EEUU lanzó ciberataques a sistemas de misiles iraníes, según la prensa

Washington.- (EFE).- Estados Unidos ha lanzado ciberataques contra ordenadores que regulan los sistemas de lanzamiento de misiles en Irán, según informan medios estadounidenses, que citan fuentes conocedoras de esas operaciones.

Los ataques cibernéticos fueron lanzados el jueves, día en el que el presidente Donald Trump había autorizado una operación selectiva con aviones y barcos contra Irán que frenó en el último momento al saber que habría causado un centenar y medio de muertes, según él mismo reveló al día siguiente.

The Washington Post informa de que la ofensiva cibernética del jueves inutilizó los sistemas de ordenadores empleados en el control de cohetes y misiles de Irán.

Por su parte, The New York Times indica que los ataques fueron preparados durante semanas y fueron decididos como respuesta directa al derribo días antes de un dron estadounidense por un misil tierra-aire iraní en las cercanías del Estrecho de Ormuz, así como a las agresiones contra dos cargueros el pasado 13 de junio en esa misma zona, a unas 30 millas de la costa de Irán.

Efectivos del Cibercomando estadounidense fueron los encargados de llevar a cabo esas acciones, que fueron propuestas por el Pentágono después de que el 13 de junio dos barcos, uno propiedad de un armador noruego y otro japonés, sufrieron impactos y explosiones al salir del estrecho de Ormuz, a unas 30 millas de la costa iraní, algo de lo que Washington acusó a Teherán.

Según el NYT determinar la eficacia del ciberataque es difícil y sólo podrá saberse si Irán intenta de nuevo el lanzamiento de un misil.

The Washington Post cita a la portavoz del Pentágono, Elissa Smith, que no confirma la acción del jueves y se limita a afirmar: «por seguridad no comentamos operaciones cibernáticas o de inteligencia».

Cumbre del G-20: ya en vuelo a la Argentina, Trump decidió cancelar su encuentro con Putin

(Rafael Mathus Ruiz,lanacion.com).- Poco después de despegar hacia hacia Buenos Aires en el Air Force One, Donald Trump se reunió con su jefe de Gabinete, John Kelly y su secretario de Estado, Mike Pompeo. Al teléfono estaba su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, desde Brasil. Unos minutos después, Trump anunció una decisión: canceló su reunión bilateral con el presidente ruso, Vladimir Putin, por el último choque entre Rusia y Ucrania en el Mar Negro.

El mundo se enteró, otra vez, por Twitter.

Un rato antes, al dejar la Casa Blanca, Trump había atizado otro frente: había dicho que estaban «muy cerca» de lograr un avance con China, pero que no estaba seguro de querer hacerlo porque los aranceles de su guerra comercial aportaban «miles y miles de millones de dólares».

Antes de pisar Buenos Aires, Trump y su imprevisibilidad -un sello de su presidencia- ya han comenzado de dejar su huella en la cumbre de líderes del G-20, que lo tendrá como protagonista excluyente.

La puja entre Estados Unidos y China es el principal foco de atención del encuentro, ante un mundo a la espera de que Trump y el presidente chino, Xi Jinping, logren dar un franco avance hacia un acuerdo que despeje los temores por la guerra comercial iniciada por la Casa Blanca. Trump dejó señales ambigüas.

«Creo que estamos muy cerca de hacer algo con China, pero no sé si quiero hacerlo», dijo ayer, al salir de la Casa Blanca. «Porque lo que tenemos ahora es que miles de millones y miles de millones de dólares que ingresan a los Estados Unidos en forma de aranceles o impuestos. Así que realmente no lo sé. Creo que China quiere hacer un trato. Estoy abierto a hacer un trato. Pero francamente me gusta el trato que tenemos ahora», cerró el mandatario.

La decisión de Trump de cancelar su encuentro marcó otro punto de fricción en su tumultuosa relación con el Kremlin. El nuevo contrapunto se en medio de un nuevo pico de tensión Moscú y Kiev luego de un choque naval en el Mar Negro que derivó en la captura de tres buques y 24 marineros ucranianos.

