Nuevos mensajes sugieren que la Lava Jato actuó para proteger al exjuez Moro

Sao Paulo.- (EFE).- El periódico Folha de Sao Paulo publicó este domingo nuevos mensajes privados de miembros de la operación Lava Jato, que sugieren que fiscales actuaron para evitar que tensiones entre el exjuez y actual ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, y la Suprema Corte paralizaran las investigaciones.

Folha y The Intercept Brasil, que tuvo acceso a las conversaciones mantenidas durante años entre fiscales y jueces, anunciaron una asociación para verificar y publicar una serie de reportajes sobre el contenido de estos mensajes, que han puesto en tela de juicio la imparcialidad de la Lava Jato, que llevó a prisión al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).

De acuerdo con Folha, los diálogos indican que tanto los fiscales como el actual ministro de Justicia temían que el entonces magistrado del Supremo Tribunal Federal Teori Zavascki, muerto en un accidente aéreo en 2017, repartiera las investigaciones bajo el control de Moro en Curitiba (sur de Brasil) en un momento considerado «crítico», ya que las investigaciones de las corruptelas de la constructora Odebrecht avanzaban a pasos largos.

Folha señaló que el incidente habría sido causado por un equívoco de la Policía Federal en marzo de 2016, cuando adjuntó a los autos de una investigación algunos documentos referentes al caso Odebrecht sin preservar su sigilo, lo que conllevó a la divulgación del material por la prensa brasileña.

Moro -quien ya había sido recriminado por la Corte Suprema por haber sacado a la luz escuchas telefónicas de Lula, líder del Partido de los Trabajadores (PT)- envió un mensaje al fiscal y coordinador de la Lava Jato, Deltan Dallagnol, quejándose de la Policía, de la que dijo que no podía «cometer esa clase de error ahora».

Las conversaciones publicadas por Folha señalan que Moro alertó a Dallagnol de que, sin el sigilo, tendría que someter al Supremo al menos una de las investigaciones bajo su paraguas y citó el caso del publicista del PT Joao Santana.

Sin embargo, el fiscal le comentó que contactó a la Procuraduría General de la Unión y le sugirió que remitiera otra investigación, vinculada a Odebrecht.

Dallagnol completó que intentaría apresurar uno de los casos, lo que permitiría que el mismo fuera remitido a la Suprema Corte ya con los acusados y sus respectivos delitos definidos en la denuncia.

En otro fragmento de los diálogos publicados por Folha, Moro afirmó que temía «presiones» para que su conducta fuera analizada por el Consejo Nacional de Justicia (CNJ), a lo que Dallagnol respondió que hablará con el representante de la Fiscalía en dicho Consejo.

El fiscal también pidió a Moro que «no se desanime» y le prometió el apoyo incondicional de la operación al entonces juez.

«Que sepas que no solo la inmensa mayoría de la sociedad está contigo, pero que nosotros haremos todo lo que sea necesario para defenderte de injustas acusaciones», aseguró Dallagnol.

Afirmó además que se trataría de un momento de «ánimos exaltados» y que «admira» la «serenidad» con que Moro «enfrenta las noticias malas y los problemas».

«Sigue firme, no te desanimes y cuenta con nosotros», recalcó el fiscal.

En respuesta al reportaje publicado por Folha, el Ministerio de Justicia volvió a afirmar, en una nota, que «el ministro no confirma la autenticidad de mensajes obtenidos de forma criminal y que pueden haber sido editados o adulterados total o parcialmente».

«La invasión criminal de teléfonos móviles de autoridades públicas es objeto de investigación por parte de la Policía Federal», añadió la cartera en el comunicado.

Asimismo, ante el Senado, Moro denunció el pasado miércoles que existe un «grupo criminal» que pretende «atacar» a «las instituciones» y sobre todo a la «lucha contra la corrupción» que él encarnó como juez.

El medio The Intercept Brasil, dirigido por el periodista estadounidense Glenn Greenwald, a quien el exanalista de la CIA Edward Snowden reveló los programas de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), informó la pasada semana que publicará una serie de reportajes sobre las conversaciones mantenidas durante años entre agentes públicos y jueces.

Las conversaciones, según The Intercept Brasil, incluyen estrategias para cambiar el orden de las fases de la operación Lava Jato, consejos y pistas de magistrados a los fiscales, lo que está prohibido por ley.

