Ecuador ha detenido a 75 personas vinculadas con un grupo disidente de las FARC

(EFE).- Ecuador ha detenido este año a 75 personas vinculadas al grupo colombiano disidente de las FARC liderado por alias «Guacho», al que se le atribuye el secuestro y asesinato de cinco ecuatorianos, entre ellos un equipo de prensa del diario quiteño El Comercio, informó hoy el Gobierno.

La ministra ecuatoriana del Interior, María Paula Romo, informó esta cifra al comentar la detención en la localidad de Esmeraldas, fronteriza con Colombia, de un sujeto presuntamente vinculado al autodenominado Frente Oliver Sinisterra, liderado por Walter Patricio Arizala, alias «Guacho».

Romo dijo a periodistas que el ciudadano, detenido el martes, era requerido por la justicia «para rendir cuentas por actividades delictivas y por la violencia en la frontera norte».

«Es una captura importante, un trabajo digno de felicitar de la Policía Nacional. Es el resultado, además, de trabajo de inteligencia e investigación de (hace) ya un buen tiempo en esa zona», explicó.

Con esa nueva captura, Ecuador dice tener en este momento a «75 personas privadas de libertad y procesadas que están relacionados con el Frente Oliver Sinisterra».

La ministra precisó que, de ellos, 65 «pertenecerían a la organización y los otros diez están vinculados a sus actividades delictivas».

La Policía informó hoy que la captura tuvo lugar en la ciudad de San Lorenzo, en la provincia costera de Esmeraldas, fronteriza con Colombia, e identificó al detenido por las iniciales de su nombre: R.J.M.CH.

Las autoridades de Ecuador y Colombia atribuyen a «Guacho» el secuestro y asesinato a principios de año de cinco civiles ecuatorianos, entre ellos los integrantes de un equipo periodístico, así como la muerte de cuatro militares de este país en ataques registrados este año en la zona de la divisoria común.

El pasado sábado, el Equipo de Seguimiento Especial (ESE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) concluyó su última visita a Ecuador para investigar el asesinato del equipo periodístico, antes de dar a conocer un informe sobre el caso el próximo mes.

El objetivo del periplo, en el que se entrevistó con autoridades del país, fue recopilar información y ver el grado de avance en las indagaciones que realizan las instituciones en torno al secuestro y asesinato del periodista Javier Ortega, del fotógrafo Paúl Rivas y del conductor Efraín Segarra.

Los tres fueron secuestrados a finales de marzo cuando realizaban una cobertura periodística y, posteriormente, asesinados en cautiverio por una disidencia de las FARC liderada por alias «Guacho».

Familiares y gremios han denunciado la falta de información y presunta mala gestión del caso por parte de las autoridades ecuatorianas y han recurrido a instancias internacionales y regionales como la CIDH en busca de su esclarecimiento.

Santos recibe Nobel de la Paz con una dedicatoria a las víctimas del conflicto armado del país (vídeo)

(Por. Euronews).- Juan Manuel Santos, gran protagonista en Oslo. El presidente colombiano recibía de esta forma el Premio Nobel de la Paz en la capital noruega por sus esfuerzos por acabar con el conflicto armado en su país.

El Nobel llega después del rechazo en referéndum a un primer acuerdo con las guerrillas de las FARC, un revés que Santos utilizó para abrir un nuevo diálogo que culminó en un segundo pacto aprobado el mes pasado.

“El acuerdo de paz en Colombia es un rayo de esperanza en un mundo afectado por muchos conflictos y demasiada intolerancia. Es una demostración de que lo que en un principio parece imposible, si se persevera, se puede volver posible, incluso en Siria o en Yemen o en Sudán del Sur”.

Poco después Santos ha querido homenajear a las víctimas del conflicto armado, siete de ellas presentes en el acto, como la excandidata presidencial Ingrid Betancourt, secuestrada por las FARC más de seis años.

El mandatario es el segundo colombiano galardonado con un Nobel después de que Gabriel García Márquez consiguiera el de Literatura en 1982.

