(Por. Andrea Rincón.- France 24).- Está misión, según la Embajada norteamericana en Colombia, viene a apoyar «la lucha contra el narcotráfico». Estaría conformada por 53 militares estadounidenses y duraría cuatro meses, según medios locales. La oposición criticó que el anuncio viniera de la sede diplomática y exigió explicaciones al Gobierno.
La llegada de tropas estadounidenses a Colombia siempre ha causado controversia en el país y esta vez no es la excepción. Según el diario ‘El Tiempo’, el 1 de junio llegó al país una misión de 53 militares que integran una brigada de Asistencia de Fuerza de Seguridad (SFAB por sus siglas en inglés), para apoyar labores de «lucha contra el narcotráfico» que se «centrarán principalmente» en las «Zonas Futuro».
Estas «Zonas Futuro» fueron establecidas este año por el Gobierno de Iván Duque para «mejorar la seguridad en los territorios y cambiar economías ilícitas por economías lícitas» y comprenden cinco regiones del país, (que equivalen al 2,4% del territorio colombiano): el Pacífico nariñense, el Catatumbo, el Bajo Cauca y sur de Córdoba, Arauca, Chiribiquete y Parques Nacionales Naturales aledaños.
El ministro de Defensa colombiano, Carlos Holmes Trujillo, aseguró que esta brigada, que hace parte del Comando Sur, solo realizará tareas «de carácter consultivo y técnico para mejorar la efectividad en la lucha contra el narcotráfico y que no «participarán en operaciones militares», según recogió el diario ‘El Espectador’.
Pero si bien, tanto la Embajada como la cartera de Defensa apuntan hacia la lucha antinarcóticos, ‘El Espectador’ señala que «todos los caminos conducen a Venezuela. Esa es la manera más sencilla de explicar esta reciente decisión», que levantó un fuerte choque de opiniones entre la oposición y el partido de Gobierno.
El partido FARC está en esa línea y por eso aseguró que se trata de «un plan de desestabilización de la paz del continente» y vincula la llegada de la SFAB con un supuesto plan militar del presidente estadounidense, Donald Trump, contra Nicolás Maduro en Venezuela.
Una versión que no ha sido confirmada.
Choque entre oposición y oficialismo en el Congreso colombiano
La oposición no solo reclamó al Gobierno del presidente Iván Duque que el anuncio de esta misión viniera por parte de la Embajada sino que se saltó la autorización del Congreso para el ingreso de estas tropas y exigió una explicación al Ejecutivo.
Pero el partido de Gobierno, el Centro Democrático, ha defendido que para esta misión no se necesitaba permiso del Legislativo.
Entre tanto, el senador y expresidente Álvaro Uribe defendió en Twitter que «son 53 militares que vienen de asesores, sin armas, no es una fuerza de combate, vienen a ayudar, a concebir cómo se mejora la política antidrogas en Colombia».
Pero según el senador Iván Cepeda, integrante de la Comisión Segunda del Congreso, que se ocupa entre otros de los asuntos de política internacional y defensa nacional, la llegada de los militares de la SFAB «aumenta el peligro en la región de una confrontación armada» y «es una intromisión que viola la Constitución y la soberanía nacional».
El prontuario de escándalos de funcionarios norteamericanos en Colombia
Para ir al más reciente, solo hay que volver tres años atrás. En 2017, como recogió la revista ‘Semana’, un grupo de marines se vio envuelto en un escándalo con prostitutas en Bogotá.
Otro de las más espinosos capítulos tuvo lugar en 2015, cuando se divulgó un informe de la Oficina del Inspector General -OIG- del Departamento de Justicia, en el que se aseguraba que agentes de la DEA en Colombia «habían participado en ruidosas fiestas con prostitutas pagadas por narcos, en apartamentos contratados por el gobierno norteamericano para uso de sus agentes», recogió esta revista.
Una investigación periodística de la misma revista reveló además que en 2001 la empresa DynCorp, contratista del gobierno de Estados Unidos, tenía 1.000 profesionales de guerra estadounidenses en Colombia «violando el tope que establecía un máximo de 800 personas entre militares y civiles». Esta empresa se dedicaba principalmente, en Colombia, a la fumigación aérea de cultivos ilícitos.