Maduro llega a Rusia en un viaje sorpresa para reunirse con Putin

Moscú.- (EFE).- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llegó hoy a Rusia en una visita sorpresa para reunirse con el líder ruso, Vladímir Putin, con el fin de reforzar la cooperación económica bilateral en tiempos de crisis en el país latinoamericano.

«Las conversaciones están dirigidas a reforzar el desarrollo de la asociación estratégica existente entre Rusia y Venezuela. Por supuesto, también se abordarán asuntos concretos para el desarrollo de los lazos comerciales e inversores, y también la actual agenda internacional», dijo en rueda de prensa Yuri Ushakov.

Putin, que acaba de regresar de la cumbre del G20 en Buenos Aires, recibirá este miércoles al líder venezolano en el Kremlin, según informó Dmitri Peskov, el portavoz presidencial.

Ushakov agregó que ambos mandatarios también abordarán «la cooperación técnico-militar» y que Putin confirmará a su colega bolivariano el respaldo del Kremlin al «arreglo pacífico» de las actuales tensiones políticas en Venezuela.

«Estamos convencidos de que cualquier presión exterior contra el Gobierno de Maduro es contraproducente y no contribuirá a calmar la situación y a aportar estabilidad al país. También confiamos en que las elecciones municipales del 9 de diciembre transcurran en un ambiente tranquilo, sin provocaciones ni violaciones», señaló.

Maduro explicó antes de partir con destino a Moscú que se propone revisar «a fondo» la cooperación durante una reunión de trabajo con Putin que calificó de «necesaria» para Caracas.

El líder venezolano destacó que la visita le permitirá poner «el broche de oro» al 2018 y se enmarca en la política diplomática de fortalecer lazos «con las potencias emergentes del mundo».

Además de entrevistarse con el jefe del Kremlin, también participará en el cierre de la Comisión de Alto Nivel Rusia Venezuela.

La mayor petrolera rusa, Rosneft, que tiene muchos intereses en Venezuela, informó hoy de que participará en la reunión en el Kremlin.

Ushakov explicó también que ambos mandatarios abordarán la situación en torno a la OPEP, que podría volver a aprobar esta semana recortes en la producción de crudo y tomar medidas para frenar la caída de los precios, además del mercado del gas y el petróleo, aspecto «crucial» en las relaciones bilaterales, según el asesor.

La visita de Maduro a Rusia se produce después de que Catar anunciara que abandonará la OPEP para aumentar la producción, lo que ha provocado ya un aumento de los precios del crudo.

El asesor del Kremlin también destacó que Rusia ha enviado ya este año 250.000 toneladas de trigo al país latinoamericano, que firmó con el pasado año con Moscú un acuerdo para el suministro de 600.000 toneladas de cereales.

Expertos rusos comentaron a la prensa local que Maduro podría proponer al Gobierno ruso la explotación conjunta de los yacimientos de oro del país latinoamericano.

Maduro visitó por última vez Rusia en octubre del pasado año, cuando allanó el camino para la reestructuración de la deuda de 3.000 millones de dólares.

Cumbre del G-20: ya en vuelo a la Argentina, Trump decidió cancelar su encuentro con Putin

(Rafael Mathus Ruiz,lanacion.com).- Poco después de despegar hacia hacia Buenos Aires en el Air Force One, Donald Trump se reunió con su jefe de Gabinete, John Kelly y su secretario de Estado, Mike Pompeo. Al teléfono estaba su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, desde Brasil. Unos minutos después, Trump anunció una decisión: canceló su reunión bilateral con el presidente ruso, Vladimir Putin, por el último choque entre Rusia y Ucrania en el Mar Negro.

El mundo se enteró, otra vez, por Twitter.

Un rato antes, al dejar la Casa Blanca, Trump había atizado otro frente: había dicho que estaban «muy cerca» de lograr un avance con China, pero que no estaba seguro de querer hacerlo porque los aranceles de su guerra comercial aportaban «miles y miles de millones de dólares».