El perdón de las FARC no es suficiente para Colombia

(Por. Ana Marcos.- EL PAIS).- Los vecinos del departamento del Caquetá, uno de los más castigados por la guerra con las FARC, tenían su voto claro una semana antes de que se celebrara el plebiscito de este domingo: No. Han vivido la violencia, la extorsión y el secuestro y no estaban dispuestos, como así han demostrado en las urnas, “a perdonar sin cárcel”.

A sus vecinos del Meta tampoco les ha servido el ofrecimiento del líder de la insurgencia Timochenko el pasado 26 de septiembre en la firma final en Cartagena. Su dolor ha sumado más de seis millones de votos.

Suficientes para ganar. Ni las FARC ni el Gobierno de Juan Manuel Santos han sido capaces durante los últimos cuatro años de convencer a los colombianos de que sus acuerdos eran una alternativa a medio siglo de conflicto armado.

La apuesta por el No de estos dos grandes departamentos del sur de Colombia, una de las zonas más afectadas por la violencia, no ha estado respaldada por otras regiones igual de golpeadas como el Cauca, el Guaviare o Sucre, entre otras.

Los ciudadanos de estos departamentos sí creyeron en la palabra de los guerrilleros que en diversos actos se disculparon ante la población. Lo hizo el comandante Pastor Alape en Bojayá, donde un cilindro explosivo cayó sobre una iglesia y provocó una masacre.

Iván Márquez, jefe negociador en La Habana, viajó a La Chinita, en Apartadó, donde hace 22 años fueron asesinadas 35 personas para mostrar sus condolencias en nombre de su grupo armado.

Colombia le dice ‘no’ al acuerdo de paz con las FARC

(EL PAIS).- En un mundo de locuras sin fronteras, Colombia optaba este domingo por un salto al vacío o ser ejemplo para el planeta. Ganó la primera opción.

Con el 98,8% de los votos escrutados, el 50,2% de los colombianos votó ‘no’ a refrendar los acuerdos de paz entre el Gobierno de las FARC por el 49,7% que optó por el sí. Colombia se mete en un callejón sin salida y entra en un limbo político plagado de incertidumbre.

La abstención, de más del 60%, fue tan determinante como la mala imagen que la sociedad colombiana sigue teniendo las FARC. Nadie sabe con exactitud qué va a ocurrir a partir de ahora, pero el conflicto armado que ha atravesado a Colombia durante más de 50 años, continuará. La votación puso de manifiesto la enorme polarización que existe en Colombia.

El expresidente Álvaro Uribe, máximo abanderado del no, el mismo que consiguió unir a casi todo el país en torno a la política de Seguridad Democrática que debilitó las FARC, volvió a recurrir al juego de palabras con el que ha conseguido profundizar en la división de la sociedad: “La paz es ilusionante, los textos de La Habana son decepcionantes”, aseguró tras votar.

Durante el mes de campaña del plebiscito, Uribe ha tratado de hacer calar la idea de que si se rechazaban los acuerdos, estos se podrían renegociar, algo contra lo que han sido tajantes el Gobierno y las FARC.

La posibilidad de participar en política de los líderes guerrilleros y el hecho de que ninguno pagará cárcel siempre y cuando reconozca sus crímenes, ha sido la piedra angular de su campaña, a sabiendas de que la mayoría de los colombianos, incluso entre los votantes del sí, no lo ven con buenos ojos. MÁS INFORMACIÓN Especial | El camino a la paz en Colombia Lo mejor y lo peor de la humanidad.

Los desplazados de Colombia que ya perdonaron Uribe sabe que el rechazo a las FARC trasciende a su persona y ha sabido sacar partido de ello. La guerrilla sigue siendo muy impopular entre los colombianos. En el último año han tratado de abrirse al mundo y mostrar una modernización de su discurso, pero la desconfianza después de 52 años de guerra sigue siendo la nota predominante.

Ni siquiera los actos de perdón de las últimas semanas han servido de acicate. Tampoco que la tarde previa a la votación anunciasen que harían un inventario de sus bienes, algo a lo que se habían negado hasta ahora porque decían que carecían de ellos.

La destrucción, verificada por la ONU, de más de 600 kilos de explosivos el día anterior al plebiscito, tampoco supuso un vuelco a la hora de salir a votar en una lluviosa jornada. Son, obvio, mensajes trascendentales, necesarios para construir un futuro en paz, pero llegan tarde y resultan en muchos casos oportunistas. El resultado de la votación supone también un mazazo para la clase política colombiana. Al crónico clientelismo y la rampante corrupción se le une una falta de liderazgo abismal. Solo el 37%% de la población salió a votar.

