Líder opositor Guaidó recupera terreno en Venezuela

CARACAS (CHRISTINE ARMARIO y FABIOLA SÁNCHEZ.- AP) — Con un elegante traje negro y una corbata azul brillante, Juan Guaidó se abrió paso entre filas de guardias nacionales equipados con cascos, maldiciendo y regañándoles como si fueran niños por cortarle el acceso a la Asamblea de Venezuela.

“¡Tú no decides quién ingresa!”, exclamó ante el rostro del joven que le impedía llegar a las lujosas salas de la cámara.

En los últimos días, el líder opositor que sacó a miles de venezolanos a la calle el año pasado solo para ver cómo su influencia se evaporaba y el presidente, Nicolás Maduro, se mantenía en el poder, parece estar recuperando terreno.

Las imágenes del hombre reconocido por Estados Unidos y otros 50 países como presidente legítimo de Venezuela escalando la cerca de hierro de la Asamblea Nacional, enfrentándose a guardias nacionales y haciendo una emotiva proclamación en un congreso a oscuras porque opera sin electricidad, parece haber reactivado a su base una vez más.

“Hoy es el protagonista otra vez”, señaló Luis Vicente León, presidente de Datanalisis, una encuestadora con sede en Caracas. Sin embargo, añadió el analista, “no es suficiente lo que ocurrió. Tiene que convertir esa energía potencial a energía cinética”.

El legislador de 36 años lleva una pesada carga sobre los hombros: hacer que el maltrecho movimiento opositor se reinvente y evite convertirse en un apunte en los libros de historia depende de que pueda aprovechar esa nueva relevancia.

Esta semana habrá una importante prueba cuando los venezolanos decidan si responden a su convocatoria de nuevas protestas. Muchos son escépticos de que Guaidó pueda seguir movilizando grandes multitudes. Se estima que 4,5 millones de personas han abandonado el país, muchos de ellos los jóvenes más propensos a protestar. Muchos otros están demasiado preocupados por necesidades básicas, como conseguir comida y medicamentos, como para acudir a una manifestación que podría no cambiar nada.

Guaidó también tendrá que trabajar con las distintas facciones opositoras, que se unieron para reelegirle como jefe de la Asamblea Nacional, para decidir si participan o no en las elecciones legislativas de este año. Por ahora, la oposición no ha presentado una estrategia conjunta. Muchos son reacios a participar en unas elecciones mientras Maduro siga en el poder, señalando que el Consejo Nacional Electoral favorece de forma considerable al presidente.

Otros dicen que si no se presentan, el gobierno de Maduro podría recuperar el control de lo que muchos consideran como la última institución democrática de Venezuela.

En el centro de todo está Guaidó, que con su nueva actitud combativa parece emular la narrativa de lucha épica entre David y Goliat, en la que el virtuoso en posición de desventaja acude al rescate.

“Es importante volver a tomar impulso”, dijo Maryhen Jiménez, nacida en Venezuela y profesora de política en la Universidad de Oxford. “Pero después está el otro lado de la historia, que es la pasión de los venezolanos por un héroe”.

Guaidó entró en escena a nivel internacional hace casi un año, cuando trepó a un escenario ante miles de venezolanos que llenaban la calle para declararse como presidente interino del maltrecho país, alegando que era su derecho constitucional asumir el puesto porque la reelección de Maduro era ilegítima.

El legislador, antes un político desconocido, obtuvo el reconocimiento inmediato del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de docenas de países, desde Ecuador a Estonia.

Hizo una fuerte campaña en las calles, pero pagó caros algunos errores.

En febrero fue de forma clandestina a Colombia, desafiando una orden del Tribunal Supremo que le prohibía abandonar el país, para supervisar la entrada de ayuda humanitaria internacional en Venezuela. Pero las fuerzas de seguridad se negaron a permitir la entrada de la mercancía, manteniéndose leales a Maduro, que les había prohibido que los suministros cruzaran la frontera.