Bolsonaro entregará al sector privado la concesión de puertos, aeropuertos y trenes

(Por. El Clarín).- El flamante presidente brasileño, Jair Bolsonaro, comenzó a revelar algunos de los lineamientos económicos que adoptará su gobierno. Volcado con fuerza hacia la ortodoxia liberal, el mandatario anunció ayer un abanico de privatizaciones que incluirá aeropuertos, puertos y ferrocarriles por valor de 1.800 millones de dólares. El objetivo es ambicioso: reducir en parte el enorme endeudamiento público del gigante sudamericano.

El anuncio lo hizo el propio Bolsonaro a través de su cuenta en Twitter, un método que parece haber tomado de su par estadounidense Donald Trump, y tuvo buena acogida en los mercados.

“Rápidamente atraeremos inversiones iniciales en torno a los 7.000 millones de reales (1.837 millones de dólares al cambio actual), con concesiones de vías férreas, 12 aeropuertos y 4 terminales portuarios”, escribió Bolsonaro en la red social. “Con la confianza del inversor, bajo condiciones favorables a la población, rescataremos el desarrollo inicial de la infraestructura de Brasil”, concluyó.

La cesión a la iniciativa privada de las infraestructuras que Bolsonaro pretende incluir en su primer programa de concesiones comenzó a ser analizada por el gobierno del ex presidente Michel Temer, por lo que ya hay estudios adelantados para los proyectos. El mandatario saliente lanzó un ambicioso plan de privatizaciones en 2017 que pretendía recaudar 12.700 millones de dólares, aunque nunca se concretó del todo.

Ahora Bolsonaro retoma el plan para devolver así la confianza a los inversores y, además, atraer recursos privados que mejoren la deficitaria infraestructura de transportes de Brasil.

La crisis en infraestructura del país tuvo su momento de mayor pico con el cese de obras de gran porte a raíz de la Operación Lava Jato, que descubrió una red de décadas de sobornos y de cartelización de empresas en torno a la obra pública en Brasil, con firmas gigantes como Odebrecht y Camargo Correa en el centro del escándalo.

El programa electoral de Bolsonaro prometía “reducir la deuda pública 20% mediante privatizaciones, concesiones” y la venta de propiedades públicas. El tuit de Bolsonaro confirma que la prioridad en este plan privatizador lo tendrán las compañías ligadas a las infraestructuras de transportes.

Mirá también: Brasil: purga en los ministerios contra funcionarios «comunistas»

Entre los principales desafíos del nuevo gobierno está la reducción el abultado agujero fiscal en las cuentas públicas de Brasil -que en 2018 cerrarán en rojo por quinto año consecutivo- y el control de la deuda bruta, equivalente al 77,3% del PBI, cuando en 2014 rondaba apenas el 50%. Con el objetivo de recomponer la situación de las arcas públicas, el gobierno actual da paso ahora a la venta de empresas estatales.

Hasta hace poco Bolsonaro se encuadraba como un nacionalista típico, especialmente por su formación militar, y era antagónico a las propuestas liberales privatizadoras. Inclusive había sido muy duro con el ex presidente Fernando Henrique Cardoso por su programa de privatizaciones de los 90.

En este cambio tuvo mucho que ver el ultraliberal Paulo Guedes, actualmente ministro de Economía y hombre fuerte del Gabinete. Formado en la Universidad de Chicago y seguidor de Milton Friedman, propone dejar en manos privadas la mayoría de las empresas públicas brasileñas.

Guedes ya había adelantado el miércoles pasado que “los pilares” de su gestión serán la reforma del sistema de jubilaciones, las “privatizaciones aceleradas” y la “simplificación tributaria”. “Brasil tiene que vender activos”, afirmó el superministro, argumentando que esta medida servirá para bajar la abultada deuda pública.

Sin embargo, no hay homogeneidad total en el Gabinete de Bolsonaro. El mandatario cuenta en su equipo con varios militares que podrían representar un contrapeso al liberalismo desacomplejado de Guedes. “Bolsonaro tiene un grupo civil y otro militar. El civil, con los ‘Chicago Boys’, tiene un deseo privatizador. Pero el núcleo militar le da un valor estratégico a algunos activos del país”, explica André Perfeito, economista de la consultora Spinelli.

Además de los aeropuertos, puertos y ferrocarriles anunciados, hay renombradas empresas brasileñas que están orbitando el círculo privatizador, aunque aún no están definidas. La estrategia de Guedes es abarcar la mayor cantidad posible, incluyendo joyas estatales como la compañía de electricidad Electrobras y la petrolera Petrobras, que hasta ahora eran intocables.

Pero Bolsonaro ya le marcó el terreno al asegurar que Petrobras puede ser privatizada “en parte”, pero que no se tocará su negocio principal de explotación de crudo.

