Varias actividades se realizan por el “Mes de Europa en Ecuador”

Quito.- Cada mayo se celebra el Día de Europa (9 de mayo). Esta fecha marca el aniversario de la «Declaración Schuman» que impulsó una nueva forma de cooperación política entre las naciones europeas.

En este sentido, este mes se constituye en una valiosa oportunidad para que la UE y sus Estados miembros conmemoren, junto a Ecuador, las bases de la unidad europea al tiempo de celebrar nuestra estrecha relación guiada por los mismos valores.

“Como Unión Europea seguimos fortaleciendo nuestro proyecto de paz y prosperidad junto a Ecuador sobre la base del respeto a la libertad, la democracia, la igualdad, el Estado de Derecho y los derechos humanos.

A nivel europeo, resulta importante comprometernos con la defensa de estos principios, sobre todo a las puertas de las elecciones al Parlamento Europeo y en medio del difícil entorno geopolítico, con dos guerras en nuestras fronteras.

A nivel de nuestra acción exterior, es vital seguir afianzando el multilateralismo y fomentando asociaciones que permitan invertir en el desarrollo sostenible, verde e inclusivo como se busca a través de la estrategia Global Gateway», expresó el Embajador de la Unión Europea en Ecuador, Charles-Michel Geurts.

Para reflexionar sobre este contexto y la esencia de nuestro compromiso bilateral, la Unión Europea y sus Estados miembros en Ecuador ha organizado una variada agenda de actividades en los siguientes temas:

20 años de la ampliación de la Unión Europea

Abrimos el mes con el vigésimo aniversario de la ampliación histórica de 10 nuevos Estados miembros de la UE: Chipre, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia.

Para profundizar sobre los beneficios y el sólido crecimiento económico que no solo estos países, sino la Unión Europea como un todo han experimentado durante estos años, se realizó un conversatorio organizado por la Embajada de Hungría y el Centro de Estudios Europeos de la Universidad San Francisco de Quito.

Libertad, democracia y derechos humanos

La protección de la libertad de expresión es una prioridad de la UE en materia de derechos humanos, por ello, para conmemorar el Día Internacional de la Libertad de Prensa (3 de mayo) se realizarán acercamientos con los medios de comunicación para dialogar sobre la importancia de la democracia, a propósito de las elecciones europeas y se organizará un foro, junto a la Alianza Francesa de Quito, por el Mes de la Educación Mediática con el caricaturista francés Adjim Danngar.

Además, en el marco del Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la TransfobiaIDAHOT (17 de mayo), bajo el lema «que nadie se quede atrás: Igualdad, libertad y justicia para todos», la UE apoyará la exposición fotográfica Sport Friendly, organizada por la Red de Alianzas Francesas, que se alza contra la discriminación en el deporte; y un foro con la Fundación Equidad y la Universidad Católica del Ecuador con sociedad civil, autoridades, organizaciones internacionales y representantes de la comunidad LGBTIQ+.

Arte y diálogo intercultural

La UE invita durante este mes a valorar y cuestionar el “somos” en una sociedad global, diversa, pluricultural y multiétnica a través de la exposición Identidades Líquidas (8 de mayo) misma que, de la mano del cineasta neerlandés Rob Rombout y seis grandes artistas visuales ecuatorianos, presentarán al público una metáfora que describe a una sociedad en construcción, resiliente y en evanescencia.

Además, junto a la Casa de la Música y la Embajada de Alemania, se ofrecerá el Concierto “Danzando con Europa” (11 de mayo), encuentro musical de altísimo nivel, con la participación del prodigioso contrabajista venezolano Edicson Ruiz, desde la Orquesta Filarmónica de Berlín y la Orquesta Sinfónica Nacional de Ecuador.

Global Gateway

El Equipo Europa trabajará junto a las contrapartes ecuatorianas en una hoja de ruta para la implementación de la estrategia Global Gateway.

Esta iniciativa permitirá la utilización de fondos reembolsables y no reembolsables, garantías financieras e inversiones del sector privado europeo para apoyar al país en temas de educación, salud, digitalización, transporte sostenible y clima – energía.

