Tres años después, un «brexit» abrupto más cerca que nunca

Londres.- (EFE).- En el tercer aniversario del referéndum del «brexit», que cambiaría para siempre el destino del Reino Unido, el país se encuentra a escasas semanas de estrenar nuevo primer ministro y con el horizonte puesto en el 31 de octubre, fecha en la que, por defecto, romperá abruptamente con la Unión Europea (UE).

Un divorcio a las bravas que se consumará a no ser que el nuevo jefe del Gobierno -puesto que se disputan los conservadores Boris Johson y Jeremy Hunt- pida una nueva prórroga a Bruselas, consiga renegociar el acuerdo de salida y que el Parlamento lo apruebe o, en última instancia, se cancele el «brexit».

La opción de cambiar los términos del pacto se antoja remota después de que el pasado viernes los Veintisiete reiteraran su negativa a reabrir las negociaciones en ese sentido con el nuevo primer ministro.

Además, Johnson a la cabeza de todas las encuestas para hacerse con las llaves de Downing Street a pesar del incidente doméstico que salió a la luz este fin de semana, ha dejado clara su voluntad de que el Reino Unido salga del bloque comunitario la víspera del Día de Todos los Santos, con o sin pacto con los Veintisiete.

La pregunta es, si todos los expertos coinciden en lo dañino de ese escenario para la economía y política británica, ¿por qué Johnson parece no temer ese desenlace?

La opinión del analista de la Universidad inglesa de Surrey Simon Usherwood es que el antiguo alcalde de Londres y exministro de Exteriores no cree que el perjuicio «vaya a ser tan malo como pronostican».

«Reconoce que será problemático pero no el fin del mundo y que merece la pena», explicó a Efe.

Para Usherwood se trata además de «una estrategia» porque Johnson piensa que «si el Reino Unido muestra que está dispuesto a salir sin acuerdo demuestra que es un negociador más duro y eso ayudará a que la UE varíe su posición actual».

Unos planteamientos que, sin embargo, al experto no le parecen «realistas» y coincide con el catedrático de la Universidad Queen Mary de Londres Tim Bale en un pronóstico poco alentador de producirse esa ruptura a las bravas.

«Nadie sabe realmente cómo de malo será pero, será malo. Se crearán terribles colas en los puertos. Las fábricas, las tiendas y las farmacias sufrirán desabastecimientos. Subirán los precios. En resumen, es probable que experimentemos el caos, al menos en el corto plazo», sostuvo Bale en un entrevista con Efe.

Según la profesora de Políticas de la Universidad de Edimburgo Nicola McEwn los efectos políticos podrían llegar al punto de desencadenar la desintegración del Reino Unido, con Escocia e Irlanda del Norte reverdeciendo sus movimientos independentistas.

Con todo, la docente no termina de imaginar que un «no acuerdo» pueda realmente existir.

«Si el Reino Unido sale sin un consenso, es inconcebible que el Gobierno británico no querría después negociar una futura relación comercial tan rápido como fuera posible», señaló.

«En ese contexto, todos los temas que están incluidos en el acuerdo volverían inmediatamente a estar encima de la mesa», concluyó.

Si el Reino Unido sale sin un tratado eso quiere decir que no existirá ningún tipo de periodo de transición ni pacto previo entre ambos lados del Canal de la Mancha que mitigue el efecto de romper abruptamente con los acuerdos e instituciones comunitarias.

El país saldría automáticamente del mercado único y de la unión aduanera, acuerdos diseñados para promover y ayudar al comercio entre miembros de la UE y para eliminar los controles y aranceles.

Bajo los términos del documento que negoció Theresa May con Bruselas, habría un periodo de transición de 21 meses a contar desde la salida efectiva del bloque durante el cual el Reino Unido mantendría parte de su estatus mientras ambas partes negociaban un acuerdo comercial.