Los bancos estatales Banco do Brasil y Caixa Económica quedan también fuera del paquete privatizador porque se trata de entidades que cubren sectores como créditos inmobiliarios, agrícolas o a población de baja renta.

No obstante, los especialistas recuerdan que Guedes buscará por todos los medios impulsar su plan de saneamiento de las cuentas públicas para devolver a Brasil al “grado inversor” de las agencias calificadoras de riesgo. “Creo que Guedes va a hacer una planilla con todo lo que necesita privatizar y va a salir a negociar, una por una”, señala Perfeito.

En la lista de próximas privatizaciones fueron mencionadas la firma que actúa como agente de bolsa del Banco do Brasil, la tecnológica Serpro y la empresa de Correos, que alguna vez fue considerada estratégica en Brasil.

El más fiel escudero de Lula va a prisión para cumplir 30 años por corrupción

Brasilia.- (EFE).- El exministro brasileño José Dirceu ingresó hoy en prisión condenado a 30 años por corrupción, el mismo delito que llevó a la cárcel al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, de quien fue el más fiel escudero durante décadas.

Al igual que Lula, encarcelado el pasado 7 de abril y condenado a 12 años, Dirceu también fue hallado culpable de haber recibido sobornos de la vasta trama de corrupción que operó en la estatal Petrobras y fue destapada en 2014 por la operación Lava Jato.

Su ingreso en prisión supone otro duro golpe para el Partido de los Trabajadores (PT), en el que mantiene una fuerte influencia a pesar de que los últimos años los ha pasado entre la cárcel y los tribunales, implicado en todos los escándalos que salpicaron a esa formación.

Dirceu presidió el PT, coordinó la campaña que llevó al poder a Lula por primera vez en 2002 y como ministro de la Presidencia fue uno de los hombres más influyentes en el Ejecutivo del primer obrero que gobernó en Brasil.

Sin embargo, se vio obligado a renunciar arrastrado por un grave escándalo de sobornos parlamentarios que le costó una primera pena de 9 años de cárcel, que ya cumplió, y luego se involucró en las corruptelas en Petrobras, por lo que fue otra vez condenado, esta vez a 30 años de cárcel.

Según la Justicia, aún mientras cumplía su primera condena, el exministro recibió sobornos por unos 12 millones de reales (3,24 millones de dólares) de la empresa Engevix, a cambio de influir en la concesión de contratos con la petrolera.

Dirceu, de 72 años, recurrió esa sentencia en libertad, pero un tribunal de segunda instancia negó este jueves sus apelaciones y ordenó la inmediata ejecución de la pena, que cumplirá en un centro de reclusión de Curitiba, la misma ciudad en que Lula está preso desde el pasado 7 de abril, también condenado por corrupción.

La Justicia le había dado plazo para entregarse hasta las 17.00 hora local (20.00 GMT) en la sede de la Policía Federal en Brasilia, donde tiene su residencia, y según confirmó su abogado, Roberto Podval, se presentó dentro del plazo.

En un principio, será recluido en la cárcel de Papuda, en la propia capital, donde esperará el traslado a Curitiba o el resultado de una apelación que pide que permanezca en la prisión de Brasilia.

Hasta ser derrumbado por el escándalo de sobornos parlamentarios, Dirceu era visto como el indiscutible sucesor de Lula en el poder, tanto por su influencia sobre el expresidente como por el respeto que se había ganado en la izquierda durante su vida política, que comenzó en la década de 1960, en la resistencia a la dictadura.

Dirceu comenzó a gestar su leyenda en la izquierda brasileña como líder estudiantil y en los movimientos que combatían al régimen militar y, aunque nunca llegó a participar en la lucha armada, fue detenido en 1968.

Un año después fue incluido en una lista de catorce presos políticos que la dictadura se vio obligada a liberar a cambio del embajador de Estados Unidos, Charles Elbrick, secuestrado por la guerrilla.

Se exilió entonces en Cuba, hizo amistad con Fidel y Raúl Castro, recibió entrenamiento militar, se sometió a una operación de cirugía plástica para cambiar su rostro y regresó a Brasil para sumarse otra vez a la lucha contra la dictadura.

Estuvo clandestino hasta que en 1979 el régimen militar dictó una amplia amnistía, y entonces volvió a la política formal, para adherirse luego al PT, que dirigió junto a Lula con mano de hierro.

Lula y Dirceu fueron los responsables de llevar al PT desde sus orígenes marxistas hacia el centroizquierda, donde se sitúa hoy el partido que gobernó el país entre 2003 y 2016, primero con el exsindicalista y luego con Dilma Rousseff, destituida hace dos años por irregularidades fiscales.