En esa línea, el 28 de mayo se llevará a cabo el lanzamiento del Proyecto “San Andrés y Manglaralto, parroquias libres de desnutrición crónica infantil», liderado por organizaciones de la sociedad civil: Ayuda en Acción y Fundación ESQUEL, con el GAD Municipal de Guano y de Santa Elena, por un monto de EUR 4 M de fondos no reembolsables para brindar agua segura; garantizar el acceso a alimentos sanos, suficientes y nutritivos; y brindar servicios de salud y desarrollo integral a mujeres en edad reproductiva, madres gestantes y los niños y niñas durante sus primeros 1000 días.

 

Cumbre UE-CELAC: cuando las democracias callan

La declaración final no concreta acercamientos comerciales entre Europa y América Latina, lamenta la guerra en Ucrania sin condenar a Rusia y omite cualquier crítica a las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Tras ocho años sin encuentros multinacionales de alto nivel entre Europa y América Latina, culmina en Bruselas la cumbre sostenida por la Unión Europea y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC). Los resultados, digámoslo claramente, no son para tirar cohetes. Más bien, reflejan fielmente el estado actual del orden internacional, donde la ineficacia del multilateralismo democrático se estrella contra las exigencias que imponen las autocracias, incluso las más pequeñas.

Reunión desigual y variopinta

Sesenta países se dieron cita en Bruselas: los 27 miembros de la Unión Europea y los 33 que integran la CELAC. Por un lado, un ambicioso esquema de integración que ya se ha consolidado, a pesar de las barreras culturales y las incontables guerras que han separado históricamente a sus integrantes. Por otro, una serie de países que no logran cooperar como un bloque, a pesar de sus enormes coincidencias lingüísticas y culturales.

Mientras el denso entramado institucional de la Unión Europea le ha permitido establecer incluso una unión monetaria, la CELAC carece de instituciones permanentes. Es, de hecho, otro de los clubes políticos que América Latina se da en función de las veleidades políticas de turno, el resultado de las iniciativas diplomáticas conducidas por los gobiernos de Bolivia, Venezuela y Cuba para constituir un espacio en el que los Estados Unidos y Canadá no tuvieran voz ni voto.

Una presidencia acontecida

En todo caso, el gobierno de Pedro Sánchez convocó la cumbre en cuestión para realzar lo que en un inicio se previó como el flamante inicio de la presidencia española de la Unión Europea, la cual se extiende de julio a diciembre del presente año. Pero las cosas se complicaron a medio camino. El varapalo electoral sufrido por el PSOE en las elecciones autonómicas de mayo llevó a Sánchez, quien también preside actualmente la Internacional Socialista, a adelantar para el 23 de julio las elecciones generales en España y a concentrar su atención en dicha tarea.

Por ende, la proximidad de un eventual cambio de gobierno en La Moncloa ha dejado un tanto en el aire la propuesta española para presidir la UE así como la dirección política de la cumbre con la CELAC. Esta cumbre, a pesar de ser convocada por Sánchez, no se desarrolló en España. El presidente socialista incluso se ausentó en el segundo día para asistir a un mitin en San Sebastián, mientras europeos y latinoamericanos revelaban sus diferencias al redactar la declaración final de la cumbre en Bruselas.

Lo que estaba en juego

A la Unión Europea le interesaban fundamentalmente dos cosas. Por un lado, y en medio del alza del precio de los commodities, aproximarse a una región productora de materias primas que, no obstante, durante los últimos años ha sido mucho más mimada por China que por Estados Unidos o Europa. A pesar de que los europeos cuentan con una sólida tradición inversionista en América Latina, la oferta china se distingue por sus nulas exigencias políticas y sus planes de construcción de una notable infraestructura regional. Así pues, a la UE le tocaba mover ficha.