«Basándome en el hecho de que los barcos y los marineros no han sido devueltos a Ucrania desde Rusia, he decidido que sería mejor para todas las partes involucradas cancelar mi reunión previamente programada en la Argentina con el Presidente Vladimir Putin», anunció Trump en Twitter. «¡Espero una cumbre significativa de nuevo tan pronto como esta situación se resuelva!», agregó el mandatario, ya en vuelo hacia la Argentina.

Fiel a su costumbre, Trump respondió preguntas de los periodistas antes de subirse al helicóptero presidencial Marine One que lo llevó a la base aérea Andrews, desde donde despegó rumbo al aeropuerto internacional de Ezeiza. Su aterrizaje está previsto para las 10.05 pm. Lo recibirá el canciller, Jorge Faurie .

Trump había dicho que la cumbre era una buena oportunidad para reunirse con Putin, y que también estaría dispuesto a un encuentro con el príncipe heredero de la corona saudita, Mohammed ben Salman , envuelto en el escándalo por el asesinato del periodista disidente, Jamal Khashoggi . Trump dijo que «probablemente» se reuniría con Putin, pero, un rato después, decidió suspender la reunión con el líder del Kremlin.

Antes de partir, el magnate recibió una noticia que le dio un nuevo dolor de cabeza en el complicado frente judicial que acosa a la Casa Blanca: su exabogado personal, Michael Cohen, miembro clave de su círculo íntimo durante años, se declaró culpable de haberle mentido a un comité del Congreso y aceptó cooperar con el fiscal Especial del Rusiagate, Robert Mueller.

Cohen se presentó esta mañana en un tribunal federal de Nueva York para declararse culpable luego de alcanzar un acuerdo con los fiscales federales que contempla su cooperación con la investigación del Rusiagate.

«Es una persona débil, y lo que está tratando de hacer es obtener una sentencia reducida, entonces está mintiendo sobre un proyecto del que todo el mundo sabía», dijo Trump, antes de partir.

Controversias de lado, el foco principal de la visita de Trump a Buenos Aires será su encuentro con el presidente chino, el sábado por la tarde. Trump y Xi compartirán una cena de trabajo con sus respectivos colaboradores, en la cual intentarán brindar una señal de paz que atenúe los temores que ha desatado su guerra comercial.

Trump salió de Washington con cinco encuentros bilaterales agendados. Además de Xi, se verá con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe; la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente Mauricio Macri. Con Macri tendrá la primera actividad en su agenda: un desayuno bien temprano, en la Casa Rosada.

 

Trump acepta invitación para visitar China

Donald Trump aceptó una invitación del presidente chino Xi Jinping para visitar Beijing el próximo año, aunque no se ha fijado aún una fecha.

La noticia se conoció el viernes durante una rueda de prensa de tres secretarios del gabinete de Trump, en Mar-a-Lago, Florida, donde el mandatario estadounidense se reunió con su homólogo chino. La prensa estatal china la confirmó posteriormente.

El secretario de Comercio, Wilbur Ross, dijo que Estados Unidos tiene un plan de acción de 100 días sobre el comercio con China. Agregó que el plan es «expedito» e incluye «etapas de cumplimiento», pero no dio detalles.

El secretario de Estado, Rex TIllerson, dijo que los dos líderes hablaron sobre Corea del Norte y concordaron en que la acumulación de armas en Pyongyang ha llegado a un punto serio. Tillerson dijo que los dos líderes están comprometidos con la desnuclearización de la Península Coreana y acordaron incrementar la cooperación en ese sentido.

En cuanto a los ataques aéreos en Siria, Tillerson dijo que Trump personalmente informó a Xi sobre los mismos cerca del final de la cena que compartieron el jueves, dejándole saber cuántos misiles fueron lanzados y la razón del ataque.

«Enorme progreso»

Anteriormente, el presidente Trump había dicho a la prensa que había hecho «un enorme progreso» en sus conversaciones con Xi y pensaba que «muchos problemas potencialmente muy malos desaparecerán» como resultado de las buenas relaciones entre los dos países.

«La relación que logramos el presidente Xi y yo, creo que es excelente», dijo Trump, añadiendo que, «esperamos vernos nuevamente muchas veces en el futuro».