Después llegó un torpe intento de iniciar una revuelta militar a finales de abril. Aunque unas docenas de soldados se unieron a Guaidó y a su mentor, Leopoldo López, al instar a las fuerzas armadas a volverse contra Maduro, la mayoría de las tropas se quedaron en sus puestos.

Abocados a negociar, Guaidó y el gobierno de Maduro celebraron reuniones en Barbados auspiciadas por Noruega. El proceso comenzó de forma prometedora, pero no llegó a ninguna parte. La oposición se vio perjudicada además por una serie de escándalos de corrupción, relacionados con malversación de fondos para soldados desertores y con legisladores opositores que actuaban en secreto a instancias de aliados del gobierno.

Para diciembre, la tasa de popularidad de Guaidó se había desplomado a un 38% desde el pico de 61% diez meses antes, señaló León.

Los venezolanos no solo empezaban a desconfiar de Guaidó, también habían perdido fe en que el impopular gobierno de Maduro pudiera ser derrocado. Mientras que el 70% de los encuestados dijeron en febrero que creían que habría un cambio en tres meses, para diciembre solo el 21% era optimista, señaló el analista.

El domingo se esperaba más de lo mismo: una votación a favor de renovar la reelección de Guaidó como líder de la Asamblea Nacional, con algunas abstenciones o votos en contra de facciones descontentas con su liderazgo.

En lugar de eso, se convirtió en un momento de impulso.

Apretadas filas de guardias nacionales con uniformes verdes impidieron la entrada a Guaidó y otros legisladores de oposición. En un momento dado, el líder opositor intentó escalar la cerca de la Asamblea Nacional, y fue obligado a bajar con tirones a su traje.

Dentro, Luis Parra, un antiguo aliado de Guaidó que fue expulsado por un partido opositor acusado de recibir sobornos para favorecer a colaboradores del gobierno, dijo ser el nuevo presidente de la Asamblea Nacional tras obtener 81 votos de los 150 parlamentarios presentes, aunque no se ofreció un conteo detallado.

Por su parte, Guaidó presidió una sesión en la sede de un periódico venezolano en la que según la oposición obtuvo 100 votos, incluidos algunos de legisladores escépticos con su liderazgo.

Cuando Parra intentó presidir una sesión parlamentaria el martes, Guaidó y una serie de legisladores se abrieron paso entre los guardias nacionales y entraron a la fuerza en el edificio, haciendo que los legisladores respaldados por Maduro huyeran del lugar.

“Hoy los diputados dieron una victoria al pueblo de Venezuela”, dijo triunfante.

Pero, ¿cuánto durará?

En cierto modo, hay pocos o ningún cambio. Maduro sigue controlando el Ejército y tiene el respaldo de instituciones importantes como el Tribunal Supremo, mientras que Guaidó lidera una institución sin poder ni capacidad de hacer cumplir sus medidas.

“Una vez pase el revuelo, seguirá enfrentando los mismos desafíos”, señaló Diego Moya Ocampos, analista de riesgo político.

En lo que podría ser un dato revelador, no se produjeron protestas espontáneas tras los incidentes del domingo, lo que podría apuntar a que el descontento del público por el intento de Maduro de controlar la asamblea podría ser limitado, o al menos la gente sigue demasiado centrada en otros asuntos urgentes.

Aun así, Moya Ocampos dijo esperar que Guaidó muestre más fuerza en los próximos días, con una retórica más combativa. Además, la decisión de Guaidó de salir del partido de su mentor, Voluntad Popular, podría darle libertad para hacer gestos más audaces.

“Creo que vamos a ver a un Guaidó más independiente, más autónomo en sus acciones y recuperando impulso”, dijo Moya Ocampos.

El principal aliado de Guaidó –Estados Unidos– dio señales de que está dispuesto a ensayar otras estrategias. El secreatrio de estado Mike Pompeo dijo que lo ideal sería “una transición rápida negociada” y delinó las condiciones para garantizar elecciones legislativas justas. No mencionó a Maduro, que Estados Unidos ha venido diciendo que debía irse como parte de la transición.

Partidariso como Eduardo Bravo, actor y activista, dijeron estar encantados de ver al líder de la oposición emprendiendo acciones más arriesgadas para aprovechar la inercia.