Al igual que Lula, Dirceu ha negado cada una de las acusaciones y se declara víctima de una supuesta «persecución política», articulada según él por la «elite» brasileña para acorralar a la izquierda.

Generales apoyan la declaración del comandante del Ejército antes del juicio a Lula

Río de Janeiro.- (EFE).- Al menos tres generales del Ejército brasileño manifestaron hoy su respaldo a una polémica declaración en la que el comandante de esa fuerza, Eduardo Villas Boas, declaró su «repudio a la impunidad» a horas del juicio que decidirá la suerte del expresidente Luis Inácio Lula da Silva.

La declaración, que algunos congresistas han interpretado como una presión sobre la Corte Suprema y otros como una amenaza de golpe de Estado, fue respaldada por los generales activos, Cristiano Pinto Sampaio, comandante de la Brigada de Infantería de Selva; José Luiz Dias Freitas, comandante del Comando Militar del Oeste; y Antonio Miotto, jefe del Comando Militar del Sur.

Así como lo hizo el general Villas Boas, sus subordinados manifestaron su opinión en sus cuentas en las redes sociales, en las que cuentan con miles de seguidores.

«Aseguro a la nación que el Ejército brasileño juzga compartir el anhelo de todos los ciudadanos de bien de repudio a la impunidad y de respeto a la Constitución, a la paz social y a la democracia», dijo el máximo comandante del Ejército en el polémico mensaje en su cuenta en Twitter, en la que cuenta con 130.000 seguidores.

Pese a que el oficial no hizo ninguna referencia, el texto fue interpretado inmediatamente como su posición con respeto al juicio en que el Supremo Tribunal Federal se pronunciará este miércoles sobre el hábeas corpus con que Lula, condenado a 12 años de prisión por corrupción, intenta impedir su encarcelamiento.

«De nuevo el comandante del Ejército expresó las preocupaciones y los deseos de los ciudadanos brasileños que visten uniforme. Estamos juntos comandante Villas Boas», expresó en su mensaje de respaldo el general Dias Freitas, que cuenta con 5.000 seguidores.

«El Ejército debe ser el guardián vigilante de la eternidad de Brasil. Siempre juntos comandante», dijo por su parte el general Pinto Sampaio, que igualmente tiene 5.000 seguidores en Twitter.

«Estamos juntos mi comandante. En la misma trinchera firmes y fuertes. Brasil por encima de todo», agregó el general Miotto.

Varios oficiales en la reserva, que desde que abandonaron las filas han aprovechado las redes sociales para manifestar posiciones políticas de los militares, también salieron en defensa del comandante del Ejército.

«Con la espada al lado, la silla montada, el caballo trabajando y aguardando sus órdenes», aseguró el general de la reserva Paulo Chagas, que es precandidato a la gobernación de Brasilia.

Pese a que varios parlamentarios han criticado al comandante del Ejército por su intento de presión sobre los miembros de la Corte Suprema y por lo que consideran una amenaza de golpe, el Partido de los Trabajadores (PT), liderado por Lula, prefirió desmarcarse y decir que también repudia la impunidad.

La presidenta del PT, senadora Gleisi Hoffmann, acusó a la red Globo de televisión de tergiversar la declaración del oficial en un intento de presionar a los magistrados para que se pronuncien contra el hábeas corpus solicitado por Lula.

«Es escandalosa la presión de la red Globo… Llegaron al colmo de asociar una declaración del comandante del Ejército al juicio marcado para hoy», aseguró el PT en su comunicado.

«Así como defendió el general Villas Boas en las redes sociales, nosotros del PT siempre combatimos la impunidad y respetamos la Constitución, incluso en lo que se refiere al papel de las Fuerzas Armadas definido en la Constitución», agrega la nota.

De acuerdo con el PT, Globo quiere repetir lo que hizo en 1964, año del último golpe de Estado en Brasil, «cuando incitó a los jefes militares contra el gobierno constitucional».

Más contundente fue el exprocurador general de la República Rodrigo Janot, para quien la declaración del general no fue «buena». «Si es lo que parece, otro 1964 será inaceptable. Pero no creo realmente en eso», dijo.

Pese a que el Gobierno ha preferido no pronunciarse sobre la declaración, el ministro interino de Defensa, general Joaquim Silva e Luna, dijo en declaraciones al diario O Globo que la «población puede estar tranquila» con respecto a lo que fue dicho ya que el oficial no defiende el uso de la fuerza para nada.