Antes de pisar Buenos Aires, Trump y su imprevisibilidad -un sello de su presidencia- ya han comenzado de dejar su huella en la cumbre de líderes del G-20, que lo tendrá como protagonista excluyente.

La puja entre Estados Unidos y China es el principal foco de atención del encuentro, ante un mundo a la espera de que Trump y el presidente chino, Xi Jinping, logren dar un franco avance hacia un acuerdo que despeje los temores por la guerra comercial iniciada por la Casa Blanca. Trump dejó señales ambigüas.

«Creo que estamos muy cerca de hacer algo con China, pero no sé si quiero hacerlo», dijo ayer, al salir de la Casa Blanca. «Porque lo que tenemos ahora es que miles de millones y miles de millones de dólares que ingresan a los Estados Unidos en forma de aranceles o impuestos. Así que realmente no lo sé. Creo que China quiere hacer un trato. Estoy abierto a hacer un trato. Pero francamente me gusta el trato que tenemos ahora», cerró el mandatario.

La decisión de Trump de cancelar su encuentro marcó otro punto de fricción en su tumultuosa relación con el Kremlin. El nuevo contrapunto se en medio de un nuevo pico de tensión Moscú y Kiev luego de un choque naval en el Mar Negro que derivó en la captura de tres buques y 24 marineros ucranianos.

«Basándome en el hecho de que los barcos y los marineros no han sido devueltos a Ucrania desde Rusia, he decidido que sería mejor para todas las partes involucradas cancelar mi reunión previamente programada en la Argentina con el Presidente Vladimir Putin», anunció Trump en Twitter. «¡Espero una cumbre significativa de nuevo tan pronto como esta situación se resuelva!», agregó el mandatario, ya en vuelo hacia la Argentina.

Fiel a su costumbre, Trump respondió preguntas de los periodistas antes de subirse al helicóptero presidencial Marine One que lo llevó a la base aérea Andrews, desde donde despegó rumbo al aeropuerto internacional de Ezeiza. Su aterrizaje está previsto para las 10.05 pm. Lo recibirá el canciller, Jorge Faurie .

Trump había dicho que la cumbre era una buena oportunidad para reunirse con Putin, y que también estaría dispuesto a un encuentro con el príncipe heredero de la corona saudita, Mohammed ben Salman , envuelto en el escándalo por el asesinato del periodista disidente, Jamal Khashoggi . Trump dijo que «probablemente» se reuniría con Putin, pero, un rato después, decidió suspender la reunión con el líder del Kremlin.

Antes de partir, el magnate recibió una noticia que le dio un nuevo dolor de cabeza en el complicado frente judicial que acosa a la Casa Blanca: su exabogado personal, Michael Cohen, miembro clave de su círculo íntimo durante años, se declaró culpable de haberle mentido a un comité del Congreso y aceptó cooperar con el fiscal Especial del Rusiagate, Robert Mueller.

Cohen se presentó esta mañana en un tribunal federal de Nueva York para declararse culpable luego de alcanzar un acuerdo con los fiscales federales que contempla su cooperación con la investigación del Rusiagate.

«Es una persona débil, y lo que está tratando de hacer es obtener una sentencia reducida, entonces está mintiendo sobre un proyecto del que todo el mundo sabía», dijo Trump, antes de partir.

Controversias de lado, el foco principal de la visita de Trump a Buenos Aires será su encuentro con el presidente chino, el sábado por la tarde. Trump y Xi compartirán una cena de trabajo con sus respectivos colaboradores, en la cual intentarán brindar una señal de paz que atenúe los temores que ha desatado su guerra comercial.

Trump salió de Washington con cinco encuentros bilaterales agendados. Además de Xi, se verá con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe; la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente Mauricio Macri. Con Macri tendrá la primera actividad en su agenda: un desayuno bien temprano, en la Casa Rosada.