Si estás enganchada a la manicura semipermanente deberías leer este artículo

(Yahoo España Originales).-En los últimos años se ha extendido el uso de la manicura semipermanente. Con precios cada vez más económicos han aparecido como setas los establecimientos que realizan este tipo de manicura.

Pero, aunque sus ventajas parecen obvias, uñas perfectas durante unas tres semanas, también conllevan algunos riesgos que todos los que las usan deberían conocer.

En primer lugar los gases que emiten los productos que se usan pueden perjudicar el sistema respiratorio de los trabajadores de estos centros, en segundo lugar las uñas de los clientes pueden verse claramente dañadas y en tercer lugar, las lámparas de secado pueden ser perjudiciales para la piel.

Desde octubre de 2016 todos los salones de uñas de Nueva York están obligados a instalar un sistema de ventilación que proteja a los manicuristas y a los clientes de los daños potenciales para la salud de determinados productos químicos que se usan en la manicura semipermanente.

Esta medida se estableció ante la proliferación de estos negocios en los que un trabajador puede estar ocho horas respiran do en un ambiente nocivo.

Pero no solo la salud de las vías respiratorias puede verse afectado. Chris Adigun, por entonces dermatólogo jefe de la Universidad de Nueva York, publicó en el ‘Journal of Cosmetic Dermatology’ un estudio en el que se comprobaba el estado de las uñas antes y después de un maquillaje semipermanente.

Gracias a una prueba denominada microscopia reflectante confocal se comprobó que aparecían pequeñas lesiones en las láminas ungulares.

Para la correcta aplicación del esmalte semipermanente se lima previamente la uña, haciéndola más porosa, es un procedimiento que, de no hacerse con cuidado puede dañar las uñas haciéndolas quebradizas y débiles.

Algo que además se agrava con un uso continuado en el tiempo, mes tras mes limando la superficie de la uña.

Por otro lado, hay que observar la calidad de los esmaltes que se usan y verificar siempre que llevan etiquetas ‘5 free’, ‘7 free’, ‘9 free’ que indican que los productos están libres de químicos perjudiciales.

Los componentes a evitar son el formaldehido, tolueno, parabenos, xilenos, dbp, alcanfor, tphp… El primero puede generar dermatitis de contacto . Otro foco que tener en cuenta son las lámparas ultravioletas, cada vez más sencillas de conseguir en internet y que no siempre cumplen con la normativa ni se someten a revisiones.

Las personas que se ponen este tipo de gel frecuentemente deben tener ciertas precauciones: Prestar atención a las uñas y permitir que recrezcan y se reparen. Plantearse usar la manicura semi permanente solo de forma ocasional.

Aplicarse protector solar en las manos para minimizar el daño de las luces ultravioletas que se utilizan durante la manicura.

No permitir que se retire las cutículas porque esto incrementa el riesgo de inflamación e infecciones.

Si se experimentan problemas en las uñas, optar de forma definitiva por el esmalte tradicional frente al de gel.