Por: Lindon Sanmartín Rodríguez
Periodista
Es inaudito ser testigo de un silencio sepulcral, de los jueces de primer y segundo nivel de la Corte Provincial de Justicia de Loja, ante las declaraciones del Dr. Adriano Loján, sobre la desaparición de la Sala especializada de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia del Distrito Judicial de Loja.
Este silencio “cómplice”, demuestra que los señores jueces del distrito Judicial de Loja, solamente les interesa cuidar sus puestos y no exigir el retorno de la Sala Especializada; y, qué decir de los operadores de justicia, a ellos tal vez los podemos justificar, por cuanto si elevan o hacen un comentario de la situación, inmediatamente se les aplica un sumario administrativo, pero nada es justificable con los caros intereses de la estructura judicial de la provincia.
Estas denuncias que salen a la luz, por parte del Dr. Adriano Loján, son de varios años, pero lo más sorprendente de todo esto, es “la comodidad y silencio” del Pleno de la Corte de Justicia. de Loja, ¿Qué se puede esperar de estos administradores de justicia, al momento de administrar justicia?, la respuesta es “su silencio y comodidad y cobrar su sueldo para beneficio personal”.
¿Qué juez ha pedido una reunión o explicación al Dr. Adriano Loján, sobre las declaraciones, en relación a la desaparición de la Sala Especializada de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia?, Absolutamente NADIE, y más aún el “Silencio” de una mal llamada “Asociación de Magistrados de la provincia de Loja”, que no sabemos si tiene personería jurídica o simplemente es para asuntos sociales o de organización de recepción de cualquier autoridad superior.
Señores “Magistrados”, el Dr. Adriano Loján, va más allá y sentencia “Esto ha sido un retroceso para los intereses de Loja, para los intereses de los titulares de derechos de pensiones alimenticias y para el foro lojano”.
Aspiramos que los “Magistrados” del pleno de la Corte de Justicia de Loja, levanten la cabeza y generen esa voz altiva en defensa de Loja, de no hacerlo la sociedad en general sabrá determinar la probidad e idoneidad de su cargo.
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