolor ocular (se origina en el interior del ojo como una palpitación o dolor leve y continuo), queratoconjuntivitis (es una resecación crónica de la conjuntiva y la córnea de ambos ojos, debido a una película lagrimal insuficiente), y/
o microhemorragias (que se caracterizan por la aparición de una mancha roja de sangre bajo la conjuntiva ocular), entre otros signos.
Frente a ello, el experto de Óptica los Andes, señala que la conjuntivitis es la manifestación más común, que se presentó en el 0,7% de pacientes en la primera expresión de la infección. “Puede tratarse de una conjuntivitis viral inespecífica o una conjuntivitis folicular viral leve, normalmente asociada a la presencia del virus en la toma de muestra y la realización de un examen PCR”, explica. Otra variante es la que
se presenta en pacientes en cuyas lágrimas no se aísla el virus, lo que provoca una reacción conjuntival como parte de la respuesta inflamatoria sistémica que se produce en esta enfermedad.
Además, las reacciones adversas de algunos de los fármacos que se utilizan para el tratamiento de la COVID-19, producen manifestaciones oftálmicas, por ejemplo:
➢ Antimaláricos (cloroquina e hidroxicloroquina): causan disfunción del cuerpo ciliar, catarata subcapsular posterior, depósitos corneales y retinopatía.
➢ Antivirales (oseltamivir): se ha reportado la posible asociación con enoftalmo con su administración en gestantes, (lopinavir/ritonavir o kaletra) causa hepatopatía e ictericia, (ribavirina) puede producir conjuntivitis.
➢ Macrólidos (azitromicina): inhibe la producción de citocinas proinflamatorias.
➢ Otros fármacos: El fingolimod genera visión borrosa, dolor ocular y el tocilizumab produce conjuntivitis.
- Recomendaciones para evitar afectaciones visuales.
De manera preventiva, el Dr. Lalama brinda las siguientes recomendaciones ante la exposición elevada a pantallas y dispositivos móviles:
● Desviar la atención durante intervalos de tiempo, mirando a la ventana o apreciando un paisaje diferente.
● Usar lentes anti reflejos, incluso si se tiene una visión perfecta. De esta manera, se disminuirán los reflejos de luz.
● Realizar 5 minutos de pausas activas visuales, por cada hora frente al computador.
● Colocarse lubricante ocular, con la periodicidad indicada por el especialista.