Loja.- En una ceremonia especial, los cadetes de primero y segundo año de bachillerato del Colegio Militar “Tcrnl. Lauro Guerrero”, recibieron el uniforme pixelado, a la que asistieron padres de familia y las autoridades del establecimiento educativo.
Con la entrega del uniforme los cadetes se incorporan a las actividades de instrucción militar, a través del Programa de Acción Humanitaria, que es parte del currículum institucional.
“Lucir el uniforme con lleva demostrar que somos hombres y mujeres forjados con valores como la disciplina, el honor, la libertad y es un privilegio pertenecer a esta noble institución” manifestaba el cadete David Muños Vinueza.
Sostuvo que siempre están listos para cumplir la misión asignada en beneficio de nuestra gente y de nuestra Patria.
Exclamó “El uniforme militar es un compromiso moral con el Ecuador, algo que sólo pocos pueden acceder y tener el orgullo de portarlo”.
Valentía, Coraje y Orgullo
“Quienes reciben el uniforme, representan la valentía, el coraje y sobre todo el orgullo de ser un soldado ecuatoriano dispuesto a dar lo mejor de sí por un nuevo y renovado Ecuador” manifestó el Capitán de Infantería Erikson Ramos, Inspector General del COMIL- Loja.
“Hoy nos reunimos para reflexionar sobre algo que llevamos cada día con orgullo y responsabilidad. Nuestro uniforme militar. Éste no es sólo una prenda, es un símbolo, un compromiso, y una declaración al mundo de quienes somos y lo que representamos”, indico.
El uniforme y nuestros Héroes
Erikson Ramos indicaba que cada vez que vestimos esta casaca, llevamos sobre nuestros miedos sobre nuestros hombros la historia de héroes que defendieron nuestra patria, sacrificio de quienes entregaron todo por el Ecuador y la confianza de cada ciudadano que deposita y nosotros su seguridad y bienestar. Portar este uniforme en nuestro derecho, es un honor que hemos ganado con esfuerzo, disciplina y sacrificio.
“Sé que las misiones que cumplimos a menudo son largas, agotadoras, y a veces parecen interminables, sé que enfrentamos condiciones difíciles, lejos de nuestras familias y con exigencias que superan lo físico y lo mental y precisamente es estos momentos de cansancio y adversidad, cuando más debemos recordar porque elegimos este camino. Aparte actualmente la misión en este colegio es transmitir nuestra vocación e implementar en nuestros cadetes la enseñanza de superación y sacrificio que conlleva portar el uniforme militar”, reflexionaba.
El Soldado es un protector
“Cuando alguien nos ve portar el uniforme, no se lo ve a un soldado. Ve un protector, a un ejemplo de valor, de disciplina y de entrega. Cada saludo que recibimos, cada mirada de respeto, es un reflejo de los que representamos. La fuerza y el honor del ejército ecuatoriano” puntualiza Erikson Ramos.
“Somos la ilusión de los niños, alguna vez mi sueño fue ser militar, hoy ese sueño es realidad y el mejor parche que tengo en mi uniforme lo llevo en mi pecho y en mi apellido”, acotó.
Responsabilidad ciudadana
Erikson Ramos les recordaba a los cadetes, que lucir el sagrado uniforme, se necesita el convencimiento de ser excelentes ciudadanos, personas honestas, de sentir la entrega diaria del trabajo, la dedicación constante que os hará merecedores dignos de portar tan excelsa armadura como el uniforme militar.
Me permito expresar mi sentir en este prestigioso y es así que hoy es un gran día para entregar a nuestros cadetes mayor acto de honor del uniforme pixelado, uniforme que es parte de la historia de nuestro ejército de nuestro ejército ecuatoriano. Como militares motivo de júbilo poder transmitir la euforia de la vocación, el orgullo y la alegría el poder vestir el uniforme militar.
“Al uniforme se lo lleva con honor, con disciplina y con lealtad, este uniforme que engrandece en cada uno de ustedes cadetes de la instrucción militar entregada con sacrificio en este programa de acción humanitaria, les invito a que cada vez que se pongan esta casaca lo hagan con la frente en alto, con el corazón lleno de orgullo y con la determinación de dar siempre lo mejor de ustedes mismo. No importa cuán duro sean las misiones, el cansancio a los obstáculos, lo que importa es cómo respondemos a ellos, con valentía, con lealtad y con la certeza de qué estamos sirviendo a algo mucho más grande, que nosotros mismos”, dijo.
“Recuerden siempre, que el uniforme no nos hace soldados. Nuestra actitud, nuestro compromiso y los espíritus son los que le dan sentido a este uniforme. Mantengan la frente en alto, cadetes sigamos demostrando al mundo ser parte del colegio militar es un privilegio y una responsabilidad que llevamos con orgullo”, concluyó el Capitán Erikson Ramos
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