“En ese momento sabía que tenía que hacer algo contundente que creara emoción, porque ese es un país emocional”, dijo Bravo, de 49 años. “Era como si estuviera viendo a la democracia diciendo: yo voy a entrar porque ese es mi lugar y ese es mi espacio”.

Bravo, un activista activo, dijo considerar las acciones de Guaidó como un giro de “180 grados”.

“Han llenado de esperanza al pueblo que se sentía muy decepcionado de los políticos”, dijo Bravo. “Verá en las calles en las próximas semanas cuando la gente vuelva a salir”.


Armario informó desde Bogotá, Colombia.

Presidente Lenin Moreno oficializa terna para elegir Vicepresidente del Ecuador

Quito.- Hoy, el Presidente Lenin Moreno reveló la terna de los aspirantes a la Vicepresidencia del Ecuador, la encabeza el radiodifusor Otto Sonnenholzner, la completa Nancy Vasco de Maldonado, de la Fundación El Triángulo, y Agustín Albán, vinculado a la educación.

El Primer Mandatario dijo que Otto Sonnenholzner se desempeña como periodista. El candidato también es economista y forma parte de la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión (AER).

Sonnenholzner es un reconocido radiodifusor de Guayaquil. Ha sido presidente de la Asociación de Radiodifusión del Ecuador (AER) en Guayas. Tiene 35 años y un título de economista. Está casado y tiene tres hijos.

Mientras que la ministra del Interior, María Paula Romo, anunció que, una vez que la Asamblea resuelva la renuncia de María Alejandra Vicuña, como vicepresidenta de la República, el Ejecutivo presentará la terna para que el Parlamento elija al segundo mandatario.

La terna está integrada por Otto Ramón Sonnenholzner Sper, Nancy Fabiola Elizabeth Vasco Noboa y Agustín Guillermo Albán Maldonado, en ese orden.

Según la Constitución, en caso de falta definitiva de la Vicepresidenta de la República, la Asamblea, con el voto de la mayoría de integrantes, elegirá su reemplazo de una terna presentada por la Presidencia de la República. Si no lo hace, en 30 días, se entenderá elegida la primera persona de la lista. En cualquier caso, ejercerá sus funciones por el tiempo que falte para completar el período.

María Alejandra Vicuña presentó su renuncia al cargo el pasado 4 de diciembre, ante las denuncias presentadas en su contra, por supuestos cobros indebidos a un ex asesor, y un día después de que Lenín Moreno la liberara de sus funciones, para que pueda defenderse de las denuncias. La decisión de la dimisión llegó al Legislativo el 5 de diciembre.

“El Presidente ha procurado que se entregue la terna de manera rápida para evitar una serie de especulaciones y distorsiones que no ayudan al país”, aseguró la ministra de Gobierno, María Paula Romo, a la vez que señaló que los nombres son de ciudadanos que han contribuido y contribuyen con el país desde ámbitos distintos a la política partidista.

“El gobierno tiene el respaldo no solo de varios sectores políticos del país, sino de los sectores sociales, ciudadanos y eso se refleja en la selección de estos nombres que tienen trayectoria de compromisos con el país desde lugares diferentes al de la política”, agregó

 

Venezuela va a elecciones con Maduro favorito pese la profunda crisis

(Por Maria Isabel SANCHEZ, Alex VASQUEZ,AFP).- Hundida en una profunda crisis económica, Venezuela celebrará el domingo unas elecciones presidenciales clave para Nicolás Maduro, bajo creciente presión de Estados Unidos y otros gobiernos que respaldan el boicot de la oposición y desconocerán los resultados.

En un clima de apatía, 20,5 de los 30,6 millones de venezolanos están llamados a elegir, en una sola vuelta, al presidente para un mandato de seis años que iniciará en enero de 2019, pues los comicios -tradicionalmente en diciembre- fueron adelantados por el oficialismo.

