Saraguro. Loja.- El feriado es la oportunidad perfecta para redescubrir el Ecuador desde el alma de los Andes.
La Alcaldía de Saraguro invita a todos los ecuatorianos a disfrutar de un destino auténtico, donde la gastronomía tradicional, la cultura viva y la naturaleza se unen para ofrecer una experiencia inolvidable.
En estos días, Saraguro se viste de aromas y colores con sus singulares guaguas y caballos de pan, acompañados de la tradicional colada morada, preparada con frutas, hierbas y la calidez de las familias andinas.
El recorrido gastronómico continúa con el exquisito y exclusivo café del barrio La Papaya, los bizcochuelos de Saraguro y la parroquia Manú, los quesos artesanales de Saraguro y los vinos de jamaica de Sumaypamba, productos que reflejan la identidad, el talento y la creatividad de su gente.
Los visitantes también podrán recorrer el cementerio Municipal, un verdadero jardín de arte natural con sus emblemáticos cipreses ornamentales, y vivir de cerca las expresiones culturales del pueblo Saraguro, donde la tradición se mantiene viva en su vestimenta, música, lengua y espiritualidad.
Para los amantes de la naturaleza y la aventura, Saraguro ofrece escenarios únicos: el Bosque de Washapamba, las Cuevas de Hisikaka, la Cascada y laguna de Oñakapa, la Cascada de Turucachi, las Tres Lagunas y el histórico Camino del Inca en vía a Yacuambi , una ruta ancestral que conecta historia y paisaje.
También destacan el Cerro de Arcos, la Laguna de Chinchilla, los ebanistas de Celén, la Laguna de Chayazapa, la Peña Mala y el Parque Eólico de Uchucay, en el desierto del Jubones, donde el viento y el sol crean un paisaje incomparable.
Saraguro ya se prepara para vivir su Kapak Raymi, la Navidad andina, los días 23, 24 y 25 de diciembre, una celebración ancestral que une música, danza y gratitud a la tierra, y que se ha convertido en uno de los eventos culturales más auténticos del país.
Saraguro te espera con los brazos abiertos.
Este feriado, viaja al sur del Ecuador, siente su energía, prueba sus sabores, camina sus montañas y comparte su cultura.
Saraguro, un destino para sentir y volver.




