La resurrección de Mariah Carey

Madrid.- (Por. Ignacio Gomar.- El País.es).- El número uno esta semana es para Ariana Grande mientras que Lady Gaga sigue arrasando con la banda sonora de Ha nacido una estrella. Pero la sorpresa es otra.

Parecía imposible volver a ver en lo más alto de las listas de éxitos a un icono de los años 90 como Mariah Carey, y sin embargo la diva neoyorquina lo ha vuelto a conseguir, aunque de un modo curioso.

No ha sido con su último trabajo, Caution, publicado la semana pasada, sino con su disco más denostado, el que marcó el punto más bajo en su carrera. Se trata de la banda sonora de Glitter, la película que protagonizó la cantante en 2001, y que fue un fracaso total.

Ahora sus fans han creado un movimiento en las redes sociales con la etiqueta #JusticiaParaGlitter y han catapultado al número uno en iTunes ese álbum 17 años después de su lanzamiento.

Carey se está quitando todas las espinas que tenía clavadas y sus nuevas canciones han tenido una gran acogida entre los críticos, que hablan de su decimoquinto disco como uno de los mejores de su carrera. Una trayectoria que llevaba demasiado tiempo lejos del nivel que se espera de una de las artistas más exitosas de la historia.

Puede parecer una anécdota, pero lo conseguido por sus fans para Glitter ha sido muy importante para Mariah Carey. Aquel fracaso la sumió en una profunda crisis. Terminó ingresada en un hospital y se llegó a hablar de intento de suicidio.

La película y el disco nacieron malditos, ya que se estrenaron el 11 de septiembre de 2001 mientras el mundo se paralizaba por los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York.

La diva, que venía de conquistar la década anterior, ahora escuchaba chistes como que Bin Laden se escondía en las salas de cine donde se proyectaba su película, ya que allí estaba solo sin riesgo de ser encontrado.

La discográfica EMI la despidió, y aunque volvió a tener un gran éxito en 2005 desde entonces la cantante ha sido conocida por todo menos por su música. Por aparecer en aparente embriaguez a recoger un premio, por fallos de playback, por su sobrepeso y posterior operación de reducción de estómago o las muchas extravagancias a la hora de comprar.

Sin olvidar su fallido compromiso matrimonial hace dos años con el millonario James Packer. Este año se supo que no vendía entradas para sus conciertos en Las Vegas. Después de su desastrosa actuación en Times Square la cantante había tocado fondo. La Navidad, su pasillo de seguridad, tampoco estaba a salvo.

Todo eso parece haber cambiado en cuestión de meses. Nueva imagen, esbelta y radiante, y un gran disco bajo el brazo. Carey está dispuesta a dejar de ser carne de gifs y memes y lo está consiguiendo. Las últimas semanas se ha hablado de su nuevo videoclip, de la calidad del álbum, y del enorme apoyo que le están brindando sus fans para llevarla de nuevo a lo más alto.

Con 200 millones de discos vendidos, es una de las cantantes más exitosas de la historia por detrás de Madonna, Celine Dion y Rihanna. Es difícil que vuelva a alcanzar el éxito cosechado hace dos décadas, pero sí puede retomar su carrera con seriedad y calidad.

Esta misma semana Mariah Carey ha anunciado gira por Estados Unidos, Europa y una nueva residencia en Las Vegas. En lo personal ha reconocido recientemente que ha vivido unos años muy difíciles en los que ha lidiado con un trastorno bipolar. «Hasta hace poco vivía en la negación, el aislamiento y en constante temor”, declaró.

«Era una carga demasiado pesada para llevar y simplemente ya no podía hacerlo. Busqué y recibí tratamiento, puse a personas positivas a mi alrededor y volví a hacer lo que amo, escribir canciones y hacer música”. Una confesión con la que confirmaba que por fin había salido del pozo.

En este renacimiento hay algo que no cambia. Mariah Carey aparece cada año por Navidad. Su All I want for Christmas is you es un clásico de estas fiestas casi como el turrón, pero estas navidades son las más felices en mucho tiempo para ella.

Celebró con un vídeo en Instagram la caída de los primeros copos de nieve en Nueva York desde dentro de su limusina mientras sonaba el himno navideño que también da nombre a un espectáculo que traerá por primera vez a España. Será el próximo 17 de diciembre en Madrid, con una Mariah que tras tomarse la revancha con los golpes del pasado, ahora remonta el vuelo.

Murió la leyenda de la música David Bowie

(Redacción BBC Mundo).- El legendario músico inglés David Bowie murió en Nueva York a los 69 años, a causa del cáncer.El fallecimiento fue confirmado por su hijo Duncan Jones a través de un comunicado difundido por las redes sociales el lunes.

«David Bowie murió hoy en paz rodeado de su familia después de una valiente batalla de 18 meses contra el cáncer», señala el comunicado.

«Mientras que muchos de ustedes compartirán esta pérdida, les pedimos que respeten la privacidad de la familia durante este momento de dolor».

