(Redacción ONU).- La grave crisis económica provocada por la inflación y la desaceleración del crecimiento está generando una severa caída de los salarios mensuales reales en numerosos países, informó este miércoles la Organización Internacional del Trabajo.
Según un nuevo informe del organismo este conjunto de factores, que en buena parte desataron la guerra en Ucrania y el aumento de los costes energéticos, está reduciendo el poder adquisitivo de las clases medias y afecta de manera especialmente dura a los hogares con bajos ingresos.
El Informe Mundial sobre Salarios 2022-2023: El impacto de la inflación y de la COVID-19 indica que durante la primera mitad de 2022 los salarios mensuales disminuyeron en términos reales un 0,9%; la primera vez en este siglo que el crecimiento del salario real global ha sido negativo.
En las economías avanzadas del G20, los salarios reales disminuyeron un 2,2% durante el primer semestre de este año, mientras en las economías emergentes el crecimiento salarial se desaceleró, pero mantuvo un valor positivo del 0,8%.
En América Latina y el Caribe, el crecimiento del salario real descendió a menos 1,4% en 2021 y menos 1,7% durante el primer semestre de 2022.
Peligro de malestar social
El descenso de los salarios “ha colocado a decenas de millones de trabajadores en una situación desesperada, ya que se enfrentan a una incertidumbre cada vez mayor», dijo el director general de la Organización Internacional del Trabajo, al dar a conocer el informe.
lbert F. Houngbo pronosticó que «la desigualdad de ingresos y la pobreza aumentarán si no se mantiene el poder adquisitivo de los peor pagados”.
Además, podría ponerse en peligro la tan necesaria recuperación económica tras la pandemia, lo que “podría alimentar un mayor malestar social en todo el mundo y socavar el objetivo de lograr la prosperidad y la paz para todos», alertó.
Llueve sobre mojado
La inflación tiene un mayor impacto entre las personas con salarios bajos, ya que se suma a las significativas pérdidas de los trabajadores y sus familias registradas durante la crisis de COVID-19.
El informe muestra que el aumento de la inflación y del costo de la vida afecta en mayor medida a las personas de ingresos más bajos. Esto se debe a que ellos invierten gran parte de su renta disponible en bienes y servicios esenciales, los cuales por lo general experimentan un aumento de precios mayor que los productos no esenciales.
Además según el informe, la inflación está socavando el poder adquisitivo de los salarios mínimos.
Las estimaciones muestran que, a pesar de los ajustes nominales introducidos, la aceleración de la inflación está rápidamente erosionando el valor real de los salarios mínimos en numerosos países, de los cuales se dispone de datos.
Medidas para mantener los niveles de vida
El estudio muestra que existe la necesidad urgente de aplicar medidas políticas bien diseñadas dirigidas a sostener el poder adquisitivo y los niveles de vida de los trabajadores asalariados y de sus familias.
El ajuste adecuado de las tasas de salarios mínimos pueden ser una herramienta eficaz, dado que 90% de los Estados miembros de la Organización Internacional del Trabajo disponen de sistemas de salario mínimo.
Un diálogo social tripartito y una negociación colectiva consolidadas también pueden contribuir a lograr ajustes adecuados de los salarios durante una crisis.
Otras medidas que pueden atenuar el impacto de la crisis del costo de la vida en los hogares incluyen las medidas dirigidas a grupos específicos como la entrega de bonos a las familias de bajos ingresos para ayudarles a adquirir los bienes esenciales, o la reducción del impuesto sobre el valor añadido de estos bienes para aliviar la carga de la inflación que pesa sobre los hogares y, a la vez, contribuir a bajar los niveles de inflación.
“Debemos prestar atención especial a los trabajadores que se encuentran en la parte media e inferior de la escala de salarios”, declaró Rosalia Vazquez-Alvarez, una de las autoras del informe.
Para Vázquez-Álvarez, luchar contra el deterioro de los salarios reales puede contribuir a mantener el crecimiento económico lo cual, a su vez, puede ayudar a recuperar los niveles de empleo registrados antes de la pandemia.
“Esta puede ser una manera eficaz de disminuir la probabilidad o la intensidad de las recesiones en todos los países y regiones”, aseguró.
Diferencias regionales
El informe, que contiene datos regionales y nacionales, muestra que en el primer semestre de 2022 la inflación incrementó proporcionalmente con más rapidez en los países de altos ingresos que en los países de ingresos bajos y medios, dando lugar a las siguientes tendencias regionales en materia de salario real:
En América del Norte (Canadá y Estados Unidos), el crecimiento medio del salario real llegó a cero en 2021 y bajó a menos 3,2% en el primer semestre de 2022
En América Latina y el Caribe, el crecimiento del salario real descendió a menos 1,4% en 2021 y menos 1,7% en el primer semestre de 2022
En la Unión Europea, donde los programas de preservación del empleo y las subvenciones salariales protegieron en gran medida el empleo durante la pandemia, el crecimiento del salario real aumentó de 1,3% en 2021 y descendió a menos 2,4% en el primer semestre de 2022
En Europa Oriental, el crecimiento del salario real se ralentizó situándose en 4,0% en 2020, en 3,3% en 2021, y menos del 3,3% en el primer semestre de 2022
En Asia y el Pacífico, el crecimiento del salario real aumentó hasta 3,5% en 2021 y se ralentizó hasta situarse en 1,3% en el primer semestre de 2022. Si se excluye China de estos cálculos – considerando el importante peso de este país en la región – el crecimiento del salario real fue muy inferior, 0,3% en 2021 y 0,7% en el primer semestre de 2022
En Asia Central y Occidental, el crecimiento del salario real registró un fuerte crecimiento de 12,4% en 2021, pero desaceleró hasta llegar a 2,5% en el primer semestre de 2022
En África, los datos sugieren una caída del crecimiento del salario real de menos 1,4% en 2021 y un descenso hasta menos del 0,5% en el primer semestre de 2022
En los Estados Árabes, las tendencias en materia de salarios son provisionales, pero las estimaciones señalan un bajo crecimiento de los salarios reales del 0,5% en 2021 y del 1,2% en 2022