1,472 personas han firmado la petición de Protección Animal Ecuador y solicitar la clausura de cuatro zoológicos, entre ellos dos de Loja
Loja.- La organización Protección Animal Ecuador inició una petición para que se clausuren “los cuatro peores zoológicos del Ecuador”, entre ellos constan los zoológicos “Orillas del Zamora” y el de “Yamburara”, debido a que no poseen las condiciones para mantener a los animales y no pueden garantizar el bienestar de los mismos.
Protección Animal elaboro un informe que tiene por objeto analizar de forma crítica y objetiva una muestra representativa de los zoológicos de Ecuador con base en aspectos como educación, bienestar animal, seguridad personal y ambiental, calidad y diseño de las instalaciones, o coherencia general de sus objetivos.
En el informe presentado el 11 de noviembre de 2021, se reportan animales en malas condiciones, falta de componentes educativos al punto que a criterio del especialista internacional, 4 de los 7 centros visitados, deberían ser clausurados o cerrar, considerando que la infraestructura, manejo y situación de los animales son prácticamente imposibles de mejorar sin incurrir en una alta inversión económica y contratación de personal calificado.
“Le solicitamos al Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica que CLAUSURE los 4 centros peor puntuados” recomienda el informe del especialista, hasta que se compruebe que han integrado las medidas correctivas necesarias y se inicie un nuevo proceso de evaluación de todos los centros zoológicos, para que se pueda garantizar que cumplen con los requisitos de funcionamiento y estándares de bienestar animal tanto nacional e internacional.
Además se recomienda que realizar una evaluación objetiva del centro, pero no con los mismos técnicos que por años habían aprobado las patentes de funcionamiento sin observaciones a las instalaciones o a las condiciones en las que se mantenían a los animales sino con un especialista objetivo y externo las partes interesadas.
Los 4 zoológicos que piden la clausura son:
1. Zoológico Orillas del Zamora (Loja)
2. Zoológico Yamburara (Loja)
3. Zoológico San Martín (Baños)
4. Zoológico Vida Exótica (Baños)
Cronología
Una vez aprobada la solicitud y con el apoyo de la Fundación Franz Weber, en octubre del 2021 visitamos el Zoológico Orillas del Zamora y el Zoológico Yamburara acompañados por el Dr. David Perpiñan, PhD en Salud Animal y Médico Cirujano especialista en Medicina de Zoológicos y Fauna Silvestre por el Royal College of Veterinary Surgeons, quien vino desde España para apoyar a este proceso en nuestro país.
Durante la visita del especialista recorrimos 7 zoológicos en 4 provincias del Ecuador. El especialista evaluó a los centros con base en aspectos como educación, bienestar animal, seguridad personal y ambiental, calidad y diseño de las instalaciones, o coherencia general de sus objetivos. El resultado de esta evaluación es la que presentamos a continuación, detallando los puntos más importantes y las conclusiones determinadas por el experto.
Zoológico Orillas del Zamora
En noviembre de 2021, surge la necesidad de evaluar el Zoológico “Orillas del Zamora” en la ciudad de Loja, debido a las muertes sucesivas de animales en el centro, especialmente de una pareja de jirafas que fueron importadas en 2017 por el ex alcalde de la ciudad, José Bolívar Castillo.
La visita al zoológico “Orillas del Zamora”, se realizó junto a los técnicos del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), el personal de Protección Animal Ecuador (PAE), el veterinario del zoológico, un cuidador del zoológico y la autoridad responsable dentro de la municipalidad.
Por tanto, hay que tener en cuenta que, a diferencia de otras inspecciones, los administradores del zoológico sabían de la llegada de los expertos y tenía la oportunidad de haber realizado mejoras previas y evaluar el tema de las jirafas, la visita duró unas 3 horas, tras las cuales el veterinario ya no podía estar disponible.
Los expertos comentan que no pudieron acceder a la información importante de cara al análisis del zoológico, como informes de necropsia de las jirafas, copia de la denuncia del incidente con los monos, protocolos de seguridad y un largo etcétera.
Si bien pudimos hablar con los responsables y ver algunas instalaciones no abiertas al público, como la nueva clínica o la cuarentena, nuestra visita se pareció bastante a la que puede realizar cualquier visitante. Hay que destacar que ni siquiera se nos enseñó la instalación de las jirafas y solo la vimos desde fuera y de lejos, relata el informe.
EDUCACIÓN
La legislación ecuatoriana indica que los zoológicos tienen que ser centros educativos, por lo que la educación debe ser el principal objetivo de todo zoológico situado en Ecuador. Sin embargo, el componente educativo de una visita a este zoológico debe catalogarse como pésimo. No hay ninguna evidencia de que una visita a este zoológico pueda aportar un componente positivo en la educación de las personas, pero sí que hay muchos aspectos que pueden provocar un componente negativo en la educación, es decir, que el visitante se marche con conocimientos inadecuados, ideas erróneas y una concienciación ambiental incluso peor que cuando entró.