El líder chino dijo que había recibido una cálida recepción por parte de la administración Trump y que las dos partes llegaron a «muchos entendimientos» después de sostener «largas y profundas comunicaciones».

El jueves, Trump dijo que el déficit comercial de casi $310 mil millones que tiene Estados Unidos con China estaba en el tope de la agenda. Señaló también que tanto él como funcionarios de su gobierno dejaron claro que esperaban presionar a Beijing para que haga más con el fin de controlar el desarrollo de armas nucleares en Corea del Norte. Trump dijo que los dos temas estaban vinculados.

China suministra a Corea del Norte casi todo el combustible, alimentos, y productos para el consumidor que necesita, así como la materia prima que utiliza para fabricar sus armas.

Descontento con Kim

Pero China también está cansada de las aspiraciones militares del líder norcoreano Kim Jong Un, quien no ha visitado Beijing, el aliado más cercano de su país, en los seis años que lleva de mandato. Una serie de sanciones de la ONU contra Corea del Norte no han disuadido a la nación asiática de realizar una serie de ensayos con misiles, el más reciente ocurrido esta semana.

Hubo varias protestas en Florida durante la visita de Xi. Una de ellas fue organizada por la Comunidad Vietnamita del Centro de Florida. El presidente del grupo, An Chau, dijo al servicio vietnamita de la VOA que fue una de las protestas más grandes organizadas por la Comunidad, y en la que participaron unas 500 personas.

Chau señaló que un pequeño grupo de varias docenas de personas realizaron una contraprotesta en apoyo a Xi. (informe con la colaboración de Khanh An del servicio vietnamita de la VOA).

McCain pide a Trump que se retracte por la acusación contra Obama o de pruebas

Washington.- (EFE).- El influyente senador republicano John McCain aseguró hoy que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, debe retractarse sobre su afirmación de que el ex presidente Barack Obama pinchó su línea telefónica en la Torre Trump, o proporcionar pruebas sobre esas acusaciones.

«El presidente Trump tiene que proporcionarle al pueblo estadounidense, no sólo a la comunidad de inteligencia, sino al pueblo estadounidense, pruebas de que su predecesor, el ex presidente de los Estados Unidos, fue culpable de violar la ley», dijo McCain en una entrevista con la cadena CNN.

El pasado fin de semana, Trump acusó a Obama de pinchar las líneas de la Torre Trump justo antes de las elecciones presidenciales de noviembre, pero no proporcionó ninguna evidencia para apoyar sus afirmaciones.

Obama, a través de un portavoz, negó que él o cualquier funcionario de la Casa Blanca ordenara la vigilancia.

La Casa Blanca ha pedido al Congreso que analice cualquier posible vigilancia como parte de su investigación sobre la injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales, después de que las agencias de inteligencia estadounidense hallasen indicios de que el Kremlin influyó en los resultados de los comicios.

El Comité de Inteligencia de la Cámara Baja ha pedido a la Casa Blanca que presente cualquier prueba de las acusaciones que realizó el mandatario, aunque se desconoce que el Ejecutivo haya cumplido con la petición.

«No tengo ninguna razón para creer que la acusación es verdadera, pero también creo que el presidente de los Estados Unidos podría aclarar esto en un minuto», dijo McCain, agregando que Trump podría llamar al director de la CIA y al Director Nacional de Inteligencia para ofrecerles las pruebas que le llevaron a hacer tal acusación.

Una portavoz de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders, dijo esta semana que Trump ha podido tener acceso a «documentos» que ella desconoce para sustentar sus denuncias sobre Obama y afirmó que el mandatario no acepta la opinión del director del FBI, James Comey, sobre la falsedad de las presuntas escuchas ordenadas por Obama.

Comey solicitó sin éxito al Departamento de Justicia que desmintiera públicamente las acusaciones de Trump acerca de que Obama ordenó grabar sus comunicaciones.

El director del FBI argumentó que la gravedad de las acusaciones de «pinchazo» en las comunicaciones de Trump exigía un comunicado público por parte del Departamento de Justicia para señalar que son incorrectas, pero esa rama del Gobierno no ha emitido ningún pronunciamiento al respecto.