Respecto a la llamada salvaguarda irlandesa, un mecanismo incluido en el documento sellado entre Londres y los Veinsiete para asegurar la invisibilidad de la barrera entre las dos Irlandas, clave para sus economías y el proceso de paz, no existiría.

Los defensores de una ruptura abrupta sostienen que una solución tecnológica podría mantener invisible esa frontera, pero los juristas europeos consideran que se seguirían necesitando algunos controles fronterizos.

La incógnita de quién será el nuevo «premier» será desvelada la semana del 22 de julio, momento en el que arrancará la recta final del Reino Unido dentro de la UE. Un tiempo en el que tendrán que terminar de desvelarse las otras muchas incógnitas que siguen rodeando al «brexit» tres años después.

Paula Baena Velasco

La tarde en que se paró el corazón de Londres

(Por. Pablo Guimón.- EL PAÏS).- A media tarde, todo paró en el epicentro turístico de Londres. Tres profesores irrumpieron corriendo en la clase de Ciencias del colegio Grey Coat Hospital, junto al palacio de Westminster, y pidieron a todos los alumnos que permanecieran en el interior del centro hasta nueva orden. “Daba mucho miedo”, explica Martha Bryant, de 16 años. “Poco a poco nos íbamos enterando de lo que había pasado, y era horrible. Había pasado ahí mismo, podía habernos ocurrido a nosotros”.

Enseguida, los mensajes de los familiares y las alertas en los móviles ofrecían preocupantes pistas, aún confusas, sobre la situación. La información llegaba con cuentagotas. A última hora de la tarde, se contaban al menos cuatro muertos y unos 20 heridos. “Cuando nos dejaron salir, la vuelta a casa fue una odisea”, explica Martha. “Nada se movía. Salí para ir andando y me encontraba con todas las calles cortadas”.

Lo que sabemos del atentado en la capital británica

Parado en medio de la calzada, quedó el autobús turístico en el que viajaban Sandra e Igor, dos jóvenes italianos que habían llegado esa misma mañana de Bérgamo. No hablan inglés y pasaron un mal rato hasta que recibieron una llamada de sus padres, “casi en lágrimas”.

Anna, brasileña, embarazada de seis meses, tampoco podía contener las suyas. De turismo en Londres con su marido, André, estaba subida en el London Eye cuando sucedió el ataque. La noria de 135 metros de diámetro a orillas del Támesis, a la que suben tres millones de turistas cada año, quedó detenida. Los pasajeros obtuvieron, por el mismo precio, una vista bien distinta a la que buscaban. Desde arriba, algunos relataban los hechos en Twitter con selfies en riguroso directo. André consolaba a Anna, rodeados por las cámaras, a la salida de lo que se convirtió en un siniestro viaje de más de dos horas.

El encierro de Melle, profesor de un colegio de La Haya, fue dentro de un túnel del acuario. A su cargo, una veintena de alumnos de 16 años. Estaban en su cuarto día de viaje de estudios en Londres. Les pidieron que se quedaran donde estaban y esperaran. Poco a poco fueron llegando los mensajes a los móviles. Dos horas después, ya lejos de las criaturas marinas, llamaban a sus familias para tranquilizarlas. Habían estado cerca: pasaron por el puente de Westminster pocas horas antes de que el Hyundai gris dejara su rastro de sangre. Pero podían contarlo, y lo contaban a gritos por sus móviles.

El Big Ben, la abadía de Westminster, el London Eye, el cambio de guardia a caballo, Downing Street, Trafalgar Square. El centro político y administrativo de Londres es también el destino de hordas de turistas cada día. La irrupción del terror lo convirtió este miércoles en un laberinto de calles cortadas, coches de policía a toda velocidad, familias desconcertadas, jóvenes tranquilizando a sus padres y periodistas a la caza de historias. Escenas que quedarán grabadas, con un zumbido de los helicópteros y sirenas, en los móviles y las memorias de los turistas que visitaban este miércoles Westminster.