En segundo lugar, a la UE le interesaba que los países de la CELAC condenaran la invasión rusa a Ucrania. Un objetivo a todas luces complicado. A fin de cuentas, la CELAC fue creada para dejar fuera a los Estados Unidos, no para impedir que se acerquen China o Rusia, ni para promover la democracia en la región. Recordemos que dentro de esta organización se mueven a sus aires los tres gobiernos dictatoriales de Cuba, Nicaragua y Venezuela, socios de la Rusia de Vladimir Putin.

Obviamente, a los gobiernos latinoamericanos sí les interesa un incremento del comercio con Europa, pero en términos similares a los planteados por China y Rusia: sin monsergas democráticas, y sin aumentar las fricciones con Beijing y Moscú. Por eso en Bruselas no se podía hablar de democracia. Y por eso a Delcy Rodríguez, la vicepresidenta de Venezuela que teóricamente tiene vedado su ingreso a suelo comunitario como consecuencia de sanciones impuestas por la UE, nada le impidió ser recibida con dos besitos por el presidente Sánchez.

Un estrecho margen de acuerdo

Todo en la cumbre hizo ver que los mandatarios a ambos lados del Atlántico están ahora mismo en frecuencias distintas. Mientras Europa insistía en algún tipo de condena a Rusia, varios presidentes latinoamericanos se explayaron en sus críticas al colonialismo, el extractivismo y el capitalismo. Y aunque ciertos temas de interés más particular se abordaron en reuniones paralelas y parciales, la declaración final expresa acuerdos de carácter muy general.

En el punto 31, el texto refleja cierta falta de concreción en materia de acuerdos comerciales, en tanto solicita «la ratificación de los acuerdos ya firmados y que se aplican en la actualidad», valora «positivamente los procesos en curso encaminados a la firma del acuerdo modernizado entre la UE y Chile y entre la UE y México en los próximos meses», y toma «nota de los trabajos en curso entre la UE y el Mercosur».

En el punto 15, quienes suscriben la declaración expresan su «profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania». Incluso si los europeos no lograron que la redacción condenara a Rusia, Nicaragua se rehusó a suscribirla, mientras otros países no dejaron de manifestar sus reservas al respecto. Eso sí: en ningún punto de la declaración se alude a las acciones dictatoriales y violatorias de los derechos humanos del gobierno nicaragüense.

¿Diálogo constructivo?

Del mismo modo, en el punto 11 la declaración de la cumbre expresa «la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba» y afirma que «la designación de nuevo de Cuba como Estado promotor del terrorismo y su mantenimiento en la lista han interpuesto obstáculos a las transacciones financieras internacionales con la isla». Asimismo, en el punto 40 los firmantes alientan «un diálogo constructivo entre las partes en las negociaciones dirigidas por Venezuela en Ciudad de México» (cursivas son mías).

En definitiva, si bien no faltan referencias muy generales en defensa de los derechos humanos, el medioambiente, los pueblos indígenas y afrodescendientes, o los acuerdos y principios programáticos de la ONU, a nadie se le escapa que la reversión autoritaria que experimenta el mundo entero parece diluir ciertos consensos que Europa y América Latina compartían con fervor hace un par de décadas.

 

El Papa alerta del riesgo de muerte de la UE

(Por. Daniel Verdú.- EL PAÍS).- El escenario y el momento constituían el propio guion de un discurso esperado. Celebración de los 60 años de los Tratados de la Unión Europea y todos sus líderes reunidos en el Salón Regio del Palacio Apostólico del Vaticano ante el papa Francisco, el primer pontífice no europeo de la era moderna.

De este modo, Jorge Mario Bergoglio, en un minucioso y cuidado discurso político ha desgranado este viernes todos los males que asolan al club comunitario: populismo, empobrecimiento, dejadez en el conflicto de la inmigración y tendencia a homogeneizar las diferencias.

Un organismo político, dijo, en plena madurez, pero “llamado a un replanteamiento, a curar los inevitables achaques que vienen con los años y a encontrar nuevas vías para continuar su propio camino”. Un tirón de orejas, pero con el elemento constructivo y de esperanza al que obliga un aniversario.