Menos del 25% de las especies exhibidas tiene cartel (panel), cuando lo ideal sería que el 100% de las especies lo tuviera. En los casos donde hay carteles, éstos pueden considerarse aceptables, con información sobre la distribución, el estado de conservación, el nombre científico y algunos datos técnicos. Algunos de los datos ofrecidos están equivocados, especialmente los promedios de vida en cautividad, que son exagerados.
Exagerar los promedios de vida en cautiverio es una acción frecuente en zoológicos, que buscan dar la falsa impresión de que los animales en cautiverio viven muchos años y mucho más que en libertad; esto no hace más que provocar un componente educativo negativo en el visitante, pues se marcha del zoológico habiendo aprendido cosas que no son ciertas. Por ejemplo, en el caso del ocelote o tigrillo.
Excesos de componente
Muchas instalaciones tienen una naturalización pobre, lo que no permite al visitante hacerse una idea de cómo y en qué hábitat viven los animales en su medio natural.
El exceso de componentes artificiales en las instalaciones, muchas de las cuales son simples jaulas, hace que el visitante tenga una impresión negativa de la naturaleza e incita a pensar que esos animales sí se pueden tener en jaulas; en otras palabras, exhibir animales en ambientes tan artificiales puede favorecer el mascotismo.
De la misma forma, el personal del zoológico no parece entender que exhibir animales mutilados, si no va acompañado de una historia donde el visitante pueda saber qué ha pasado con esos individuos, solo fomenta una imagen negativa de los animales y de la naturaleza.
SEGURIDAD PERSONAL
Existen numerosas deficiencias en seguridad hacia los visitantes y hacia los trabajadores del zoo. Es imprescindible que los técnicos del MAATE pidan y analicen la siguiente información (aplicable para todos los zoológicos):
Protocolo de trabajo de los cuidadores, especialmente con especies peligrosas.
Protocolos de actuación en caso de incidente con una especie peligrosa.
Número de ejemplares de especies peligrosas que se han escapado en los últimos años (y número de los que se han recuperado).
Número de accidentes que han sufrido los trabajadores o los visitantes en los últimos años.
De la visita realizada se desprende fácilmente que los estándares generales de este zoológico son bastante bajos y por eso es especialmente importante asegurar que los trabajadores realizan sus tareas de una forma que no pongan en riesgo su integridad física.
Es necesario comprobar que cuando se trabaja con una especie peligrosa siempre hay dos cuidadores. La mayoría de accidentes muy graves o incluso mortales en los zoológicos ocurren en situaciones donde está un solo cuidador trabajando con especies peligrosas.
Se deben tener bien detallados los protocolos de actuación en caso de accidente o escape, con una tabla de las dosis anestésicas a utilizar en caso de escape de una especie peligrosa (león, puma, oso…). También se debe tener un protocolo de actuación en caso de mordedura por crótalo (Bothrops atrox), que debe incluir la presencia de antiveneno (siempre que exista) en condiciones adecuadas (mirar fecha de caducidad, necesidad de refrigeración o protección frente a la luz, etc.).
Como se ha comentado, los bajos estándares generales hacen sospechar que puede haber problemas de seguridad, pero además se observan una serie de hechos que también provocan preocupación en temas de seguridad.
Por ejemplo, los estándares del zoológico no quedan en muy buen lugar cuando el propio veterinario tocó al menos a tres animales, uno de ellos un león, durante nuestra visita (el otro fue una ratite, creo que un emú, y el otro creo que fue el coatí).
El hecho de que el veterinario declarara en los medios que no tenían anestésicos para poder sedar a las jirafas es también un dato preocupante que no deja en buen lugar los estándares del zoo y por lo que hay que poner esfuerzo en analizar los protocolos de seguridad ante un posible escape.
Finalmente, las instalaciones no parecen ofrecer una seguridad elevada, pues son de diseño viejo (a pesar de que la mayoría se han construido en 2004), no parece que se hayan renovado, muchas no tienen doble puerta, etc. Es esperable que en este zoológico haya escapes de animales cada año.
SEGURIDAD AMBIENTAL
Por los mismos motivos expuestos, existe una facilidad de escape de animales que puede producir problemas ambientales. Hay que recordar que muchos de los animales exhibidos en el zoológico no pertenecen a especies autóctonas de esa zona. Es por eso necesario revisar bien el número de escapes de los últimos años, los protocolos de actuación y más recomendaciones.