Lindon Sanmartín Rodríguez
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202 años de Independencia y seguimos con los mismos problemas sociales, económicos y políticos, este último el más nefasto de aventureros políticos que han destrozado el desarrollo, progreso y autoestima de varias generaciones de lojanos, que muchos de ellos han visto un mejor presente y futuro en otras partes del país y del mundo.
De los 202 años de Independencia, nos vamos a centrar en los últimos 43 años de gobernabilidad cantonal. Empecemos con la dotación de agua potable, servicio básico que no llega en la actualidad a los diversos sectores de la ciudad; y, que nos enrostran de un exitoso y maravilloso proyecto de ingeniería civil, como es el “Plan Maestro de Agua Potable” que supera los 70 millones de dólares y no sirve, lo que significa un atentado a la salud de sus habitantes y seguimos inyectando recursos a un proyecto que cada día presenta daños en la línea de conducción.
43 años de inoperancia en planificación de apertura, rectificación y mantenimiento vial de la ciudad. El mejor ejemplo, la tradicional calle “Epiclachima”, que en su momento se constituyó la puerta de ingreso a la ciudad. Para estos nefastos administradores se olvidaron de las vías de accesos a los barrios legendarios como Motupe, Chinguilanchi, Jipiro, San Cayetano, Amable María, Zamora Huaico Alto, Punzara, Menfis y la lista es extensa, obras que no son de importancia para los exitosos politiqueros y enemigos de Loja.
43 años de gobernabilidad nefasta en seguir enrostrándonos de que tenemos un parque industrial, una ciudad ecológica con ríos contaminados por las excretas domiciliarias, un plan de salud negativo, centros de abasto que no se modernizaron y terrenos sub utilizados como los de la “Quinta Leonor”; estas y otras realidades de nuestra ciudad, son el reflejo del subdesarrollo que nos enmarcaron las mentes retrógradas de los gobernantes de turno. Nadie da la verdadera información de estos temas que son de vital importancia para mostrarnos al país y el mundo.
Llego la hora de defender nuestros impuestos y exigir la transparencia y más no subvencionar el pago burocrático que ha significado el retraso de Loja.