La zona es también el lugar de trabajo de muchas otras personas, que vieron este miércoles sus rutinas inesperadamente interrumpidas por las sirenas. Es el caso de Jorge Garriz, arquitecto navarro que trabaja en el estudio de David Chipperfield, en Waterloo. Había salido a hacer un recado cuando una compañera le alertó de lo ocurrido. Volvió rápido al estudio y se lo contó a los jefes. Todas las reuniones canceladas. “Primero fueron unas pocas sirenas, pero a los 10 minutos era un no parar. Por las ventanas veíamos cómo varios edificios contiguos eran desalojados. La calle se llenó de trabajadores que salían de las oficinas. Los helicópteros, las ambulancias, la policía, al poco tiempo el ruido era ensordecedor”.

Andrew Woodcock, editor de la agencia británica Press Association, vio la escena desde la ventana de su oficina. “Escuché algo que sonó como disparos —creo que tres— y lo siguiente que sé es que había dos personas tumbadas en el suelo y otras corriendo para ayudarlas». “Carnicería en Westminster”, titulaba a pocas horas de conocerse los hechos el tabloide británico London Evening Standard. En la portada, la imagen del vehículo Hyundai que atropelló a los peatones antes de empotrarse contra la verja del Parlamento.

El heroico ministro que ha intentado salvar la vida del policía herido

(El Confidencial).- En situaciones tan dramáticas como el atentado de Londres de hoy, el entrenamiento y la experiencia son esenciales. Lo ha demostrado Tobias Ellwood, ministro de Exteriores para África y Oriente Medio, ex soldado y capitán de los Casacas Verdes Reales del Ejército Británico, quien ha intentado salvar la vida al agente de policía apuñalado por el terrorista.

Calmado a pesar de haberse empapado de sangre, Ellwood ha intentado detener la hemorragia aplicando presión en las heridas, y reanimar a la víctima haciéndole el boca a boca. También ha jugado un papel fundamental al permanecer con el herido hasta la llegada de los equipos médicos.

“Ha intentado hacerle el boca a boca al oficial y detener el flujo de sangre de las múltiples heridas por punción hasta que el helicóptero y los médicos han llegado”, ha confirmado una fuente cercana a Ellwood al diario The Telegraph. El político ha sido parlamentario por el distrito de Bournemouth Este desde 2005, y miembro del Foreign Office desde julio de 2014.

Además, Ellwood no es ajeno a los incidentes terroristas: su hijo Jon murió en el atentado de Bali de 2002, en el que fallecieron más de dos centenares de personas, incluyendo a 27 británicos.

Escocia pierde apego por la UE tras el anuncio de un segundo referendo

Londres.- (EFE).- El apego a la UE parece perder fuerza en Escocia, según los últimos sondeos divulgados hoy, que no coinciden a la hora de medir el sentimiento independentista en la región, tras anunciar los nacionalistas que impulsarán un nuevo referendo.

Los resultados arrojados por la llamada Encuesta de Actitudes Sociales escocesa, elaborada anualmente con fondos públicos, revelan un fuerte sentimiento euroescéptico por parte de los escoceses, desde la última campaña previa al primer plebiscito sobre independencia, celebrado en septiembre de 2014.

El tema de Escocia vuelve a adquirir protagonismo apenas dos días después de que su ministra principal, Nicola Sturgeon, revelara que planea poner en marcha una segunda consulta en 2018 o 2019 ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con su colega británica, la tory Theresa May, sobre los términos del «brexit».

Esa región, que votó abrumadoramente por continuar en la UE en el histórico referendo europeo del pasado 23 de junio, teme que los planes de May para sacar al país del bloque comunitario y del mercado único puedan dañar sus intereses.

El sondeo realizado por la firma ScotCen Social Research desvela un incremento en el respaldo a la separación del Reino Unido, con un 46 % del apoyo, frente al 23 % obtenido en 2012.

