EL SISTEMA DE LAS TRAMPAS

Patricio Valdivieso Espinosa
pavevaldivieso@hotmail.com

Dentro de los innumerables escándalos, es detestable ver, como se han burlado de la ley de discapacidades, un grupo de: legisladores, ministros, jueces, fiscales, importando vehículos de alta gama exonerados de impuestos, validos de un fraudulento carnet; sátrapas ambiciosos que se aprovechan de una trampa planificada. Tal parece, como siempre, que los asambleístas en las leyes que dictan, dejan cabos sueltos y artimañas, para direccionar los beneficios dolosos mediante reglamentos e instructivos. Preguntémonos ¿cuántos ganan con este ilícito sistema? Ganan: los falsos discapacitados, importadores, concesionarias, tramitadores, servidores públicos que entregan los carnet; pues, los controles en las instituciones no funcionan, porque son manejadas por ellos mismos.

Lo peor de todo, es que al evidenciar este sucio y repugnante manejo, vemos que no solo roban los que están en el poder, es todo un sistema de latrocinio, que nos hace pensar que la infamia venció a la cordura. Realmente, la vida no merece tener ese tipo de golpes, estos aprovechadores deben ser sancionados, lo mínimo que debería pasarles, es ser destituidos. Como si fuera poco, para seguirnos viendo la cara de pendejos, de manera descarada, se inventar frases torpes para tapar su infamia, y con todo desparpajo, dicen: “yo no fui”, “yo no sabía”, “no los conozco”, “no los oigo”; ojalá dijeran: ya no existo.

Sinceramente indigna, ver como con tanta incapacidad moral, las autoridades les tapan, y no pasan más allá del escándalo de la semana, porque: no ven lo que roban, no oyen las denuncias, ni escuchan el clamor de un pueblo, cansado de tanto atraco, circo y degradación. Tal parece que: el mundo está lleno de ciegos con los ojos abiertos; de sordos con los oídos llenos de soborno, y de mudos que idolatran el silencia cómplice. Lo que sí está claro, es que no tienen sangre en la cara. Este bochornoso episodio, de paso abre el debate sobre los concursos de méritos y oposición amañados, donde la viveza criolla se benefició de puntos extras por fraudulentos carnet de discapacidad; y, de falsas jubilaciones amparadas en discapacidades inexistentes, que obviamente hay que revisarlos.

Pero siendo sinceros, estas joyas, ¿aprendieron a hacer trampa ahora en el gobierno? o ¿fueron inculcados con malos ejemplos desde sus hogares? Cuántos de ellos vieron a su papá llevar riqueza a casa sin justificar, cuántos estudiaron en grandes universidades con pensiones altísimas y postgrados en el exterior pagados con plata sucia a la que accedían vilmente sus padres y sus abuelos. Porque con ciertas excepciones, las becas y prebendas son sólo para los hijos de los poderosos gobernantes, y por el contrario a las universidades públicas se les reduce los cupos. Claro, todo esto pasa, porque permitimos que los seudo comunistas lleguen disfrazados en los gobiernos socialistas, basados en el cuento de compartir la riqueza, y ahora quieren perennizarse en el poder compartiendo el robo, el atraco, el fraude y la indecencia de sus mafias.

Al final de cuentas, si hubieran sido formados de otra manera, otro fuera el cantar, pero es duro decirlo: Cómo se sentirán los padres que están heredando al mundo hijos delincuentes, tramposos, oportunistas y sin alma ni decencia; o no se les dará nada, porque siguen teniendo un corazón insensible, tan pobre, que sólo aspiran acaparar riqueza sucia.