Quito.- (@srradioEc).- La obesidad es una enfermedad crónica de origen multifactorial prevenible, que se caracteriza por la acumulación excesiva de grasa en el organismo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud- OMS, el sobrepeso se define cuando el índice de masa corporal -IMC (kg/m2) es igual o superior a 25, y la obesidad como un IMC igual o superior a 30.
Vivir con sobrepeso y obesidad, implica elevados factores de riesgo para el desarrollo de comorbilidades que contribuyen a restar años de vida saludable. Además de ser factor de riesgo a problemas de salud como enfermedades cerebrovasculares, diabetes tipo 2, insuficiencia cardíaca, hipertensión, entre otras, la obesidad afecta otras dimensiones de la vida de los pacientes, como su vida laboral, social y familiar, así como problemas de autoestima y depresión.
En Ecuador, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018 (ENSANUT 2018), 40,6% de los ecuatorianos entre 19 y 59 años padece sobrepeso y 22,2% obesidad, presentándose en el 61,37% de los hombres y en el 67,62% de las mujeres.
Esta enfermedad constituye un factor de riesgo para las enfermedades isquémicas del corazón, hipertensivas y cerebrovasculares, así como a la diabetes mellitus, todas ellas, de acuerdo con el INEC, hacen parte de las principales causas de defunciones durante el 2020 en el país con más de 33.8743 decesos[1].
Además, la situación se ha agravado por las restricciones de la pandemia que ha producido un aumento del sedentarismo y de un mayor consumo de alimentos procesados. Según la encuesta Omnibus Obesity, tres de cada cinco ecuatorianos incrementaron su peso entre 1 y 10 kg durante la pandemia.
De acuerdo con la médica especialista en nutrición clínica, Yedid Valcarcel, la obesidad no se limita a un tema estético y afecta múltiples dimensiones de la vida del paciente, por eso la enfermedad requiere un abordaje integral desde varias disciplinas médicas, “el paciente con obesidad y sobrepeso enfrenta problemas médicos, funcionales, laborales, sociales, familiares e incluso mentales, por eso la intervención debe hacerse con una perspectiva de largo plazo y desde varias disciplinas ya que esto no solo contribuirá a mejorar su salud y calidad de vida, sino que incrementaría su expectativa de vida”.
Novedades en el tratamiento médico de la obesidad
Muchos esfuerzos se han hecho para lograr el control del sobrepeso y la obesidad. La evidencia ha demostrado que es posible lograr una reducción del 5% al 10% del sobrepeso con cambios en el estilo de vida y la conducta alimentaria, lo cual tendrá múltiples beneficios para la salud y el control de las comorbilidades.
Sin embargo, el mantenimiento de la pérdida de peso es todo un reto y en él se han enfocado las investigaciones para controlar la asimilación de grasa y la saciedad. El último medicamento disponible en Ecuador, es un compuesto de naltrexone/bupropion, que tiene doble mecanismo de acción, ya que además de controlar el apetito, regula un punto clave en el desarrollo de la obesidad: los antojos.
De acuerdo con la Dra. Valcarcel, “los antojos son muy difíciles de controlar porque son aquellos alimentos que producen bienestar a los pacientes, en la mayoría de los casos se trata de comida ultra procesada y poco saludable que además se consume en grandes porciones.
Por eso, encontrar un tratamiento auxiliar que trabaje sobre los antojos, junto al cambio de estilo de vida y la terapia conductual, tendrá mejores efectos ya que permite que el paciente se mantenga motivado y alcance sus metas de pérdida de peso sostenida”.