Por: Pablo Burneo Ramón
Especial para SRRADIO

Mientras el proyecto regenerar se acerca al centro de la ciudad, su lento avance desnuda varios problemas no previstos inicialmente. El más notable es el lucro cesante causado por las condiciones propias de su desarrollo con el movimiento de tierras, cierre de vías, dificultades para el tránsito regular y los niveles de convivencia en los residentes permanentes, además de los comercios y sus volúmenes de ventas.

Los negocios se ven afectados no solo por las condiciones económicas difíciles que vive el Ecuador y que el gobierno nacional en un eufemismo vano llama desaceleración económica, pero que los demás le llamamos simplemente crisis. La disminución del volumen regular de clientes en los comercios afectados por la intervención de Regenerar pone en riesgo el sostenimiento de estos negocios cuando hasta la fecha no se puede concluir ningún frente de trabajo después de 6 meses de iniciadas las obras.

La subida irracional del valor de los impuestos prediales en algunos casos llega al 500% y se suma a las contribuciones especiales de mejoras que se pretenden cobrar por adelantado, situación que motivará a muchos propietarios de los predios afectados a traspasar a sus arrendatarios esos costos y estos a su vez al valor de sus bienes, productos y servicios para obtener una tasa de retorno efectiva que les permita sostenerse, el costo final lo termina pagando el consumidor terminal de esos comercios.

Entrevista a Pablo Burneo

Es sensato considerar la exoneración del cobro del impuesto predial por un año a los afectados del proyecto Regenerar, lo que sin duda ayudará como una externalidad para que los costos operativos de los comercios no afecten a los consumidores de bienes productos y servicios dentro de las áreas intervenidas.

Según el artículo 57 del Cootad en sus literales b. y c. hacen referencia a la capacidad del cabildo para con mayoría absoluta proponer la exoneración de tributos en condiciones que consideren necesarias para la comunidad.

El literal y. de ese mismo artículo faculta al cabildo a reglamentar los sistemas de cobro de los tributos municipales, con lo que queda en la decisión de sus miembros considerar para el bien de los lojanos un sacrificio en el nivel de ingresos del municipio, no siendo el cobro de tributos su materia actuarial si no la administración del territorio en sí y lograr el bienestar de los ciudadanos.

Hasta el momento no se ha aclarado por parte del municipio de Loja cuanto terminará pagando cada propietario de un predio afectado por el proyecto Regenerar, por cada metro lineal de frente en su propiedad. Tampoco se ha socializado sobre la sectorización de los distintos niveles de inversión de esta iniciativa que considera mejoras ornamentales y mobiliario urbano en áreas específicas representado en valores reales.

La ciudad de Loja es una de las más caras para vivir en el Ecuador, sin duda la recuperación y cobro de los valores invertidos por el Municipio para corresponder la deuda asumida ante la CAF castigará la frágil economía de muchos ciudadanos, que deberán pagar al mismo tiempo sus impuestos prediales además de las contribuciones especiales de mejoras urbanas.

Los lojanos debemos ser solidarios pero es el municipio quien debe dar el ejemplo de austeridad y correspondencia con la comunidad, disminuyendo sus costos operativos y actos suntuarios, despilfarro y exceso de personal no necesario. Nunca debemos olvidar que esta obra era necesaria pero no prioritaria, pues hay barrios del área urbana que no tienen siquiera alcantarillado y agua entubada de quebradas.