(Redacción.- La Voz de América).- El líder supremo de Irán dijo que Arabia Saudita enfrentará una “venganza divina” por la ejecución de Sheikh Nimr al-Nimr, un prominente chií muy crítico de la familia real que gobierna Arabia Saudita.
Al-Nimr, venerado clérigo musulmán, fue uno de los 47 ejecutados el sábado por diferentes crimines de sedición y terrorismo.
Su ejecución provocó que una una turba, gritando consignas contra la monarquía saudi, atacara la embajada de Arabia Saudita en Teherán, la cual fue parcialmente destrozada e incendiada.
El ayatolá Ali Khamenei dijo el domingo que el “injustificable derramamiento de sangre de este mártir tendrá prontas consecuencias”.
El líder supremo agregó que Nimr “ni incitó a la gente a la acción armada ni conspiró secretamente, sino lo único que hizo fue manifestar sus críticas en base al celo religioso”.
Por su parte la Guardia Revolucionara de Irán vaticinó que la muerte de Nimr llevará a la “caída” de la monarquía saudita.
Reacciona Estados Unidos
El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., John Kirby, dijo en un comunicado que la ejecución “del prominente clérigo chií y activista político… corre el riego de exacerbar las tensiones sectarias en un momento en que es urgentemente necesario reducirlas”.
El comunicado también refiere a las preocupaciones por la forma en que se realizan los procesos legales en Arabia Saudita y hace un llamado a «respetar y proteger los derechos humanos, y a asegurar procedimientos judiciales justos y transparentes en todos los casos».
De igual manera, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo estar “profundamente consternado” por las ejecuciones y pidió “calma y mesura en la reacción”.