Europa Press
Quito. (La Jornada).- La Justicia de Ecuador abrió una nueva investigación contra el ex presidente Rafael Correa por presunta malversación de fondos en el marco del caso “Sucre”’, un entramado de corrupción en torno a Alex Saab, presunto testaferro del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
La Fiscalía ecuatoriana notificó al ex mandatario de la apertura de una nueva pesquisa en su contra, tal y como ha confirmado el propio Correa en un mensaje difundido a través de su cuenta de Twitter.
Correa acusó a la Justicia ecuatoriana de ser «un circo»: «Miembros de la mayoría de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea son parte de los payasos».
El expresidente reside actualmente en Bélgica a pesar de haber sido condenado a ocho años de prisión en el país sudamericano por su implicación en un caso de sobornos, unas acusaciones que ha negado en reiteradas ocasiones.
La Comisión de Fiscalización del Parlamento de Ecuador señaló en un informe la existencia de «exportaciones ficticias» de la empresa Fondo Global a través del Sistema Unitario de Compensación Regional (Sucre).
El sistema fue adoptado en 2009 y permitía el comercio virtual entre países miembro de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP). De acuerdo con el presidente de la comisión, Fernando Villavicencio, Sucre supuso una alternativa al dólar, pero se habría utilizado para blanquear más de 2 mil millones de dólares.
De esta forma, Saab habría utilizado al sistema de compensación de los países del ALBA para blanquear dinero a través del pago por exportaciones ficticias entre Ecuador y Venezuela, lo que le habría permitido blanquear grandes cantidades de dinero durante el gobierno de Correa.
Estas exportaciones se hacían con la supuesta complicidad de más de una treintena de altos cargos del gobierno de Correa, según sostienen varios parlamentarios. El informe de la comisión sobre la trama de corrupción en cuestión habría sido enviado también a los fiscales de Estados Unidos, Panamá, Colombia y Venezuela.
Correa, por su parte, sigue denunciando una persecución judicial en su contra por parte de «grupos poderosos» que buscan eliminarlo de la esfera política ecuatoriana.