El cantante lanzó su último álbum «Blackstar» el día de su cumpleaños, el viernes pasado.

La producción, que incluye solo siete canciones, ha sido recibido positivamente por los críticos.

«Space Oddity»

Por años, hubo muchos rumores sobre el estado de salud del cantante.

Su última presentación en vivo fue en un concierto de caridad en Nueva York en 2006. 

Bowie irrumpió con éxito en el mundo de la música con «The Rise and Fall of Ziggy Stardust and Spiders From Mars» de 1972.

Sus éxitos incluyen: «Let’s Dance», «Space Oddity», «Heroes», «Under Pressure», «Rebel», «Life on Mars» y «Suffragette City».

El músico también se hizo famoso por su extravagante alter ego: Ziggy Stardust.

El actor

Bowie también incursionó en la actuación. Interpretó a un extraterrestre que buscaba ayuda para salvar a su planeta en la película de Nicolas Roeg, «The Man Who Fell to Earth» («El hombre que cayó a la Tierra») en 1976.

En Broadway, en la década de los 80, hizo una temporada de tres meses como «The Elephant Man» («El hombre elefante»).

Bowie también participó en la última película de Marlene Dietrich, «Just a Gigolo» («Sólo un gigolo») de 1978 e interpretó a Poncio Pilatos en «The Last Temptation of Christ» («La última tentación de Cristo») de Martin Scorsese de 1988.

En «Labyrinth» («Laberinto») de 1986, Bowie interpretó el papel de Jareth y Jennifer Connelly el de Sarah.

Bowie nació como David Jones en Londres el 8 de enero de 1947 pero cambió su nombre en 1966 después de que el cantante británico Davy Jones de la banda de rock The Monkees consiguiera el estrellato.

Formó parte de varias bandas antes de firmar con la compañía Mercury Records, que se encargó de lanzar su álbum «Man of Words, Man of Music» en 1969, el cual incluía «Space Oddity», su primer tema número uno en el Reino Unido.

«Desgarrador»

De acuerdo con Mark Savage, periodista especializado en música de la BBC, la noticia de este lunes es mucho más impactante si se toma en cuenta que Bowie había emergido recientemente revitalizado y fortalecido.

Sus dos últimos álbumes, «The Next Day» y «Blackstar», están entre sus mejores. El primero -explica el reportero- celebra su pasado, el segundo apuntaba hacia el futuro.

«El hecho de que no estará más es desgarrador», señaló Savage.

«Pero la carrera entera de Bowie ha sido un acto de desvanecimiento. El hijo de una mesonera y de un propietario de un club nocturno, David Jones se convirtió en David Bowie, quien se transformó en Ziggy Stardust, quien se convirtió en Aladdin Sane, quien se transformó en Thin White Duke. Todos ellos fueron ficticios. Todos ellos se volvieron íconos».

«En la década de los años 70, era incansable, revoloteaba entre estilos musicales y personas», recuerda el periodista, quien lo describe como la primera estrella posmoderna.

«Cada una de sus movidas provocaba imitadores e inspiraba subgéneros», indicó Savage.

Bowie luchó para mantenerse relevante en las décadas de los 80 y 90, pero continuó empujando los límites con el rock industrial de Outside y el bajo y la percusión que influyeron la producción de Earthling.

Su legado se mantendrá como el hombre que subvirtió y reinventó el pop una y otra vez.

Muere la cantante Natalie Colé a los 65 años 

(CNN Español).- La cantante estadounidense Natalie Cole murió en la noche del 31 de diciembre a los 65 años, confirmó su publicista Maureen O’Connor.
Cole era hija del legendario músico Nat King Cole, una de las figuras más importantes en el mundo del jazz.

Natalie Cole ganó nueve premios Grammy durante una exitosa carrera.

Cole se destacó como intérprete en los géneros R&B, pop y jazz. Su álbum Unforgettable: With Love, de 1992, ganó los premios Grammy a Álbum y Grabación del año.

El reverendo Jesse Jackson tuiteó esperando el «descanso de su alma».

Cole fue sometida a un transplante de riñón en 2009.

Su problemas renales empezaron en febrero de 2008, cuando fue diagnosticada con hepatitis C.

Cole dijo que atribuía su enfermedad a su conocida lucha por el consumo de cocaína y heroína. Cole dijo que fue sometida a una agresiva quimioterapia para combatir el virus.
Se sentía latina
Natalie Cole dijo en una entrevista con CNN en junio de 2013 que ella se sentía en parte latina debido a que recibió el riñón de Jessica, una mujer de El Salvador en 2009, una cirugía que le salvó la vida.
«Tuvo una embolia cuando tenía ocho meses de embarazo, pero su bebé está bien. Se llama Lucas. Jessica era una donante de órganos y yo recibí el riñón. Eran de El Salvador, así que soy latina en parte», dijo.

También dijo que después de esta operación empezó a sentirse “latina” y fue cuando decidió grabar su disco en español titulado Natalie Cole en español que salió a la venta en junio de 2013.