Paradójicamente, la prestigiosa consulta detectó al mismo tiempo una disminución en la popularidad de la Unión Europea (UE).

En este sentido, más de dos tercios de los votantes escoceses se mostraron críticos con el bloque, con un 25 % a favor de abandonar la unión, y otro 42 % partidario de reducir los poderes de Bruselas.

Los que abogan por la unión argumentan que otro plebiscito generaría más división e incertidumbre a la vez que alegan que no sería la opción de la mayoría, según esto.

El experto británico en estadísticas y sondeos John Curtice opinó hoy en la BBC que «existe el riesgo de que vincular estrechamente la independencia con la idea de permanecer en la UE pueda alinear a algunos de los que actualmente respaldan» el «brexit».

Mientras que desde el partido laborista escocés se interpretan esos datos como un reflejo de la «complejidad» de las actitudes de los escoceses en ese espinoso tema, para Fiona Hyslop, responsable de Asuntos Exteriores del ejecutivo escocés, revelan «niveles históricos» de apoyo a la independencia.

Frente a esos resultados, contrastan los arrojados hoy por otro sondeo realizado por YouGov, que apunta a que un 57 % de votantes es partidario de permanecer en el Reino Unido.

Frente a esa mayoría, un 43 % abogaría por la secesión, excluyendo a aquellos que «no saben» o los que no van a votar.

La líder del SNP tiene previsto solicitar la próxima semana autorización al Parlamento de Edimburgo para obtener del Ejecutivo de Londres una orden que permita al legislativo escocés regular la convocatoria del plebiscito.

Por su parte, May planea invocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa -lo que iniciará los dos años de negociación con Bruselas para la salida de la Unión Europea (UE)-, «en los próximos días», tras concluir la tramitación de la llamada ley del «brexit».

El portavoz del Partido Nacionalista Escocés (SNP) en los Comunes, Angus Robertson, ha instado a la líder tory a llegar a un acuerdo especial con Escocia para «proteger» su lugar en Europa en la negociaciones con Bruselas, a fin de evitar un segundo referendo.

En declaraciones al periódico «The Guardian», Robertson opina que May aún puede alcanzar ese pacto de compromiso con esa región aunque advierte de que el tiempo se agota.

Según el político, uno de los factores que ha hecho cambiar de opinión a los escoceses sobre el tema independentista desde 2014, cuando triunfó la opción de la unión en ese primer plebiscito son «las personas con vocación internacional, que quieren vivir en un país que recibe a los visitantes y los que escogen vivir en un país que ofrece refugio a los que lo solicitan».

Para Robertson, «se trata de algo más que nuestra relación con Europa, se trata de los valores como país».

Londres estudia restringir la permanencia de ciudadanos comunitarios

Londres.- (EFE).- El ministro británico encargado del «brexit», David Davis, aseguró hoy que su Gobierno podría bloquear la permanencia en el país de los ciudadanos de la Unión Europea (UE) que lleguen antes de que el Reino Unido abandone formalmente el bloque comunitario.

Davis reiteró que su Gobierno tendrá que actuar con determinación para frenar la posible llegada masiva de inmigrantes europeos ante el eventual cierre de sus fronteras, pues toda vez que se establezcan en la isla, reconoció, podrían acogerse al derecho de libre circulación de personas contemplado por Bruselas.

«Quizá tendremos que abordar este asunto. Existen varias opciones», explicó Davis al dominical Main on Sunday, en referencia a las negociaciones que mantendrá Londres con Bruselas para establecer un nuevo marco de relaciones tras el «brexit».

De momento, la primera ministra británica, Theresa May, ha sugerido que ni siquiera los ciudadanos de la UE que ya residen en el Reino Unido podrían tener asegurado su derecho a la permanencia indefinida en este país, una posición por la que ha sido duramente criticada.