Ningún político, salvo Uribe, ha sabido movilizar a la población. El día después de la votación estará más cerca de durar 24 años que 24 horas. El acuerdo entre el Gobierno y las FARC no solucionaba los males de Colombia.

Apenas abría una senda para transitar hacia un periodo de modernización, para afrontar y resolver los problemas que datan incluso de antes de 1964, cuando las FARC se alzaron en armas. La negociación había sido el triunfo de un bien escaso en todo el mundo: la voluntad política. Los representantes de quienes durante más de cinco décadas se dieron plomo lograron en cuatro años, muy intensos pero solo cuatro al fin y al cabo, redactar un documento de casi 300 páginas que pone fin al conflicto.

Lo hicieron dialogando, cediendo, tratando de buscar una salida digna para todo el país. No fue sufiiciente. Después de 52 años, ocho millones de víctimas, más de 260.000 muertos, decenas de miles de desaparecidos, rechazaron el primer acuerdo de paz. Colombia se sume en la incertidumbre.

John Kerry se reunirá con FARC y gobierno

(Redacción La Voz de América).- El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, se reunirá con los delegados del Gobierno y las Farc, en el marco de la visita que hará el presidente Barack Obama a Cuba.

Como una muestra de respaldo al proceso de paz que se adelanta en La Habana, Kerry ha manifestado su intención de revisar los avances en el proceso de paz.

En este encuentro, Kerry se reunirá con Humberto de La Calle e Iván Márquez, además de los cancilleres de Colombia y Cuba, María Ángela Holguín y Bruno Rodríguez y el delegado estadounidense para el proceso, Bernard Aronson.

Todavía se desconocen detalles del sitio y la hora de la reunión, al igual que de posibles anuncios, o si la reunión del secretario de Estado será con las dos delegaciones de paz juntas o por separado.

Tampoco se ha confirmado si los presidentes de Colombia y Cuba, Juan Manuel Santos y Raúl Castro, asistirán a la cita.

Consejo de Seguridad de ONU acepta supervisar fin de conflicto en Colombia

(CNN Español) – El Consejo de Seguridad de la ONU aceptó supervisar el fin de conflicto en Colombia, como solicitaron la semana pasada el gobierno colombiano y las FARC.

Las delegaciones en La Habana pidieron la creación de una misión internacional seleccionada por la ONU que acompañe y verifique el alto al fuego, una vez implementado como parte de los esfuerzos para poner fin al conflicto armado y dar paso a la paz.

Con votación unánime, los 15 miembros del Consejo aprobaron una resolución que incluye la creación de una misión política y pide al secretario general Ban Ki-moon que comience el proceso de supervisión.

La misión, que tendrá un mandato inicial de 12 meses, también estaría encargada de comprobar la dejación de armas por parte de la guerrilla.

El mecanismo será tripartito estará integrado por representantes elegidos por el Gobierno, por la guerrilla y por el componente internacional, informaron las partes en una declaración conjunta en la capital cubana la semana pasada.

El objetivo es «la puesta en marcha de mecanismos eficaces de monitoreo y verificación, con acompañamiento internacional, que garanticen el pleno cumplimiento de los compromisos adquiridos».

El presidente Juan Manuel Santos explicó la semana pasada que recurrir al Consejo de Seguridad «garantiza que tendremos a los países más importantes del mundo como aliados del proceso».

Según Santos, «habrá observadores no armados de la Celac» y no serán Cascos Azules «ni nada por el estilo».

En la mesa de negociación se han alcanzado hasta el momento acuerdos definitivos en los puntos de desarrollo rural integral; el de participación en política de guerrilleros presos; el de erradicación de cultivos ilícitos; el anuncio del marco para el acuerdo de justicia transicional; y el de reparación y verdad a las víctimas.

Aún falta llegar a acuerdo sobre la terminación del conflicto, que incluye el tema del posible plebiscito de paz –que se ha convertido en la manzana de la discordia en esta fase final–, el referendo a través del cual los colombianos aprobarían lo acordado en La Habana.