El discurso del Papa ha comenzado tras las intervenciones del primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, y del presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, que han reconocido los problemas por los que atraviesa la UE y la necesidad de buscar soluciones a nuevos desafíos.

“Europa no siempre ha mostrado su mejor cara al mundo”, ha admitido el primer ministro Italiano ante el resto de líderes europeos. Unas palabras que anticipaban y parecían aceptar las culpas respecto a las críticas que iban a llegar a continuación.

El discurso, detalladamente descriptivo de la situación actual, ha comenzado invocando a los padres fundadores de la UE —con referencias a Adenauer o al Ministro de Asuntos Exteriores francés Pineau— para interrogarse por hasta qué punto se han respetado o traicionado sus ideas y los riesgos que entrañaría la desorientación.

“Cada organismo que pierde el sentido de su camino, que pierde este mirar hacia delante, sufre primero una involución y al final corre el riesgo de morir”.

Pero especialmente, el Pontífice ha rebuscado en el pasado para constatar lo lejos que, cada vez más, están las instituciones de la gente a la que representan.

“A menudo se tiene la sensación de que se está produciendo una separación afectiva entre los ciudadanos y las Instituciones europeas, con frecuencia percibidas como lejanas y no atentas a las distintas sensibilidades que constituyen la Unión. […] Los Padres fundadores nos recuerdan que Europa no es un conjunto de normas que cumplir, o un manual de protocolos y procedimientos que seguir.

Es una vida, una manera de concebir al hombre a partir de su dignidad trascendente e inalienable”.

Los tiempos de la fundación no son los que corren hoy. Un periodo que el Pontífice definió como una época de crisis —“de la familia, económica, de la inmigración…”— que, sin embargo, puede interpretarse como un tiempo de desafío y oportunidad para desarrollar las herramientas que subyacen en los tratados como la solidaridad: “El mejor antídoto contra los modernos populismos.

Los populismos, al contrario, florecen precisamente por el egoísmo […]. Es necesario volver a pensar en modo europeo, para conjurar el peligro de una gris uniformidad o, lo que es lo mismo, el triunfo de los particularismos.

A la política le corresponde ese leadership ideal, que evite usar las emociones para ganar el consenso”.

La última vez que el Papa se había encontrado con los líderes europeos, les reprendió duramente por la crisis humanitaria desencadenada por la torpe gestión de la inmigración. Hoy ha insistido en una cuestión que no debe tratarse como “si fuera sólo un problema numérico, económico o de seguridad”.

“Ahora se discute sobre cómo dejar fuera los peligros de nuestro tiempo: comenzando por la larga columna de mujeres, hombres y niños que huyen de la guerra y la pobreza, que sólo piden tener la posibilidad de un futuro para ellos y sus seres queridos.

Al final de su discurso, Jorge Mario Bergoglio, un Papa llegado del fin del mundo, como el mismo dijo, se ha acordado de las periferias: culturales, sociales y económicas.

“No existe verdadera paz cuando hay personas marginadas y forzadas a vivir en la miseria. No hay paz allí donde falta el trabajo o la expectativa de un salario digno. No hay paz en las periferias de nuestras ciudades, donde abunda la droga y la violencia”.

Al final del acto, todos los líderes se han hecho la foto de grupo en la Capilla Sixtina, con el simbólico telón de fondo del Juicio Final.

Erdogan advierte de que habrá que «hablar» con la UE tras el referéndum

Ankara.- (EFE).- El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha advertido hoy de que una vez concluido el referéndum constitucional del próximo 16 de abril habrá que «hablar» con la Unión Europea (UE) sobre su relación con Turquía.

«No nos amenazarán con nada, ni con el proceso de adhesión a la UE ni con el acuerdo de readmisión (de refugiados). Tras pasar al sistema presidencialista el 16 de abril, nacerá una Turquía muy diferente», anunció el presidente durante un discurso en Ankara, recogido por la cadena NTV.