«Tal vez tengamos que plantear que ese derecho solo se aplica a los llegados en una fecha determinada. No obstante, tendremos que tomar decisiones basadas en la realidad, no en la especulación», declaró Davis.

El ministro «tory» reiteró que el equipo negociador de May tratará de obtener un «acuerdo generoso para los inmigrantes de la UE que ya estén aquí» y para los ciudadanos británicos que residan en algún país del club comunitario.

Asimismo, volvió a poner sobre la mesa la posibilidad de que Bruselas acepte mantener al Reino Unido dentro del mercado único y, al mismo tiempo, suspenda el acuerdo de libre circulación de personas entre ambos bloques.

«Todo el mundo -arguyó- está tomando posiciones de salida. Por supuesto, nos estamos poniendo duros. Si estuviese negociando la compra de una casa o un coche mi primera oferta no sería la última, ¿Verdad?».

Tras tomar las riendas del Gobierno británico, May desveló la pasada semana el núcleo duro de su equipo, que incluye un departamento específico para el «brexit» y pone la cartera de Exteriores en manos de Boris Johnson, abanderado conservador de la salida del Reino Unido de la UE en el referéndum del pasado 23 de junio.

Además de Johnson, la unidad para negociar la ruptura con Bruselas estará bajo el control del euroescéptico Davis, veterano diputado «tory» que ya disputó el liderazgo del partido a David Cameron en 2005.

Este departamento del «brexit» lo completa Liam Fox, el nuevo ministro de Comercio Internacional, quien tiene la tarea de encontrar socios comerciales globales para su país tras este divorcio.

La primer ministra de Escocia avisa: su parlamento puede bloquear la salida del Reino Unido de la UE

Londres.- (EFE).- La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, dijo hoy que el Parlamento escocés podría bloquear la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).

En declaraciones a un programa de la BBC, sostuvo que “por supuesto” pediría al Parlamento autónomo, donde su partido tiene 63 de 129 diputados, que denegara el “consentimiento legislativo” para que el Gobierno de Londres procediera con la retirada.

Sturgeon admitió sin embargo que el Gobierno británico podría disputar la necesidad de tener que recibir consentimiento de Edimburgo para proceder con el “brexit”.

“¿Lo que me estás comentando es si debería haber una moción de consentimiento legislativo, o mociones (en el Parlamento escocés), sobre la legislación que separaría al Reino Unido de la Unión Europea?”, planteó la ministra en el programa.

“Mirándolo desde una perspectiva lógica, me cuesta creer que no hubiera ese requisito -aunque sospecho que el Gobierno británico tendrá otro punto de vista, y ya veríamos cómo acabarían las conversaciones-”, afirmó.

Preguntada por el presentador, Gordon Brewer, si se plantearía pedir al Parlamento autónomo que no respaldara esa potencial moción de consentimiento legislativo, la líder independentista respondió: “Por supuesto”.

“Si el Parlamento escocés lo juzgara sobre la base de lo que es mejor para Escocia, entonces la opción de decir, ‘miren, no vamos a votar por algo que va en contra del interés de Escocia’, por supuesto que debe estar sobre la mesa”, añadió.

Sturgeon ha expresado su decepción con el resultado del histórico referéndum del 23 de junio, que ganaron los partidarios de abandonar la UE con un 52 % de los votos frente al 48 % favorable a la permanencia.

Esto contrasta con el apoyo a la permanencia de un 62 % de los escoceses, comparado con el 38 % que abogó por el “brexit” en esa autonomía.

Tras conocer el resultado, Sturgeon dijo el viernes que ahora es “altamente probable” que Escocia, que será “sacada de la UE contra su voluntad”, celebre un segundo referéndum de independencia, después de que los independentistas perdieran el primero el 18 de septiembre de 2014.

También anunció que pedirá entrevistarse con los líderes de las instituciones europeas y los dirigentes de otros Estados miembros para “proteger el lugar de Escocia en la UE”.