La renuncia del Vicepresidente del Ecuador

Dr. Medardo Oleas Rodriguez

Al presentar su renuncia al cargo de Vicepresidente de la Republica, Otto Sonnenholzner, dibuja y retrata la fragilidad del sistema político electoral Ecuatoriano, donde no importan, tesis, programas o partidos políticos, sino solo las preferencias electorales hacia una persona.

El renunciante se presenta en una cadena nacional de radio y televisión, y explica los motivos que tiene para presentar la renuncia, olvidándose que acepto un cargo de mucha responsabilidad que tiene un periodo fijo, y del cual dice no haberse aprovechado, por las criticas que recibió por los continuos y permanente desplazamientos por el País, supuestamente para cumplir sus funciones, hecho que incluso provoco los celos de otros miembros de este Gobierno, y al día siguiente, deja su despacho y se va a la ciudad donde reside, sin esperar por lo menos que su renuncia haya sido aceptada por la Asamblea Nacional, y esto no es correcto, porque ningún ciudadano puede abandonar un cargo publico en forma inmediata, sin que se haya en forma previa aceptado su renuncia.

Por informaciones del periodismo de investigación, se establece que Sonnenholzner tuvo reuniones políticas con un importante grupo empresarial de la ciudad de Quito que le brindo su apoyo, se entiende para su participación como candidato presidencial, y la política si bien no excluye a persona o grupos de personas, se entiende que tienen que ser ejercida por los movimientos y partidos políticos, y no por los grupos económicos que existen en el Ecuador, porque entre los intereses de los empresarios y los deberes y obligaciones de los políticos, existe una gran diferencia, los unos buscan generar riqueza a su favor, y los otros deben brindar servicios a la sociedad, sin importar el exito económico, solo buscando el bienestar general, y este punto es muy importante que analicemos a la presente fecha, por la crisis generalizada de corrupción, donde están involucrados muchas personas y empresas del sector privado, porque los actos de corrupción no solo lo cometen los funcionarios públicos que reciben coimas, la responsabilidad también recae en los promotores de la corrupción, quienes son los que ofrecen el pago de comisiones, a cambio de la entrega de contratos con el Estado.

Además, una sola persona no puede aventurarse a participar como candidato a la Presidencia, sin contar con un grupo importante de políticos y expertos en varias áreas de la administración publica, porque en caso de ganar la elección, necesitara profesionales que le acompañen en el gobierno. Además, necesitará contar con el apoyo de un bloque de asambleístas, sin los cuales no podrá implementar las reformas que requiere el País, para modernizar sus sistemas administrativos, tributarios o laborales, o los de la seguridad social, y especialmente buscando una justicia profesional e independiente, sin la cual no se podrá combatir la corrupción.

El ejercicio de la política no solo es de simpatías o de promesas hacia la sociedad, es un sistema de dialogo, negociación, visión de futuro, enfocándose en manejar una crisis económica y laboral, que a la presente fecha la estamos afrontando por la crisis mundial del coronavirus, y buscar las soluciones mas adecuadas, para que la misma no produzca mas pobreza.

Todos sabemos el estado y situación en que se encuentra el Estado Ecuatoriano, por el profundo déficit fiscal existente, la enorme deuda interna y externa, la abultada burocracia que requiere millones de dólares para su manutención, malos servicios en educación, salud, seguridad, crisis en el Iess, y una justicia que no logra funcionar, entre otros, y si todo esto saben los políticos, esperamos que ellos actúen con seriedad y responsabilidad, porque no aceptaremos que si ganan las elecciones, nos digan que no sabían la situación del Ecuador, y busquen, como ha sido histórico, acusar de los problemas existentes al gobierno anterior, como justificación para su ineficiencia.