«Durante años nos han impuesto criterios de la UE, y ahora los pisotean ellos mismos. Una vez que se acabe el 16 de abril, nos sentaremos a la mesa y hablaremos», advirtió Erdogan.

Agregó que «pediría cuentas» a Holanda por un manifestante turco maltratado durante la manifestación en Rotterdam de la semana pasada, que desencadenó una grave crisis diplomática entre los dos países, extendida también a Alemania.

«No permitiremos a ningún europeo que venga a hacer de agente en nuestro país bajo algún pretexto», agregó, en aparente alusión al periodista turco-alemán Deniz Yücel, detenido en Turquía, al que acusa desde hace días públicamente de ser un «espía» o «agente del terrorismo».

Comité alerta de los riesgos de no llegar a un acuerdo de «brexit» con la UE

Londres.- (EFE).- Diputados británicos advirtieron hoy de que no llegar a un acuerdo en las negociaciones para ejecutar el «brexit» o salida de este país de la Unión Europea (UE) será «muy destructivo» tanto para el Reino Unido como para la Unión.

La advertencia se produce en vísperas de que el llamado proyecto de ley del «brexit» regrese a la Cámara de los Comunes, donde los diputados deberán decidir sobre dos enmiendas aprobadas por los Lores -cámara alta-, una para proteger los derechos de los comunitarios y la otra para que el Parlamento pueda vetar un acuerdo final con Bruselas.

Los medios británicos han barajado este fin de semana la posibilidad de que la primera ministra, la tory Theresa May, pueda activar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa -para iniciar formalmente este proceso negociador- el próximo martes o miércoles.

Según el llamado comité parlamentario multipartito de Asuntos Exteriores de los Comunes, existe una posibilidad real de que las conversaciones entre Londres y Bruselas se salden sin acuerdo.

Pese a que ese escenario podría tener consecuencias potencialmente graves, según esto, no parece que el Gobierno de Londres cuente con un plan de contingencia.

Según ese comité, todos los departamentos gubernamentales deberían tener previsto «un plan de no acuerdo», pues no hacerlo constituiría una «grave negligencia del deber».

May, que tiene intención de activar el «brexit» antes de que termine el mes, ha reiterado recientemente que prefiere saldar las negociaciones sin acuerdo que llegar a «un mal acuerdo».

«Una ruptura completa en las negociaciones representa un resultado muy destructivo que deriva en un daño mutuo asegurado tanto para a UE como para el Reino Unido», advirtió el comité.

Según estos diputados, «ambas partes sufrirían pérdidas económicas y dañarían sus reputaciones internacionales. Tanto las personas como los negocios en el Reino Unido como en la UE podrían sufrir una incertidumbre personal considerable y confusión legal».

«La posibilidad de que haya un ‘no acuerdo’ es lo bastante real para justificar que haya una planificación. Esto es más urgente si el Gobierno va en serio cuando dice que se marchará (de las negociaciones) si hay un mal acuerdo», apuntaron los diputados.

El comité señaló que tener listo un plan en este sentido «reforzaría» además la posición negociadora del Ejecutivo al conferir credibilidad a su amenaza de no aceptar un mal acuerdo.

«El Gobierno ha dicho reiteradamente que se marchará si hay un mal acuerdo final y esto hace que prepararse para un ‘no acuerdo’ sea más esencial», apuntó el presidente del comité, Crispin Blunt.

Por su parte, un portavoz del departamento para la salida de la UE apuntó que el Reino Unido se adentrará en las negociaciones «con el objetivo de forjar una nueva y positiva alianza con la UE, que incluya un acuerdo extenso sobre libre comercio».

«Tenemos la confianza de poder obtener un resultado así, que redunde en los intereses de ambas partes», añadió.

No obstante, la fuente agregó que «un Gobierno responsable debería estar preparado para todos los desenlaces potenciales».

Con respecto a ese punto, indicó que el ministro para el «brexit», David Davis, alertó el pasado mes de la necesidad de prepararse «no solo para un acuerdo negociado, sino también para el improbable escenario en el que no se llegue a un acuerdo satisfactorio».