Maduro es favorito aunque 75% de los venezolanos rechaza su gestión. Según analistas, se beneficia del control social e institucional -incluido el militar-, y la fractura de una oposición, cuyos principales líderes y partidos fueron inhabilitados.

La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) rechazó participar en un proceso que tilda de «farsa», pero el exchavista Henri Falcón se separó de esa línea.

La firma Datanálisis da un empate técnico entre Maduro y Falcón; Delphos 43% al presidente y 24% al exchavista, e Hinterlaces 52% al mandatario contra 22% al exgobernador. Un tercer candidato, el pastor evangélico Javier Bertucci, ronda el 20%.

Durante el gobierno de Maduro, Venezuela cayó en una de sus peores crisis: El FMI estima la contracción económica en 15% y la hiperinflación en 13.800% para 2018. La producción petrolera está en el nivel más bajo en 30 años.

Consciente de la catástrofe, Maduro, exchofer de bus y sindicalista de 55 años, prometió que si es reelegido hará una «revolución económica», pero no dijo cómo.

«Estamos defendiendo (…) el derecho a tener un futuro justo, próspero», escribió Maduro este sábado en Twitter.

Falcón, exmilitar retirado de 56 años, promete dolarizar la economía, devolver empresas expropiadas por el chavismo y permitir la llegada de ayuda humanitaria.

«No hay ventajismo que valga cuando un pueblo está decidido a cambiar», escribió el opositor en Twitter.

– El dilema –

Analistas estiman que una alta abstención favorecerá a Maduro, pues mantiene una base de apoyo por la lealtad al fallecido líder socialista Hugo Chávez y la dependencia a programas sociales y clientelistas.

«Voy a votar por Nicolás Maduro porque solamente en revolución se pueden mantener los beneficios», aseguró Nilse González, empleada pública de 55 años, en el centro de Caracas.

La presidenta del poder electoral, Tibisay Lucena, descartó este sábado que se paguen bonos económicos a votantes durante los comicios, luego de que Maduro anunciara que evaluaba si «premia» a quienes acudan a las urnas.

El comando de Falcón calificó de «victoria» la declaración de Lucena.

En las filas opositoras reina la división y el desánimo.

«Por primera vez en mi vida no voy a votar porque estamos llevando una vida de perros, sin medicamentos, sin comida», dijo a AFP Teresa Paredes, ama de casa de 56 años.

Pero Álvaro Toro, jubilado de 64 años, votará porque dice que «esto hay que acabarlo».

El analista Luis Vicente León critica que la MUD llamara a la abstención sin estrategia para el día después. La oposición anunció que, tras los comicios, presionará por «verdaderas elecciones», pero sin explicar cómo.

«No va a pasar absolutamente nada, no tengo ninguna expectativa», dijo a AFP Rafael Rangel, artista de 39 años que emigró a Miami. Cientos de miles han dejado Venezuela durante el gobierno de Maduro.

Bajo el lema «Fuera Maduro», en un centenar de ciudades del mundo donde viven venezolanos habrá protestas para rechazar los comicios, anunció la MUD.

– «No hay intocables» –

El gobierno venezolano nunca ha estado más aislado. La Unión Europea (UE), Estados Unidos y una docena de países de América Latina no reconocerán los resultados por considerar que la elección no ofrece garantías para ser libre y democrática.

La UE descartó además enviar observadores. Maduro le pidió este sábado al bloque que «rectifique» en su «intolerancia ideológica» contra Venezuela.

Casi todo el círculo del gobernante está sancionado por la UE y Estados Unidos, que incluyó el viernes en su lista al número dos del chavismo, Diosdado Cabello, bajo acusación de corrupción y narcotráfico.

«Estas sanciones conllevan un mensaje muy poderoso: No hay intocables; tendrán un enorme impacto en el ala militar», aseguró a AFP la experta en asuntos militares, Rocío San Miguel.

Para Diego Moya-Ocampos, analista del IHS Markit, basado en Londres, «el escenario más probable es un mayor aislamiento internacional y deterioro económico impulsado por la mala gestión y las sanciones».

Pero el factor clave es el militar, según expertos. Los máximos jefes militares, leales a Maduro, han llamado a votar, incluso a sus subordinados.

