Sequías más largas y lluvias más irregulares ponen a prueba la productividad agrícola en Ecuador

Quito.- De acuerdo con el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI), Ecuador ha experimentado una reducción de hasta el 40% en las precipitaciones en varias provincias de la Costa y la Sierra durante los últimos años, afectando directamente la productividad agrícola. En épocas de estiaje (cuando las fuentes de agua se reducen al mínimo) los agricultores enfrentan el reto de mantener sus cosechas sin agotar los recursos naturales.

Frente a este panorama, el concepto de productividad sostenible cobra especial relevancia. Implica mantener y mejorar los rendimientos agrícolas sin comprometer el equilibrio ambiental, a través de tecnologías que optimizan el uso del agua, fortalecen la resiliencia de los cultivos y promueven prácticas responsables en el campo ecuatoriano.

“En épocas de estiaje, la productividad sostenible implica apoyar al agricultor con herramientas que le permitan aprovechar cada gota de agua y mantener cultivos vigorosos. Nuestras soluciones, como bioestimulantes y fungicidas con efecto en tolerancia al estrés, ayudan a las plantas a resistir mejor las condiciones climáticas extremas”, afirmó Stephanie Valquinta, gerente para el negocio de Soluciones para la Agricultura de BASF Ecuador.

Entre las herramientas que acompañan esta visión se encuentra Kelpak, un bioestimulante natural elaborado a partir del alga marina Ecklonia maxima, que estimula el crecimiento radicular, mejora la absorción de agua y nutrientes y reduce el estrés fisiológico de las plantas. Su uso permite fortalecer la estructura de los cultivos y mantener su productividad en momentos críticos.

Diversos cultivos en el país están incorporando fungicidas que contienen F500 (pyraclostrobin), una tecnología desarrollada para ofrecer control de enfermedades junto con beneficios fisiológicos. Esta tecnología contribuye a mejorar la salud de las plantas y su tolerancia al estrés, lo que puede traducirse en un desarrollo más equilibrado y resiliente frente a condiciones adversas.

Entre los productos del portafolio de Soluciones para la Agricultura de BASF que incluyen esta tecnología en distintas concentraciones se encuentran: Elmus, utilizado en flores; Vivace, Cabrio Top y; Melyra, para papa y otros vegetales; Abacus y Crelyon, ambos con registro en maíz; Seltima, para el cultivo de arroz y Comet Gold, con aplicaciones en varios cultivos.

Con su enfoque en innovación y sostenibilidad, BASF reafirma su compromiso de largo plazo con los agricultores ecuatorianos, acompañándolos en la construcción de un campo más productivo, resiliente y preparado para enfrentar los efectos del cambio climático.

“Tenemos la misión conjunta con agricultores, agrónomos y otros socios de transformar la agricultura para mejorarla. Por ejemplo, conectando tecnologías digitales para ayudar a lograr una aplicación reducida y más específica de los productos fitosanitarios. Innovamos continuamente en busca de soluciones que sean valoradas por la sociedad, como productos químicos convencionales con bajos índices de toxicidad, semillas resistentes a las plagas y productos biológicos” agregó Stephanie Valquinta.