 

Un tribunal brasileño rechaza los recursos de Lula y le deja a un paso de la cárcel

Sao Paulo.- (EFE).- El tribunal en segunda instancia que condenó al expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a 12 años de cárcel por corrupción, rechazó hoy los recursos presentados por la defensa y lo dejó a un paso de la cárcel, aunque el exmandatario cuenta con un salvoconducto hasta el 4 de abril.

Los tres magistrados de la octava sala del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región de Porto Alegre (TRF4) desestimaron por unanimidad los recursos presentados por los abogados de Lula, y le abrieron así las puertas de la cárcel.

No obstante, Lula no podrá ser apresado hasta el próximo 4 de abril, cuando la Corte Suprema prevé analizar un hábeas corpus presentado por la defensa, y que alega que el encarcelamiento no puede concretarse hasta que se agoten todos los recursos posibles en instancias superiores.

El exmandatario (2003-2010) fue condenado el pasado 24 de enero en segunda instancia a 12 años de prisión por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero, asociados en ambos casos al escándalo detectado en la estatal Petrobras.

En su sentencia, los magistrados del TRF4 determinaron el cumplimiento inmediato de la pena una vez analizadas todas las apelaciones en esa corte, apoyados en una cautelar del Supremo dictada en 2016.

Tras el fallo del TRF4, la defensa de Lula presentó lo que se conoce como «embargo de declaración», un recurso en el que se solicita un esclarecimiento de la decisión judicial, pero que no puede modificar el contenido de la sentencia.

Esa apelación fue rechazada hoy por los tres magistrados del TRF4, que ratificaron la sentencia y abrieron el camino para que el juez de primera instancia Sergio Moro determine la prisión del líder del Partido de los Trabajadores (PT).

No obstante, la defensa de Lula se anticipó y entró con un habeas corpus preventivo en el Supremo para evitar precisamente que el exmandatario pudiera ser detenido una vez el TRF4 concluyese el análisis de los recursos en segunda instancia.

El Supremo tenía previsto juzgar el habeas corpus el pasado jueves, pero la sesión se prolongó durante cinco horas y el tribunal aplazó el análisis del asunto hasta el próximo 4 de abril, aunque blindó a Lula de la prisión hasta esa fecha.

Inmerso en la batalla judicial, Lula prosiguió hoy su gira por el sur de Brasil para defender su inocencia y denunciar una supuesta «persecución judicial», en medio de las protestas de algunos detractores.

El ex jefe de Estado se ha postulado como candidato del Partido de los Trabajadores para las elecciones presidenciales del próximo 7 de octubre, pero su carrera electoral puede ser impedida por la Justicia electoral, pues existen normas que impiden que un condenado en segunda instancia pueda optar a un cargo electivo.

Les pillaron viendo la Champions en el trabajo y recibieron un castigo insólito

(Por. Fernando Gonzalo,- Yahoo Noticias).- Los aficionados al fútbol europeo que viven en Sudamérica tienen un problema: los partidos de la Champions League coinciden con su jornada laboral debido a la diferencia horaria. Esto les ‘obliga’ a saltarse de vez en cuando sus responsabilidades y seguir los encuentros a escondidas en la oficina.

La empresa Pirelli detectó recientemente en su sede de Sao Paulo a varios de sus trabajadores siguiendo el fútbol en su horario de trabajo y decidieron tomar cartas en el asunto de la manera más sorprendente. ¿Despidiéndoles? Nada de eso.

Los trabajadores fueron convocados a una reunión con el director de Recursos Humanos y vieron con sus propios ojos las pruebas del delito. Incapaces de negar la evidencia recibieron un sobre que tenía toda la pinta de ser una carta de despido, pero al abrirlo lo entendieron todo: se trataba de una broma de Heineken.

La marca de cerveza se ha aliado con Pirelli para llevar a cabo una curiosa iniciativa que permita a los brasileños ver la Champions pese a la diferencia horaria. ¿Cómo? Pues adaptando su rutina diaria al huso europeo, levantándose antes, yendo a trabajar antes… y saliendo antes. De esta manera, el partido les pillará fuera de su jornada laboral.

A este cambio radical se sometieron durante un día los trabajadores de Pirelli a los que habían pillado in fraganti viendo el fútbol en la oficina, inmortalizando lo que supone llegar al trabajo cuando aún no hay nadie o comer cuando todos acaban de desayunar.

La sorpresa les esperaba al terminar su jornada laboral, ya que pudieron ver tranquilamente el partido acompañados por el ex futbolista Deco y se llevaron de regalo dos entradas para la gran final. Nunca antes una indisciplina laboral había tenido un final tan feliz.

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