Más de 300.000 soldados y policías estarán el domingo en los 14.638 centros electorales, que abrirán a las 10H00 GMT y cerrarán doce horas después.

Ramos Allup, un veterano opositor, sustituirá a Cabello al frente de la Asamblea 

CARACAS.- (Por. La Nación).- El opositor Henry Ramos Allup, secretario general de la socialdemócrata Acción Democrática (AD), será el primer presidente parlamentario no revolucionario tras 17 años de hegemonía chavista. Así lo decidió ayer, en votación directa y secreta, la mayoría de los 112 diputados de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), reunidos en su último cónclave antes de la toma de posesión de la nueva Asamblea Nacional, prevista para mañana.
Sólo faltó el diputado Francisco Sucre, atrapado en la ruta. Entre los asistentes estaban los tres parlamentarios de Amazonas, cuya jura es una incógnita tras suspender el Tribunal Supremo las elecciones en ese estado.

«A los venezolanos les pedimos que nos vigilen, que nos exijan, que nos observen. Seremos leales al electorado que confió en nosotros. No vamos a ser un contrapoder, vamos a ser el poder autónomo legislativo», subrayó Ramos entre parabienes a su rival en la votación interna, Julio Borges, a quién derrotó por 62 votos a 49. El coordinador de la centrista Primero Justicia (PJ) ejercerá como jefe del grupo parlamentario de la MUD.

Ramos sustituye así a Diosdado Cabello, cabecilla del ala militar, que estuvo cuatro años al frente de la Asamblea. Por el mismo cargo pasaron previamente desde el presidente Nicolás Maduro hasta su mujer, la «primera combatiente revolucionaria» Cilia Flores.

Junto a Ramos estarán Enrique Márquez, de Un Nuevo Tiempo (UNT), como vicepresidente primero y, con muchas opciones, Simón Calzadilla, del Movimiento Progresista, como vicepresidente segundo. Hoy se debe ratificar esta plaza. El secretario elegido es Roberto Marrero, de Voluntad Popular (VP), conocido por ser uno de los abogados del preso político Leopoldo López.

Todos ellos permanecerán en sus cargos durante 2016 y cambiarán el año que viene, ya que la oposición ha confirmado que todos los puestos serán rotatorios. La MUD había decidido previamente no entregar al oficialismo uno de estos puestos, ya que es necesaria la unanimidad de los tres en caso de bloqueos legislativos desde el Ejecutivo.

Los diputados, acompañados por sus simpatizantes, marcharán mañana desde La Hoyada hasta la Asamblea, en lo que se pretende sea una fiesta democrática. La oposición ha pedido que los balcones se llenen de banderas y que la gente porte los colores nacionales. Varios dirigentes de la región, como el ex presidente colombiano Andrés Pastrana, han confirmado su presencia.

Ramos Allup contaba con tantos pros como contras para desempeñar el segundo cargo público en importancia de Venezuela. Por una parte, el secretario general de AD, de 72 años, es un político muy veterano que se las sabe casi todas, dotado de un pico de oro para el debate. Su intervención durante las llamadas «conversaciones de paz», organizadas por Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores en 2014, provocó el regocijo de unos y la hilaridad de otros, pues llevaba vetado más de una década en la televisión pública. Ramos desarmó a los delegados bolivarianos con su dialéctica, algo que dolió en el alma revolucionaria, ya que el oficialismo lo estigmatizó como uno de los principales fantasmas de la IV República que precedió a Chávez en el poder.

En su contra, es este mismo pasado que lo hace ver como un político de toda la vida, justamente cuando la oposición se presenta como el cambio. Ramos fue uno de los dirigentes opositores que en 2005 apostó por no concurrir a las elecciones parlamentarias, un error histórico que el bloque antichavista sigue pagando hoy.

El dirigente socialdemócrata, en cambio, fue básico para que los moderados mantuvieran la mayoría en el seno de la MUD durante las protestas antiMaduro de 2014, alineándose con Primero Justicia y con el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, partidarios de la vía electoral.