CARACAS.- (Por. La Nación).- El opositor Henry Ramos Allup, secretario general de la socialdemócrata Acción Democrática (AD), será el primer presidente parlamentario no revolucionario tras 17 años de hegemonía chavista. Así lo decidió ayer, en votación directa y secreta, la mayoría de los 112 diputados de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), reunidos en su último cónclave antes de la toma de posesión de la nueva Asamblea Nacional, prevista para mañana.
Sólo faltó el diputado Francisco Sucre, atrapado en la ruta. Entre los asistentes estaban los tres parlamentarios de Amazonas, cuya jura es una incógnita tras suspender el Tribunal Supremo las elecciones en ese estado.
«A los venezolanos les pedimos que nos vigilen, que nos exijan, que nos observen. Seremos leales al electorado que confió en nosotros. No vamos a ser un contrapoder, vamos a ser el poder autónomo legislativo», subrayó Ramos entre parabienes a su rival en la votación interna, Julio Borges, a quién derrotó por 62 votos a 49. El coordinador de la centrista Primero Justicia (PJ) ejercerá como jefe del grupo parlamentario de la MUD.
Ramos sustituye así a Diosdado Cabello, cabecilla del ala militar, que estuvo cuatro años al frente de la Asamblea. Por el mismo cargo pasaron previamente desde el presidente Nicolás Maduro hasta su mujer, la «primera combatiente revolucionaria» Cilia Flores.
Junto a Ramos estarán Enrique Márquez, de Un Nuevo Tiempo (UNT), como vicepresidente primero y, con muchas opciones, Simón Calzadilla, del Movimiento Progresista, como vicepresidente segundo. Hoy se debe ratificar esta plaza. El secretario elegido es Roberto Marrero, de Voluntad Popular (VP), conocido por ser uno de los abogados del preso político Leopoldo López.
Todos ellos permanecerán en sus cargos durante 2016 y cambiarán el año que viene, ya que la oposición ha confirmado que todos los puestos serán rotatorios. La MUD había decidido previamente no entregar al oficialismo uno de estos puestos, ya que es necesaria la unanimidad de los tres en caso de bloqueos legislativos desde el Ejecutivo.
Los diputados, acompañados por sus simpatizantes, marcharán mañana desde La Hoyada hasta la Asamblea, en lo que se pretende sea una fiesta democrática. La oposición ha pedido que los balcones se llenen de banderas y que la gente porte los colores nacionales. Varios dirigentes de la región, como el ex presidente colombiano Andrés Pastrana, han confirmado su presencia.
Ramos Allup contaba con tantos pros como contras para desempeñar el segundo cargo público en importancia de Venezuela. Por una parte, el secretario general de AD, de 72 años, es un político muy veterano que se las sabe casi todas, dotado de un pico de oro para el debate. Su intervención durante las llamadas «conversaciones de paz», organizadas por Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores en 2014, provocó el regocijo de unos y la hilaridad de otros, pues llevaba vetado más de una década en la televisión pública. Ramos desarmó a los delegados bolivarianos con su dialéctica, algo que dolió en el alma revolucionaria, ya que el oficialismo lo estigmatizó como uno de los principales fantasmas de la IV República que precedió a Chávez en el poder.
En su contra, es este mismo pasado que lo hace ver como un político de toda la vida, justamente cuando la oposición se presenta como el cambio. Ramos fue uno de los dirigentes opositores que en 2005 apostó por no concurrir a las elecciones parlamentarias, un error histórico que el bloque antichavista sigue pagando hoy.
El dirigente socialdemócrata, en cambio, fue básico para que los moderados mantuvieran la mayoría en el seno de la MUD durante las protestas antiMaduro de 2014, alineándose con Primero Justicia y con el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, partidarios de la vía electoral.