Quito.- (@srradioEc).-¿Cuáles son los parámetros de seguridad y salubridad que resultaron de la coordinación con el COE para ser implementados en cada fase del proceso electoral? ¿Cuáles son los estudios epidemiológicos que sustenten la elaboración de planes de contingencia, número de electores por Junta Receptora del Voto, flujo de electores susceptible de acudir por hora al recinto electoral, y el tipo de recinto electoral?, son algunas de las interrogantes que plantea el Concejero del CNE, Luis Verdesoto.
Dice ¿De qué manera se incorporarán y operativizarán los criterios desarrollados a nivel internacional para la celebración de elecciones? Son algunas de las interrogantes planteadas por el consejero Verdesoto que no encuentran respuesta en el Informe de Actualización de Directrices para las Elecciones Generales 2021 que se aborda hoy en la sesión extraordinaria del Pleno del CNE No.16.
A su criterio, estas directrices deben estar íntimamente vinculadas a cómo el Consejo Nacional Electoral adaptará su proceso electoral a la situación de pandemia que atraviesa el país. “El CNE debe llevar a cabo estas acciones con total responsabilidad, puesto que una mala planificación puede resultar en elevar los índices de propagación del virus y la pérdida de vidas humanas”.
Asimismo, enfatizó en que la legislación obliga al CNE a garantizar, en su área específica, la salubridad en el proceso electoral y en el acto de las votaciones. “Dicho sucintamente, el CNE es responsable de proteger la salud de los sufragantes, tema en el que también es susceptible de sanción por omisión o decisiones inadecuadas por anti-técnicas o interesadas”.
En el Informe de Actualización de Directrices para las Elecciones Generales 2021, se busca mantener el número de 350 electores por Junta Receptora del Voto a nivel nacional. Sin embargo, se desconoce si se realizó algún estudio para sostener el número de lectores por Junta que considera la situación de contagio potencial. Tampoco se informa si hubo o no simulaciones al respecto.
“No puede este Pleno votar sobre esta materia sin contar con una base de referencias que justifiquen las decisiones, más aún sin criterios epidemiológicos. Las Juntas Receptoras del Voto con 350 electores ocasionarán que existan mayores aglomeraciones en sitios con mayor densidad poblacional.”, sostuvo Verdesoto.
De igual manera, no se cuenta con información sobre la implementación de nuevas seguridades. “¿Cuáles son esas nuevas seguridades que se desea implementar? ¿Con qué objetivo? ¿Qué irregularidades en el pasado justifican estas seguridades? ¿Cuál es el presupuesto que se pretende requerir para este gasto?”.
Por otra parte, en lo referente al tema del reconteo, la propuesta de Directrices para las Elecciones Generales 2021, se tiene la intención de no guardar un archivo PDF de las actas de reconteo, estas se imprimirán directo del sistema. Cuando lo correcto y necesario es que todo sistema guarde el historial, es decir un registro de las acciones y papeles (actas de respaldo) para el registro de auditoría.
La conformación de los Miembros de las Juntas Receptora del Voto, las directrices deben adaptarse al contexto de pandemia. Es decir, debe exceptuarse a todos los ciudadanos de más de 45 años, edad a partir de la cual el riesgo de contagio genera superiores posibilidades de muerte y estados críticos de salud.
De igual manera se debe excluir a personas con enfermedades catastróficas y mujeres embarazadas. No obstante, las directrices que cuentan con aval de los consejeros de mayoría no consideran estas particularidades.
En cuanto al sistema de inscripción de candidaturas, no existe referencia o detalle alguno sobre qué tipo de sistema informático se implementará para la inscripción en línea y en qué etapa de desarrollo se encuentra.
El diseño de las Directrices para el tema de los recintos electorales no está correctamente adecuado a las necesidades sanitarias. Por ejemplo, no se puede pretender asegurar la salud de los electores al desinfectar las aulas de manera previa. Puesto que cuando una persona enferma ingresa al aula, está queda contaminada – a pesar de haber sido desinfectada previamente. Adicionalmente, las directrices no están claras.
Estas deben determinar elementos básicos, como por ejemplo qué tipo de recinto se va a utilizar, que adaptaciones exigen las normas sanitarias, cómo serán los espacios de espera, etc.
La capacitación electoral también debe adaptarse al contexto de pandemia. En la plataforma que implemente el CNE – la cual deberá tener aulas virtuales – se tiene que incluir la evaluación, tanto a los capacitados como a los capacitadores. Además, se grabará la capacitación y mantendrá un historial de actividades de los participantes, para su evaluación posterior.